Error que presidenta Sheinbaum dé todo su apoyo a Evelyn Salgado
Lo que habría que agradecer de la estrategia de seguridad presentada ayer por el
secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, es que el “ideario”
lópezobradorista se encuentra ausente, pese a que el funcionario anunció que se seguían
las líneas generales que planteó en su momento el antecesor de la presidenta Claudia
Sheinbaum, esto es, no hubo frases tan ridículas como vacías como que la inseguridad se
combate con “abrazos, no balazos”, o que había que acusar a los delincuentes con sus
padres y abuelos, una “estrategia” que fue objeto de burla durante toda la administración
de la errada y llamada cuarta transformación.
El colmo de lo anterior llegó, como se recordará, cuando en uno de sus gustadísimos
“stand-up” mañaneros, que encabezó en Monterrey, Nuevo León, por ahí del 2022, el
expresidente Andrés Manuel López Obrador, se refirió a que las fuerzas de seguridad
tenían la obligación de proteger la vida de los delincuentes, “porque también son seres
humanos” y lo que menos pretendía el tabasqueño, -eso dijo-, era aplicar máximas como
la de “ojo por ojo, diente por diente”, o “el que a hierro mata, a hierro muere”. Bueno,
pues ¿qué pretendía?
En ese entonces, en sus comparecencias ante el Congreso de la Unión, la flamante hoy,
secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, defendió con gran intensidad la máxima
de “abrazos, no balazos” que a final de cuentas tuvo como resultado que la errática
administración del tabasqueño, finalizara con casi 200 mil asesinados, el mayor número de
gestiones recientes. Ese es un premio que debe tener en una vitrina López Obrador en su
aislamiento.
Con razón la titular de la Segob, cuando anduvo en el Senado de la República, evitó por
todos los medios referirse al terrible asesinato del alcalde de Chilpancingo, Alejandro
Arcos Catalán bajo el evasivo argumento de que ella ya no era secretaria de Seguridad
Ciudadana, donde por cierto, tuvo pésimos resultados, por no decir muy malos.
Y respecto a este condenable hecho, la vida en Chilpancingo intenta medio normalizarse,
sin embargo, la indignación continúa y como muestra está la marcha a la que se convocó
en Chilpancingo para mañana. Además, dos hechos destacan. Uno, la población de esa
ciudad, harta de los niveles de inseguridad, estalló contra la exalcaldesa de la capital de
Guerrero, Norma Otilia Hernández, que fue expulsada de Morena por presuntos
encuentros con el grupo delincuencial de Los Ardillos, que quedaron grabados en diversos
videos.
La exalcaldesa tuvo el descaro y la osadía de presentarse en los funerales de Arcos Catalán
vestida de negro, el cabello descompuesto y llorosa, como una plañidera, pero la
población la corrió a gritos de “¡traidora!” y acusaciones de haber vendido a la capital
guerrerense.
Definitivamente no le funcionó la estrategia a la señora Norma Otilia porque
políticamente se ha quedado “con una mano adelante y la otra atrás” y ni en el oficialismo
la quieren, además de que su presencia en ese momento tan doloroso para la población
guerrerense, dejó entrever que presuntamente podría tener algún vínculo con estos
trágicos y lamentables hechos. ¿Será?
La segunda cuestión es que durante la presentación del plan de seguridad del segundo
piso de esta errada y llamada cuarta transformación, el secretario García Harfuch diera a
conocer que Arcos Catalán hubiera asistido a una reunión, sin escoltas ni chofer a una
zona rural llamada Petaquillas, uno de los puntos de influencia de Los Ardillos.
No se han dado más detalles de las últimas horas del asesinado alcalde de Chilpancingo;
eso queda pendiente, pero un error cometido por la presidenta Claudia Sheinbaum, es
que le haya dado públicamente todo su apoyo ni más ni menos que a la ausente
gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, a la que algunos militantes de Morena les está
representando un problema; una “piedra en el zapato” porque, -como se ha consignado
en este espacio en anterior entrega-, lo único que sabe hacer en situaciones difíciles, es
desaparecerse; no les contesta la llamada ni a sus correligionarios, -a la presidenta sí, ojo-,
y se acoge precisamente al manto protector de Palacio Nacional, porque está visto que su
papá, el senador Félix Salgado Macedonio, no la asesora nada bien.
Finalmente, bien hicieron los integrantes del gabinete de seguridad en trasladarse a
Culiacán, Sinaloa, pero bien vale la pena aclarar que la sola presencia del secretario García
Harfuch, -en quien se han cifrado muchas esperanzas-, no es suficiente.
MUNICIONES
*** En medio del huracán que ha desatado la controvertida reforma al Poder Judicial, hay
que destacar que la actitud de la ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, Norma Piña Hernández, ha sido institucional y congruente. De hecho ayer, la
ministra asistió al Senado de la República en el marco de la celebración de los 200 años de
dicha instancia legislativa, así como hace una semana estuvo en la Cámara de Diputados
en la toma de protesta de Sheinbaum Pardo como presidenta constitucional. Pues bien, el
presidente de la Mesa Directiva de la Cámara Alta, Gerardo Fernández Noroña anunció
que, “Hay una interlocución del gobierno que encabeza la Secretaría de Gobernación,
(Rosa Icela Rodríguez) y el compañero Adán Augusto (López, coordinador de la bancada
de Morena) y un servidor estamos ayudando de parte del Poder Legislativo. ¿Será que
Fernández Noroña se está apartando de su actitud retadora y beligerante que siempre lo
ha caractarizado? Habrá que ver en qué paran estos encuentros, porque Noroña sigue
diciendo que por parte de la SCJN, ha habido “arrogancia y torpeza”. Pero hay que ver
quién habla, y él, ¿no hace gala de soberbia e ignorancia?
*** Y siguiendo con la reforma judicial, la representante de los trabajadores del Poder
Judicial, Patricia Aguayo Bernal, se lanzó duro al señalar que la presidenta de México,
“no opine sobre temas jurídicos, … mejor emita opinión sobre lo que es su materia, ella no
es abogada, no puede dar una opinión sobre lo que desconoce, mejor que opine sobre su
materia, el medio ambiente y sus acciones como presidenta que tiene a este país en un
baño de sangre, si no, pregúntenle a Chilpancingo”. Y es que no se puede negar que la jefa
del Ejecutivo se ha visto desafiante al decir a diario que la controvertida reforma al Poder
Judicial ya está en marcha y que como decía aquel, no se le cambiará ni una coma.
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