El Senado apuesta por una visión regional, que incluya a los países de Centroamérica y el Caribe, pero también a Estados Unidos y Canadá, afirma la senadora
México es un país de paso para las caravanas de migrantes, pero también es un refugio para las mujeres, niñas, niños y hombres que atraviesan miles de kilómetros para llegar al “sueño americano”, por lo que mejorar las condiciones legales, materiales e institucionales de la política migratoria a nivel internacional, es un imperativo ético impostergable.
Así lo consideró la presidenta de la Mesa Directiva del Senado de la República, Ana Lilia Rivera Rivera, en un artículo que compartió en redes sociales y en el que afirmó que el Senado de la República apuesta por una visión regional, con los países de Centroamérica y el Caribe, así como un enfoque humanista y de respeto a los derechos humanos para atender este problema.
Pero también con una perspectiva histórica a escala continental, que incluya a Estados Unidos, Canadá y Sudamérica, “para convertir a toda Latinoamérica en la tierra de los sueños hechos realidad, de la libertad con igualdad, democracia, justicia, paz y dignidad para todas y todos”.
Ana Lilia Rivera recordó que el gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador impulsa acuerdos entre los gobiernos de las distintas naciones involucradas en el problema migratorio.
En las reuniones bilaterales con Estados Unidos, dijo, destaca la urgencia de atender las causas y elaborar programas, en conjunto con los países de origen de los migrantes, que generen empleo digno, seguridad social y bienestar colectivo.
Durante décadas, agregó, la Unión Americana fomentó la inversión de capitales en Centroamérica y el Caribe, pero sólo en aquellas ramas productivas que significaban amplificadas ganancias que regresaban a sus dueños, sin dejar en nuestros países hermanos más que bajos salarios, tierras y recursos superexplotados, marginación y violencia.