Samuel García no fue víctima del PRIAN, tampoco de los adversarios,
mucho menos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que actuó
conforme a derecho, el gobernadocito de Nuevo León fue víctima de su
estupidez de su soberbia, de sentirse con una solvencia política que no
tiene.
Samuel no fue víctima de Claudio X. González, ni de un golpe de estado
como lo llamó en su mañanera del lunes, el presidente Andrés Manuel
López Obrador, el ahora frustrado aspirante presidencial, fue víctima de
su soberbia, de despreciar, desde el inicio de su administración a los
otros dos poderes del estado, el judicial y el legislativo, sobre todo este
porque se lo ganó la alianza PAN-PRI.
García demostró que de negociación política sabe lo que éste su
tecleador sabe de arquitectura, que ignora que “la política debe ser
considerada como la resolución pacífica de los conflictos como
convivencia civilizada de los opuestos”. (Bernard Crik: En Defensa de la
Política).
El maestro de London School of Economics con estudios en la
Universidad de Harvard, coloca a la “política y la violencia como polos
opuestos excluyentes…” y Samuelito hizo todo lo contrario mandó a un
grupo de porros a amedrentar a los diputados del Congreso Local que
no se arrugaron y procedieron a nombrar un gobernador interino
contrario a los intereses de quien ya andaba en campaña presidencial.
Con esa actitud el emecista, el gobernador consentido de Palacio
Nacional, lo único que demostró fue una total inmadurez que lo llevó a
regresar al Palacio de Gobierno junto a la Macroplaza de Monterrey,
llevando sobre sus espaldas el fracaso y lo que podría ser su muerte
política.
También mostró que no es el joven maravilla que algunos lo
consideraban, su mismo compadre, Luis Donaldo Colosio se lo advirtió
en un video difundido hace unas semanas en las redes sociales, no es
tu tiempo, pero no le hizo caso y ahí están las consecuencias.
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Mientras que en Nuevo León, el gobernador regresa tras su fracaso de
su codiciada candidatura presidencial, en Sinaloa, el gandalla
presidente del PRI nacional, Alejandro “Alito” Moreno insiste en imponer
a la diputada federal, Paloma Sánchez como candidata al Senado, en
una más de esas decisiones cupulares forjadas en la tenebra y las
malas prácticas partidistas que tanto han afectado a los priistas. Nada
sobre las promesas de un cambio en los procesos de elección interna
de candidatos, Moreno actúa al más puro estilo porril que lo caracteriza
desde que llegó al CEN del PRI y que ha provocado la desbandada de
priistas históricos. En su capricho por imponer a Paloma Sánchez, Alito
ha mandado tapizar las calles de Culiacán con propaganda en favor de
la diputada, que es totalmente desconocida en aquella entidad del
noroeste del país. El capricho del campechano, puede provocar serios
problemas para las aspiraciones del Frente por México y su candidata
presidencial, Xóchitl Gálvez…Y ya que hablamos de estupideces, las
del gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya rebasaron todo, ni en su
momento el coahuilense Oscar Flores Tapia ni el guerrerense, Rubén
Figueroa Figueroa, ambos consentidos de Los Pinos, sin los grados
académicos del sinaloense, fueron capaces de decir tantas
barbaridades que rayan en insultos a un sector de la población, como
las que Rocha dijo este sábado durante la inauguración del CRIT de la
Fundación Teletón en Mazatlán. Que alguien le diga al gobernador de
Sinaloa que “el fentanilo mata”.
[email protected] @HctorMoctezuma13