A L F A O M E G A
Las Aspirantes a Presidentas de la República
Una Impuesta y Otra Espontanea, En Palacio
Ambas Carecen de la Preparación Requerida
Deben Programar Sus Propuestas Personales
Los Votos de Las Mujeres y de Los y Las Jóvenes, el Próximo
Domingo 2 de Junio, determinarán el Futuro de un México que
Reclama La RECONSTRUCCIÓN NACIONAL Y LA RECONCILIACIÓN
DE LOS MEXICANOS.
¡TODOS A LAS URNAS!
Histórica la sucesión presidencial de 2024.
Dos mujeres de 61 años de edad, madres de dos hijos cada una y
dos veces matrimoniadas, buscan ser la Primera Presidenta de
México.
Son parte de las elecciones federales, estatales y municipales, más
numerosas de todos los tiempos.
Gobernadores, senadores, diputados federales y locales, regidores,
16 Alcaldes y un Jefe de Gobierno. En total, están juego, veinte mil
cargos.
En este 2024 declarado, por el Congreso de la Unión, Año de Felipe
Carrillo Puerto, estamos celebrando el Bicentenario de la
Constitución de 1824, que dio origen al País conocido como México
y jurídicamente denominado Estados Unidos Mexicanos.
Un motivo más que debe recordarse: el Primer Presidente de
México, Guadalupe Victoria, asumió el cargo, en calidad de
presidente Interino, el 10 de octubre de 1824. Fue constitucional a
partir del 1 de abril de 1825.
La Primera Presidenta de México lo hará el 1 de octubre de 2024.
Para quien me lo ha preguntado, el nombre del primer presidente,
de acuerdo con su fé de bautizo es: José Miguel Ramón Adaucto
Fernández y Félix. Lo cambió al tomar, victoriosamente, la Plaza de
Oaxaca, por órdenes de José María Morelos y Pavón.
El militar insurgente cruzó a nado, uniformado, fangoso río para
llegar al punto final de la batalla. En esa ocasión, antes de lanzarse
al agua, pronunció la frase: “¡Va mi espada en prenda!… ¡Voy por
ella!”.
SINGULARES “DESTAPES”
Vivimos un momento muy especial e inédito, porque es la primera
vez que el Presidente de México hace “destapes”, en Palacio
Nacional, de quienes sucederle pueden el cargo.
Durante 55 años del siglo pasado, a partir de 1939, el presidente
saliente con discreción “sugería”, a la dirigencia de su partido, el
nombre de quien iba a sucederle. Uno de los tres sectores del PRI,
obrero, campesino y popular, hacia el lanzamiento del
precandidato, perfilado desde meses atrás.
El último candidato presidencial “designado, destapado” fue el
sonorense Luis Donaldo Colosio Murrieta. Asesinado en un mitin
de campaña, en Baja California. Los tres presidentes elegidos en
este Siglo XXI no lograron dejar sucesor, perdieron en las urnas.
En este sexenio, el Presidente de la República con mucha
anticipación levantó el brazo izquierdo de su preferida para la
sucesión.
Después en su programa de televisión mañanero dio a conocer los
nombres de Claudia Sheinbaum y Marcelo (Luis) Ebrard y llamó al
gobernador de Tabasco, Adán Augusto López Hernández, lo
nombró Secretario de Gobernación y fue el tercero que creyó sería
“el bueno”.
A estas alturas del juego “que todos jugamos” –escribía mi colega y
amigo Gustavo Mora, qepd–, el partido oficial seguía marginado.
Los empleados del tabasqueño, presidente y secretaria general de
la nómina, para nada aparecían. Los dos deberían y deben hacer lo
que les mande su jefe, fundador, líder y dueño del Movimiento de
Regeneración Nacional, MORENA.
El experimentado político zacatecano Ricardo Monreal Ávila,
coordinador de la bancada senatorial, desde hace más de dos años,
en una entrevista televisiva con Joaquín López Dóriga, afirmó que
su nombre estaría en las boletas para elegir al Presidente de
México.
Después de mucho tiempo, desde Palacio Nacional, se le abrieron
las puertas a don Ricardo en un mitin celebrado en tierras
coahuilenses. Así el exgobernador zacatecano, entró como cuarto
as de la baraja.
Hubo una serie de supuestas encuestas con la participación de “el
pueblo bueno y sabio” y la jefa de Gobierno de la Ciudad de México
“ganó” el derecho como precandidata presidencial, bajo el rubro
de “Coordinadora Nacional de Defensa de la Cuarta
Transformación”.
No constituyó sorpresa alguna. Tiempo atrás en una gira por la
Alcaldía Gustavo A. Madero, el tabasqueño “la destapó” En el
evento del 1 de julio de 2021, al celebrarse el tercer aniversario del
triunfo en las urnas, se oyeron los primeros gritos para Claudia:
“¡Presidenta!… ¡Presidenta! y el 22 de noviembre de 2022 ella
anunció que dejaría la jefatura de Gobierno.
Marcelo se inconformó, hizo berrinche, pidió que se atendiera su
queja. Jugó muy bien sus cartas. Se dio a querer y finalmente
aceptó estar al lado de la que puede ser la primera Presidenta de
México.
Por su parte Adán Augusto no ocultó la tristeza de que su hermano,
paisano, compadre y el íntimo amigo, no se fijó en él. El
exgobernador tardó en integrarse a la campaña de la doctora y
científica.
Nuevamente en el Senado de la República, reinstalado como
coordinador de la banca morenista y líder la Junta de Coordinación
Política, Ricardo Monreal Ávila, tiene asegurado su futuro político.
Valioso por su amplia experiencia merece no ser desaprovechado.
XÓCHITL GÁLVEZ, ¡SUERTUDA!
La senadora hidalguense, la que de niña vendía gelatinas, la
estudiosa universitaria y triunfante empresaria Xóchitl Gálvez, sí
que ha hecho historia, solita, en la política mexicana.
En la búsqueda de cerebros para el equipo del presidente Vicente
Fox Quesada, localizaron a la originaria del Valle del Mezquital.
Xóchitl no era militante del Partido Acción Nacional, PAN. Recibió
un nombramiento presidencial para atender asuntos de los pueblos
indígenas. Fue su iniciación en la política nacional. Sus
antecedentes eran de una luchadora social, pero sobretodo de una
empeñosa mujer para salir adelante.
Llegó hasta las aulas universitarias e inclusive dedicó espacio para
aprender el inglés, hablarlo, escribirlo y traducirlo. Se tituló como
ingeniera en computación. Sacrificó mucho su vida y vivió muy
humildemente en una vivienda de Iztapalapa. Decidió poner su
propia empresa y en corto tiempo adquirió renombre.
Bueno, pero ya entrada en el ambiente político, el gusanito le hizo
buscar y logró ser candidata del PAN para ocupar la jefatura de la
Delegación Miguel Hidalgo y sus aspiraciones crecieron. Tuvo su
escaño senatorial en la actual Legislatura.
El siguiente paso, el sueño inmediato, fue buscar los apoyos para
competir por la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, en las
elecciones de junio próximo.
Un milagro operó en torno a Xóchitl. La suerte estaba con ella y
ocurrió lo que no esperaba.
OTRO “DESTAPE” DEL TABASQUEÑO
El Presidente de la República le cortó el camino para seguir en pos
del cargo que dejó Claudia Sheinbaum.
La madrugada del 12 de junio de 2023, cambió todo en la vida de
Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz.
Las puertas de Palacio Nacional quedaron selladas para ella.
La orden presidencial: “ni aunque venga con un amparo en la
mano, tendrá acceso al Salón Tesorería para ejercer su derecho de
réplica”.
El dicho de “si te cierran una puerta, otra se abre” es aplicable,
porque Xóchitl sin proponérselo empezó un nuevo capítulo.
Esta es la historia del caso:
Una de las tantas ocurrencias mañaneras involucró a la senadora
hidalguense. El único protagonista de ese programa de televisión
dijo, sin más, que al estar en debate elevar a rango constitucional la
pensión para adultos mayores, Xóchitl se opuso, votó en contra.
En un foro de la Feria Internacional del Libro, en Guadalajara,
Xóchitl precisó que era falsa esa acusación. Pidió ser recibida en el
Salón de la Tesorería para aclarar lo manifestado por el Presidente
de México. Desde el principio el dueño del micrófono se negó a
recibir a la legisladora.
Argumentó que tendría acceso a ejercer su derecho de réplica si
alguna autoridad se lo ordenaba. Xóchitl obtuvo el amparo
La puerta de Moneda no se abrió y tras de tocar insistentemente,
golpeando con los nudillos de la mano derecha, la exdelegada
política dio marcha atrás. Serían las ocho y minutos de la mañana
de la fecha anotada.
Surgió la precandidata presidencial del pueblo.
Los gritos de quienes le acompañaron retumbaron en el espacio y la
ingeniera en computación quedaba “destapada” por una acción
involuntaria del hombre que está en campaña político electoral
desde hace tres sexenios y despacha en Palacio Nacional.
No pasaron muchas horas en que los del entonces llamado Frente
Por México decidieron arropar a Xóchitl y hacerla su abanderada
para las elecciones del 2024. No todos los PANistas estuvieron de
acuerdo, pero la aceptaron.
El desarticulado PRI fracasó en su intento de postular a una política-
política, Beatriz Elena Paredes Rangel.
El mediodía de ese lunes 12 de junio, el nombre de Xóchitl se
mencionaba a nivel nacional. Carismática. Malhablada. Un tanto
folclórica, la mujer ganó la simpatía de la gente.
Por su parte los seguidores de Marko Cortés hicieron suya la
candidatura de la señora Gálvez Ruiz, quien hasta la fecha no sé si
es o no militante afiliada al partido blanquiazul que tuvo el poder
durante los primeros 12 años del siglo y sus presidentes Fox y
Calderón tronaron como ejotes.
AMBAS, SIN PREPARACIÓN
Claudia Sheinbaum Pardo y Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz carecen de
una trayectoria política, administrativa y legislativa que les permita
sostener que están preparadas para el desempeño de la tarea más
importante que reclama este hermoso País.
Parto del hecho de que no fueron nominadas por un partido
político. Claudia está impuesta por el Presidente de México y
Xóchitl recibió un espontáneo respaldo popular, inesperadamente,
al negársele el paso a Palacio Nacional.
No pongo en duda la honestidad de ambas y mucho menos su
capacidad, así como el deseo de obtener el triunfo.
Quede precisado que tres o cuatro presidentes PRIistas en el Siglo
XX no merecieron el cargo por su impreparación. Peña Nieto, fue el
último. Era un político que no salió de Toluca. Lo “hizo” la
televisión.
Una candidata presidencial debe tener una formación completa.
Conocer cada rincón de la República. Recabar las inquietudes, las
necesidades y los problemas de las comunidades. Dialogar con los
banqueros, empresarios, industriales, comerciantes, productores
agropecuarios, académicos, institutos culturales. Acercarse a las
mujeres, a los jóvenes e inclusive a la niñez.
Esa tarea no se hace con una campaña de 90 días o con una
supuesta precampaña de meses atrás. Crear el Programa Nacional
de Desarrollo, ni en sueños. Hablar con la gente y plantear las
soluciones a los graves problemas de inseguridad, de violencia, de
escasez de medicinas, de educación convertida hoy en una
imposición socialista.
Claudia ha sido funcionaria en el gobierno del Distrito Federal,
Delegada Política en Tlalpan y jefa de Gobierno de la Ciudad de
México. En su precampaña se distinguió por repetir, como
periquita, lo que su jefe dijo en las mañaneras.
Nada nuevo. Nada personal. Nada que la señale como conductora
de nuevas líneas políticas, administrativas y legislativas.
De Xóchitl lo que encontramos es que debutó en la administración
pública como Comisionada Nacional para el Desarrollo de los
Pueblos Indígenas, en el régimen de Vicente Fox Quesada.
Delegada Política en Miguel Hidalgo. Senadora propietaria y pare
usted de contar.
Su precampaña se basó en el miedo, sí porque no actuó con
libertad; el Presidente de México la tiene en la mira, porque le echó
a perder su “planchadita” sucesión. Le quitó el sueño de cinco
horas.
En este 2024 se definirá el futuro de los próximos 50 años, mismos
que ya no viviré.
El gobierno actual, el que oficialmente termina el 31 de septiembre,
es rehén de los narcotraficantes para los que hay “abrazos y no
balazos”, en tanto que no se ataca a los delincuentes organizados
“porque también son humanos y tienen derechos”.
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