En el marco del Día Internacional de la Belleza, cuestionarse sobre las formas de consumo resulta esencial para elegir opciones más conscientes y éticas,especialmente en la industria cosmética, que históricamente ha recurrido a animales en sus procesos de elaboración.
Un estudio publicado en 2022 por el sello suizo V-Label reveló que el mercado de la cosmética vegana alcanzó un valor de 16.020 millones de dólares en 2022. Se proyecta que para 2025 el valor ascenderá a 20.800 millones de dólares y podría llegar a 26.100
Esto demuestra que el crecimiento no solo está impulsado por el mercado cruelty-free, sino también por el aumento en la demanda de productos veganos. Cada vez son más los países que están adoptando leyes que promueven alternativas a la experimentación animal y regulan las prácticas en este sector de la industria de belleza.
Actualmente 45 países en el mundo han prohibido las pruebas en animales para esta industria, de los cuales seis son de América Latina: Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guatemala y México, siendo Chile el país más reciente.
V-Label impulsa cosmética vegana en América Latina En Latinoamérica, el mercado de productos cruelty-free ha crecido en los últimos seis años, debido a la prohibición de la elaboración y exportación de cosméticos testeados en animales.
Sin embargo, la cosmética vegana, cuyos ingredientes además son 100% de origen vegetal, también está teniendo su auge, ya que los consumidores están optando cada vez más por productos que estén libres de explotación animal en todos los aspectos.
El sello V-Label, por medio de la Fundación Veg, certifica productos en cuatro de los seis países donde la prohibición está vigente: Chile, Colombia, Ecuador y México. Hasta la fecha han certificado aproximadamente 549 productos cosméticos.
Un factor diferenciador de este sello es que abarca ambos aspectos, que los productos sean tanto veganos como libres de testeo. A diferencia de algunos que, aunque garantizan que no se realizaron pruebas en animales para comprobar la eficacia de los productos, algunos de los ingredientes con los que fueron elaborados podrían ser de origen animal.
“La certificación V-Label asegura que ninguno de los insumos utilizados para elaborar el cosmético sea de origen animal y que además el producto final no haya sido testeado en animales antes de su lanzamiento”, señaló Jesica Bon Denis, supervisora de certificaciones de V- Label Latam.
Más del 80% de las empresas certificadas por V-Label Latam son de alimentos y bebestibles, sin embargo “el objetivo del sello es certificar cada vez más productos cosméticos y que sean más las personas que opten por alternativas más conscientes y sostenibles en sus rutinas de belleza”, concluyó Jesica Bon Denis.