El presidente Andrés Manuel López Obrador hizo ayer una
demostración más de que el árbitro electoral le hace los mandados, se
burla de los consejeros e inventa salidas legaloides, cuando le ordenan
cumplir con la ley electoral.
El presidente acusó a los consejeros de actuar de manera tendenciosa,
además de coartar la libertad de expresión y dice en tono de burla,
“ahora ya no podemos decir transformación, vamos a decir el
movimiento del cambio verdadero”.
Está claro que el tabasqueño impondrá sus condiciones en la elección
del 2024, por encima de lo que diga el INE, por cierto un órgano
electoral con una presidenta afín a Morena, como lo ha demostrado en
los pocos meses que lleva al frente del mismo.
En el Instituto Nacional Electoral ya no están ni Lorenzo Córdova y Ciro
Murayama que siempre se opusieron al inquilino de Palacio Nacional,
está Guadalupe Taddei quien en una de sus primeras acciones al frente
del Instituto fue presentarse en la sede del poder a rendirle pleitesía.
La Comisión Quejas del INE en la que se encuentra al frente la
combativa consejera Claudia Zavala, ordenó al presidente quitar de sus
mañaneras la posdata, después de la advertencia de no hacer
preguntas sobre temas electorales, y el tabasqueño no acató, se burló
de la orden y dijo que ahora la leyenda sería “si son reaccionarios,
racistas y clasistas y están en favor de la corrupción, no se enojen
viendo este programa”.
El presidente se hace el gracioso, pero el mensaje que manda es que
para las elecciones del próximo año, le vale lo que diga el árbitro
electoral, que impondrá su voluntad pase lo que pase en las urnas.
¿Sabrá la oposición a qué le tira? Porque hasta ahora no ha
reaccionado ante las burlas y la desobediencia ante los ordenamientos
del INE, que no son otra cosa que el cumplimiento con la ley electoral,
esa que López Obrador ignora.
Lo que nos espera. Ni más ni menos que lo que hacía el PRI en sus
años de gloria cuando sólo sus chicharrones tronaban. Pero no somos
iguales. El INE tendrá que fajarse, pero ¿le alcanzará?
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Esta mañana en Palacio Nacional se llevará a cabo una nueva reunión
de alto nivel entre funcionarios de los Estados Unidos y México. Por el
equipo de las barras y las estrellas vienen los hombres más influyentes
en la administración Biden, Antony Blinken el Secretario de Estado,
Alejandro Mayorkas, Secretario de Seguridad Interior, Merrick Garland,
Fiscal General y Liz Sherwood-Randal asesora de seguridad de la Casa
Blanca. Por México estarán el presidente Andrés Manuel López
Obrador, la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, la
Secretaría de Relaciones Exteriores, Alicia Bárcena y el fiscal, si es que
físicamente está apto, Alejandro Gertz Manero. El tema del fentanilo que
los estadounidenses quieren más acción para el combate al tráfico del
opioide que está matando a miles de norteamericanos. Vienen por “Los
Chapitos” que desplegaron una serie de mantas en Sinaloa en las que
se deslindan de ese negocio. De nada les va a servir. Blinken,
Mayorkas, Garland y Sherwood llegaron ayer por la tarde al aeropuerto
internacional Felipe Ángeles, (AIFA). El Secretario de Estado se reunió
ayer mismo con la titular de la SRE para tratar el tema de la migración.
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