La crisis política desatada en la estructura del gabinete presidencial de poder por el enfrentamiento entre el tabasqueño Adam Augusto López Hernández y el político autonomista Ricardo Monreal Ávila tuvo que adelantar la estrategia para desmantelar el monrealismo que ya desde ahora estaba trabajando por la candidatura presidencial autónoma del proyecto transexenal de la 4-T que lleva la marca de Palenque.
Andrés Manuel López Obrador, como candidato y presidente en funciones y hoy presidente emérito, nunca pudo cuajar relaciones de alianza en modos de complicidad con Monreal porque éste lo veía como compañero de lucha y no como jefe político, a pesar de que el zacatecano comenzó su carrera ascendente en 1997 cuando el PRI de Zedillo le negó la candidatura a gobernador De Zacatecas y Monreal fue cooptado por López Obrador entonces presidente del PRD.
El trato de Monreal a López Obrador era horizontal y quería hacer lo mismo con la presidenta Sheinbaum Pardo, quien había sido en términos formales su contrincante en la competencia por la candidatura a la Jefatura de gobierno en 2018 y por la nominación presidencial en 2024.
En el modelo chipilín de sucesión presidencial de 2024, López Obrador se encontró con dos figuras que desarrollaban autonomía relativa del liderazgo presidencial: Monreal y Marcelo Ebrard Casaubón, en tanto que Sheinbaum Pardo y López Hernández nunca dudaron de su lugar en el juego sucesorio lopezobradorista.
Las dos o tres ocasiones en que Monreal participó en el equipo del primer círculo de López Obrador –en la campaña y como abogado ineficaz en la lucha judicial por las elecciones del 2012– no pudieron definirse las reglas de las relaciones políticas: el jefe de grupo era, sin ninguna discusión, López Obrador y todas las figuras que pululaban a su alrededor deberían de respetar los niveles de relación.
Monreal quería quedarse en el Senado otros seis años, pero fue enviado a la Cámara de Diputados para pastorear a la mayoría de Morena durante 3 años y lo iba a dejar suelto dos años posteriores hasta el inicio de la sucesión presidencial del 2030 después de las legislativas federales de 2027 y a la definición formal de precandidatos presidenciales morenistas.
En el liderazgo de la Cámara de Diputados, Monreal tomó el control directo del sector y estableció alianzas que nunca fueron consultadas, entre ellas con el polémico dirigente de un sector laboral informal y no proletario Pedro Haces, un político formado al viejo estilo de Fidel Velázquez, aunque sin el control de la clase obrera que sigue quedando al garete porque la 4-T no es un movimiento social apuntalado por la clase obrera en disolución.
El incidente en torno al helicóptero que usó Monreal fue procesado a su estilo en el ambiente mediático, dejando ver que lejos de él estarían las necesidades aunque fuera de imagen pública de austeridad en la dirigencia de la 4-T, sobre todo porque López Obrador mantuvo hasta que pudo el traslado aéreo en aviones comerciales y la presentación Sheinbaum había entrado unas cuantas muestras de seguir ese camino.
La respuesta de Monreal diciendo que no le importaban las críticas y que lo iban a ver más seguido en esa movilidad en aeronaves privadas provocó una reprimenda muy a su estilo de la presidenta Sheinbaum, pero con indicios de que había molestia en Palacio Nacional en el Palacio emérito de Palenque, no tanto porque fuera necesario e indispensable el uso de esos transportes alquilados, sino porque llegaron a formar parte de un estilo prepotente de gobernar. Monreal se disculpó, pero a regañadientes.
Según datos entregados a Indicador Político, el helicóptero de Monreal sería propiedad del empresario Carlos Peralta, de IUSA, y el video lo filmaron y filtraron algunas personas vinculadas al Poder Judicial. Ahí también demostró Monreal el establecimiento de alianzas con poderes fácticos que no fueron consultadas, ni aprobadas, ni avaladas en Palacio Nacional, ni en el Palacio de Palenque.
En este contexto se debe leer la ofensiva del senador López Hernández, el tabasqueño que apareció como el hermano mayor de Andrés Manuel López Obrador, que gobernó Tabasco por decisión lopezobradorista, que consolidó Gobernación para la lucha sucesoria y que fue una corcholata leal en el juego sucesorio de 2023-2024. La dureza del ataque frontal de López Hernández a Monreal fue el aviso de que vienen tiempos recios en el ajuste de poderes dentro del aparato presidencial Sheinbaum-López Obrador.
Y por cierto que podría haber cambio de aires capitalinos y zacatecanos a los climas fríos y flemáticos de la embajada de México en el Reino Unido de la Gran Bretaña.
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Política para dummies: la política es una guerra de posiciones.
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