El Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos,
(INAI), hizo un último esfuerzo y pidió al Senado de la República que reconsideren su
extinción y la respuesta de la Cámara Alta, puede advertirse, será no hacer caso a esta que
es, sin duda, una sentida demanda y varias son las razones para ello.
Se tiene que reiterar que esta errada y llamada cuarta transformación, ahora en su
segundo piso, lo único que hizo por instrucciones de la presidenta Claudia Sheinbaum y
más allá, fue darle “atole con el dedo” a los comisionados del INAI que encabeza Adrián
Alcalá.
Cuestión de recordar que a mediados de octubre, la flamante secretaria de Gobernación,
Rosa Icela Rodríguez, se reunió con los integrantes de dicho Instituto y dijo la funcionaria
en ese encuentro que el gobierno federal estaba abierto al diálogo y en algo que causó
risa y burla en los corrillos políticos, la responsable de la política interna señaló que esta
errada y llamada cuarta transformación, privilegia la transparencia y rendición de cuentas.
Entonces, ¿por qué tanta prisa por extinguir a los organismos autónomos que son
garantes de transparencia?
Bueno, hay que recordar que se trató de uno de los “regalos” que legisladores del
oficialismo le dieron ni más ni menos que a Andrés Manuel López Obrador. Unos,
lograron dárselos antes de que abandonara Palacio Nacional y otros, cuando se supone
que el tabasqueño ya está descansando en una hamaca en su rancho de Palenque. ¿Será?
En este tema, el pleno del INAI se unió para externar que la desaparición de dicho
Instituto, representa una “amenaza” a la “calidad de la vida pública, la democracia y la
confianza ciudadana en las instituciones”.
Específicamente externó el pleno de este organismo que lucha por su subsistencia: “El
Estado mexicano necesita una institución autónoma, ajena al poder político, técnica y
especializada, que analice con imparcialidad las controversias del acceso a la información
en beneficio de la sociedad, atendiendo el principio de máxima publicidad”.
“Aún hay tiempo”, dijo el titular de este Instituto, pero definitivamente, es precisamente
este factor, el tiempo, aunado a la cerrazón de Morena y rémoras la que está jugando en
contra.
Además, no hay que perder de vista que el presidente de la Junta de Coordinación Política
de la Cámara de Diputados, (JUCOPO), Ricardo Monreal, ya tiene las tijeras más que
afiladas para irse sobre los fideicomisos que puedan tener los organismos autónomos. Es
bien sabido que al oficialismo le urge dinero para todos los compromisos que asumió
desde su campaña la presidenta Sheinbaum y que se pueden resumir, -como se ha
consignado en anterior entrega, en la compra del voto.
La esperanza, que es lo que se pierde al último, -según reza la sabiduría popular- ,
desafortunadamente ya falleció no solo en el caso del INAI, sino también, en ese empeño
por parte del oficialismo de que la opacidad sea la guía y máxima de esta errada y llamada
cuarta transformación en su segundo piso.
Finalmente, la comisionada del Inai Norma Julieta del Río Venegas arremetió en contra
de los legisladores, es decir, Morena y sus rémoras porque se “jactan” de la desaparición
del órgano nacional garante de acceso a la información y protección de datos personales,
al advertir que con el tiempo comprenderán lo que hicieron.
No, lo más probable es que no alcancen a asimilarlo porque si algo ha caracterizado a los
legisladores del oficialismo, salvo muy contadas excepciones, es la ignorancia, que los
limita a alzar la mano por consigna, sin saber lo que están haciendo y ejemplos hay
muchos.
La comisionada del Río Venegas remató: “Hay personas que se jactan de la desaparición
de estos institutos, en específico el Inai, argumentando que se acabó lo oneroso, la
riqueza de unos cuantos, las canastas doradas, hay información errónea que siempre
existió y esto llevó a una desinformación”.
MUNICIONES
*** ¿No se habrá visto en un espejo el flamante presidente de la Mesa Directiva del
Senado de la República, Gerardo Fernández Noroña?, esto, porque arremetió en contra
del senador y dirigente del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas. Vaya que le ha dolido a
Fernández Noroña que su miedo haya quedado exhibido frente a los señalamientos que
le hiciera hace unas semanas el dirigente del tricolor, quien exhibió el comportamiento
parcial y tramposo del morenista a la hora de conducir las sesiones en la Cámara Alta. Y si
el presidente de la Cámara Alta no ha hecho más trampas en esto de las controvertidas
elecciones del Poder Judicial, es porque no sabe cómo hacerlo. Ni en su familia quieren a
Fernández Noroña, mejor que se calle.
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