Cierto, Marco Rubio lo dijo en Florida antes de viajar a México, pero es el mismo secretario de Estado de Donald Trump que ayer se reunió muy tardíamente -7 meses después de que asumió el cargo-, con la presidenta Claudia Sheinbaum.
Trump será implacable contra los narcotraficantes donde estén, insistió ayer Rubio al salir de su encuentro con la mandataria mexicana.
Y como ejemplo puso el ataque militar y hundimiento de una nave venezolana con 11 narcos en el Caribe por parte de la marina de EU.
“Eran narcocriminales de Venezuela… es una pequeña muestra del ataque a quienes traen drogas mortíferas a las calles de EU”, indicó.
Este hecho, aclaró, no fue un acto contra un país o un gobierno sino contra un cartel que tiene como líder a Nicolás Maduro, un capo con una orden de aprehensión emitida desde hace años por un gran jurado de Nueva York.
Rubio señaló que el presidente Donald Trump fue electo “con la esa promesa (la de exterminar a los carteles de las drogas) y la va a cumplir”.
Luego de su encuentro, ambos –Rubio y Sheinbaum– matizaron sus comentarios. El Secretario de Estado afirmó que ningún otro gobierno a cooperado con EU en su lucha antinarco como el de México y la mandataria habló de acuerdos de cooperación con respeto a las soberanías de ambos países.
HECHOS NO DICHOS
Pero, en la vida, los hechos son lo importante sobre los dichos.
Y en los hechos Trump, en su compromiso de combatir a los narcos, tiene militarizada la frontera de EU con México y desplegados buques super artillados en las aguas colindantes; ha declarado como terroristas a los carteles mexicanos y ordenado sobrevolar drones y naves espías para ubicar a capos en México, y ha amenazado lo mismo con atacar directa y militarmente a los narcos que con aplicar aranceles si el gobierno de Claudia Sheinbaum no combate a estos grupos y la producción y flujo de fentanilo a EU.
Y Trump y sus más cercanos –Rubio entre ellos- afirman insistentemente que el narco domina en grandes regiones y cogobierna en México.
Es así qué sus afirmaciones, advertecias hoy de que va a combatirlos militarmente “sin importar el lugar donde estén”, no pueden ser tomadas como una bravuconada, sino como un muy posible hecho.
Frente al poder económico y militar de EU, el más importante en el mundo, y a la determinación mostrada por el presidente Trump de imponer sus determinaciones incluso contra la seguridad económica de su sociedad, no caben los señalamientos de que en México prevalecen soberanía y principios establecidos en el Himno Nacional.
Si Trump decide atacar militarmente a carteles en territorio mexicano va a ser muy complicado reaccionar en defensa de nuestra soberanía porque significaría estar defendiendo a narcos.
Sobre todo si eso lo hace el presidente de los EU bajo el principio de que no lo motiva actuar contra los mexicanos o su gobierno, sino contra grupos criminales considerados como terroristas y una amenaza al pueblo de EU.
Y más si hay la advertencia de Trump y su secretario d Estadi Marco Rubio quienes afirman que “por primera vez estamos en ofensiva contra los cárteles que inundan nuestras ciudades de veneno”.
Y cuando el secretario de la Defensa de EU, Pete Hegseth indica que el ataque de la marina en el Caribe fue contra una embarcación de narcotraficantes.
Fue, firma Hegseth , “un mensaje muy claro” del presidente Donald Trump a los cárteles.
“¿Quieren intentar traficar drogas?… este es un nuevo día… es un día diferente, y por eso, esos 11 narcotraficantes ya no están con nosotros, lo que envía una señal muy clara de que esta es una actividad que Estados Unidos no va a tolerar en nuestro hemisferio”, advirtió vía Fox News.
Por su parte el secretario de Estado, Marco Rubio dijo, al ser cuestionado sobre la verdadera relación con México, que EU y México “han tenido aspectos irritantes… pero también áreas de cooperación”.
Y reflexionó: mientras la presidenta Sheinbaum se niega a aceptar l ayuda militar de Estados Unidos, en los últimos días Ecuador, Paraguay, Guyana, Trinidad y Tobago y Argentina se sumaron o expresaron su disposición a cooperar (militarmente) con Washington en la lucha contra el narcotráfico.
En fin, dichos y hechos.
CAMBIO DE TONO EN EL SENADO
En un más que esperado y deseado cambio de tono y nivel de civilidad desde el Senado, la presidenta Laura Itzel Castillo consideró que el primer encuentro del secretario de Estado Marco Rubio y la presidenta Claudia Sheinbaum fue sin duda de respeto y del más alto nivel de miras, clave para atender los temas comunes en materia de seguridad, cooperación y migración.
La nueva presidenta de los senadores indicó que la política exterior debe responder con visión, firmeza y compromiso a los principios históricos de respeto, no intervención, y la autodeterminación de los pueblos.
La presidenta Claudia Sheinbaum, dijo, atendió en su encuentro a la intención de fortalecer los lazos diplomáticos entre ambos países, mediante un diálogo abierto y respetuoso.
Ello fue “clave para atender agendas compartidas en seguridad, cooperación, migración, entre otros”.
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