Las proyecciones sob absolutamente opuestas. Para el presidente Andrés Manuel López Obrador simplemente no existe ningún indicio de crisis económica o financiera que pudiera empañar el fin de su sexenio.
Para los analistas nacionales y extranjeros este mandatario dejará una economía en alfileres, con la deuda más alta de los últimos 30 años y sembradas decenas de bombas financieras de tiempo que irán estallándole una a una a su sucesor y que significarán graves escollos para la recuperación de México.
“No hay nada”, Y recordó que en el pasado los fines sexenales iban acompañados de caídas de la economía con inflación.
“… no hay nada qué temer… estamos manejando bien las finanzas públicas con mucha responsabilidad… garantizando el bienestar del pueblo”, precisó.
“¿Gran endeudamiento?”
Es mito, afirma. Y explica que en el proyecto de presupuesto 2024 van incluidos 400 mil millones de pesos y un 25 por ciento de incremento para las pensiones de adultos mayores; y se prevee concluir todas las obras completamente, con crecimiento y buenos ingresos, buenos salarios, empleo; e inflación controlada que “es lo único que debe de preocuparnos, cuidar eso”.
Y que al concluir su mandato dejará un endeudamiento menor al de Felipe Calderón y el de Enrique Peña Nieto y México será “el país posiblemente con menos deuda después de la pandemia… nos aumentó la deuda, porque se cayó la economía más de 8 por ciento”, por la pandemia, pero no por mal manejo, afirmó.
El recibió una deuda de 10.6 billones… Calderón la recibió en 1 billón 700 mil millones de pesos y la dejó en 5 billones y Peña Nieto, la subió a 10.6… la subimos a 14.1 billones sin haber pedido nada por la caída mundial por la pandemia.
Esta es su verdad económica y financiera.
Los analistas indican que su visión es al menos incompleta. Que el proyecto de presupuesto por 9 millones de millones de pesos en 2024 evidencia que la construcción de la refinería Dos Bocas y consumió 2.7 veces más lo que estimó, y que el Tren Maya ya costó 3.3 veces más.
Que 1 de cada 5 pesos del gasto vendrá de prestamos… que el 20% se irá en pensiones que crecen cada año porque la población envejece rápido. Que la Sedena recibirá 131% más que en 2023 y Pemex y los del sector recibirá 291% más. Mientras se recorta 56% a la Secretaría de Salud.
En 2024 Pemex deberá pagar vencimientos por 27 mil millones de dólares. Obvio, no hay para eso y deberá enfrentará el colosal reto de refinanciar esos vencimientos, en un escenario de tasas de interés muy adverso y cuando las calificaciones crediticias de la empresa son chatarra, dada su quiebra técnica. ¿Absorberá esa deuda el gobierno federal? ¿Lo hará sin la autorización del Legislativo?
Al final AMLO dejará 20 millones de mexicanos más sin acceso a salud pública, la vacunación infantil se desplomó, millones de niños abandonaron la escuela después de la pandemia, y nuestra economía prácticamente no ha crecido. En el Año de Hidalgo nuestro déficit llegará a 5.4 puntos del PIB, rebasando el nivel límite que preocupa a las calificadoras. Hoy se vuelve -al menos- posible que vivamos una crisis en el último año de este aciago sexenio.
Esta es la visión de los contrarios.
LA CONTIENDA ES XÓCHITL-AMLO
En cuanto al caldeado ambiente electoral, Andrés Manuel López Obrador resume que todo el jaloneo es en el llamado “círculo rojo” porque la población simplemente no hace caso de eso.
Y desde su mañanera pidió a los suyos no armar campañas contra adversarios, menos hablar de demoler la casa de Xóchitl Gálvez.
Esos linchamientos los padecí yo, recordó: “no, ni quemar libros, ni utilizar la picota ni el marro para destruir nada”, subrayó.
Hay que “verlos como adversarios a vencer, no como enemigos a destruir”.
Mientras la senadora Xóchitl Gálvez apareció de nuevo sonriente en un video que corrió masiva y rápidamente por redes sociales en que comenta que aceptó la invitación de un simpatizante e iría a dormir a su casa frente a la amenaza de demoler la suya.
«Mi casa es legal, lo que pasa es que me tienen miedo y cuando se dieron cuenta de que todo México me invitó a su casa, que, por cierto, me voy a dormir en una para ir entrenando, por las dudas…
«Hoy me voy a dormir en una de las tantas casas que me abrieron. Son demasiadas invitaciones. Hay gente que me invitó por Watts, por X, por Facebook y me dijeron ‘tu casa es mi casa, vente acá’…
“Me gustó cómo la gente me abrió sus casas. Así como el Presidente me cerró la puerta, ahora el Presidente ordena que me demuelan mi casa, y cuando se da cuenta de la reacción de la gente, pues se va pa´tras. Cada vez se parece más al señor de Nicaragua (Daniel Ortega)», dijo.
Bien dice AMLO que el círculo rojo arde electoralmente, y nosotros advertimos que las ocurrencias de su entorno partidario cercano, como eso de Morena de la CDMX de emitir un comunicado pidiendo demoler la casa de la candidata presidencial del Frente Amplio Va por México sólo sirven para ampliar y profundizar las simpatías y posibles votos ciudadaanos para Gálvez.
La hidalguense ha mostrado agilidad e inteligencia, buen humor, para responde y aprovechar estos embates y convertirlos en puntos a su favor.
Y para crear la percepción de que la contienda por el poder hacia el 2024 es ya entre ella y Andrés Manuel López Obrador, no contra Claudia Sheinbaum u otro aspirante.
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