A sus casi 65 años de edad, y con 47 de ellos en la política y en cargos públicos, a Ricardo Monreal sólo le faltó llegar a la Presidencia, aspiración a la cual acaba de renunciar al señalar en días anteriores que “yo ya no voy a disputar ningún espacio político”.
Monreal deja en claro entonces que el fin de su vida en la política mexicana tiene plazo fijo: el martes 31 de agosto de 2027 al concluir su actual cargo de diputado federal, y con ello la coordinación de la bancada de Morena, y la presidencia de la Junta de Coordinación Política en San Lázaro.
Con ello el zacatecano anuncia por demás tempranamente que ya no disputará en 2030 la candidatura presidencial del Movimiento de Regeneración Nacional, para el que ya están apuntados, lo quieran reconocer o no: Andrés ‘Andy’ López Beltrán, Omar García Harfuch, Adán Augusto López y esa mala broma de la política mexicana llamada Gerardo Fernández Noroña.
Para anunciar su baja de la presidencial de 2030 Monreal escogió su participación en el foro de Jóvenes Dialogando por el Segundo Piso de la Transformación.
Ahí les comentó que “el final -para él en política- se acerca ya” porque su carrera está “en proceso de salida”.
Dijo, ante la sorpresa de todos, viejos y jóvenes, compañeros de cámara, periodistas y participantes:
“Yo tengo muchos años en el ejercicio del servicio público, y estoy en el proceso final de mi vida pública… deben de saber que yo ya no les voy a disputar ningún espacio político… pero sí deben de tener preocupación, porque ahora, en lugar mío, ustedes se los van a disputar”, afirmó.
De haber decidido no “bajarse” de la política, Monreal llegaría a la presidencial del 2030 con 70 años de edad, y con 4 veces como diputado federal, 3 como senador y una como gobernador de Zacatecas. A esos cargos llegó por el PRI, el PRD, PT, MC y Morena.
DOS VECES COMPITIÓ NECIAMENTE CONTRA SHEINBAUM
Ricardo Monreal llega a esta decisión luego de que en los dos procesos federales anteriores compitió y perdió ante Claudia Sheinbaum las nominaciones internas a la Jefatura de Gobierno en 2018 y en 2024.
En ambos casos Andrés Manuel López Obrador fue el gran elector que lo dejó fuera. Ahí siempre operó la decisión del mandatario y Monreal lo sabía.
En los dos momentos reflexionó si abandonaba Morena y se iba por otra fuerza, para al final someterse a la imposición de AMLO, la cual negoció primero para ser el coordinador de la bancada senatoria de Morena y presidente de la Junta de Coordinación Política del 2018 al 2024 y la segunda para ocupar las mismas posiciones, pero en San Lázaro del 2024 al 2027.
En política y en la vida estos momentos no se olvidan de la memoria de quienes lo viven. Es así que todos sabemos que ni Ricardo Monreal, ni Marcelo Ebrard ni Adán Augusto López gozan de la confianza de la presidenta Sheinbaum.
Que la mandataria los soporta en los cargos que tienen cada uno de ellos porque fueron negociados y otorgados a la vista de todos -luego de la conflictiva y atropellada, denunciada contienda interna de Morena- por Andrés Manuel López Obrador en una cena finsexenal en un restaurante cercano a Palacio Nacional.
Hoy los abrazos y las sonrisas, los apoyos públicos entre todos ellos son la necesaria farsa para que todo transite sin conflictos mayores.
Para todos ellos asumir algún acuerdo pasa por llamar y obtener el visto bueno de quién los puso donde están: el de AMLO.
Al anunciar su salida de la política, Ricardo Monreal muestra inteligencia y carácter, para asumir que todo lo anterior definirá las posiciones en 2030, y que él simplemente no tiene ni más vida ni espacio para continuar en la búsqueda de su aspiración superior que es ser Presidente de México. Eso ya no es posible. No hay, pues, sorpresas.
EBRARD Y ADÁN AUGUSTO LÓPEZ DEPENDEN DE TRUMP
Y en este contexto y en este momento de México, con la denuncia contra Hernán Bermúdez Requena su exsecretario de Seguridad en su gubernatura en Tabasco, el ahora líder de los senadores de Morena Adán Augusto López pareciera que tiene igualmente los días contados.
Bermúdez Requena, con orden de aprehensión y al parecer huido a Brasil, es acusado de ser el jefe del cartel de “La Barredora” brazo del Cartel Jalisco Nueva Generación en Tabasco.
Una vinculación muy difícil de sortear para el senador López ante el reclamo del gobierno de Trump de que la presidenta Claudia Sheinbaum actúe contra altos cargos y políticos ligados al narco. En una de esas, el senador hasta podría ser enviado a tribunales de EU.
Sobre todo porque es obvio que para la presidenta mexicana sería muy satisfactorio aprovechar la circunstancia para deshacerse del senador López quien, además, arrogante, tonto que es, no hace caso de sus instrucciones.
El ahora secretario de Economía Marcelo Ebrard, el gran negociador de la relación bilateral México-Estados unidos (Trump-Sheinbaum) vive quizá una circunstancia parecida, que con sus aspiraciones presidenciales vigentes, depende para llegar al 2030 de que todo le salga bien en sus actuaciones ante el voluble e impredecible presidente norteamericano.
Su cálculo es bueno, pero todo apunta a que Trump tiene una agenda en la que irá extremando su presión sobre Sheinbaum al grado de hacer imposible cualquier acuerdo, y para meter a México en una crisis de seguridad, económica y política que le garantice el sometimiento total del Gobierno de México al de la Casa Blanca.
En el momento en que eso ocurra, Marcelo Ebrard habrá terminado su función de negociador estrella. A Sheinbaum igual le encantaría ver fuera de su ruta a Ebrard que para ella es el enemigo interno más peligroso.
De cumplirse esta prospectiva, en la carrera del 2030 sólo quedarían Andrés ‘Andy’ López Beltrán y Omar García Harfuch.
Igual que en el caso del senador López y de Marcelo Ebrard, la sobrevivencia de las candidaturas de ‘Andy’ y de García Harfuch también dependen de Trump.
Si la Casa Blanca cierra el círculo contra AMLO antes de la salida de Trump en la presidencial del 7 de noviembre de 2028 en EU, como todo apunta ocurrirá, el padre arrastrará al hijo en su caída.
Y en este escenario prospectivo contará sin duda que el nieto del general Marcelino García Barragán, secretario de la Defensa de Gustavo Díaz Ordaz, el joven Omar García Harfuch es hoy el secretario mexicano mas asiduo y más bien tratado en la Casa Blanca.
Y es a quien Claudia Sheinbaum haría feliz al verlo asumir el cargo luego de que ella lo deje en 2030.
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