La construcción del muro fronterizo en la frontera sur de Estados Unidos requerirá expropiar cientos de terrenos privados, lo que supondrá una ardua tarea legal que llevaría años al gobierno federal, considera el diario The Wall Street Journal.
Abogados consultados por el rotativo afirmaron que el gobierno federal tendría pocos problemas para demostrar el uso público en el caso del muro, pero esto sería sólo un primer paso en “un proceso que puede llevar años”.
Según la Oficina de Responsabilidad Gubernamental, el 67 por ciento de los tres mil kilómetros de la frontera está constituido por tierras privadas o estatales, la mayoría de ellas en Texas.
Con información de agencias.