Los antimicrobianos son medicamentos que se utilizan para tratar todo tipo de infecciones, desde la neumonía, hasta las infecciones de oído. Después de estar expuestas a los antimicrobianos, algunas bacterias sobreviven y pueden volverse resistentes a estos medicamentos; esto se llama resistencia a los antimicrobianos o RAM
La RAM es un problema de salud pública que amenaza no solo a la medicina humana, sino también a la salud animal y al medio ambiente. De hecho, tan sólo en 2019, se estimó que aproximadamente cinco millones de muertes estaban asociadas a esta problemática. En respuesta a esta creciente amenaza, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha abogado por el concepto de «Una Sola Salud» como un enfoque integral y colaborativo para abordar la RAM.
“La Organización Mundial de la Salud ha declarado que la resistencia antimicrobiana representa una de las mayores amenazas para la salud global y pone en peligro los avances médicos realizados en las últimas décadas”, expresó el Dr. José Luis Vallejo, Gerente Médico de Antibióticos y Antifúngicos de MSD en México, “es por eso que en MSD seguimos invirtiendo en investigación y desarrollo de antimicrobianos y vacunas, que puedan ayudar a tratar y prevenir distintas enfermedades infecciosas, bacterianas, fúngicas y virales».
En el marco de la Semana Mundial de Concienciación sobre la RAM, que este año tiene como tema “Prevengamos juntos la resistencia a los antimicrobianos”, la OMS hace un llamado a la colaboración intersectorial para preservar la eficacia de estos tratamientos en el cual se deben de considerar las acciones no sólo de los hospitales, médicos y la industria farmacéutica, sino también a los veterinarios y productores, así como su uso en la salud humana y animal.
Este enfoque, conocido como “Una Sola Salud”, surge de la idea de que existe una relación vital entre la salud de los seres humanos, de otros animales y del medio ambiente. Por lo tanto, los profesionales médicos y veterinarios, así como los de otras disciplinas científicas, sanitarias y ambientales, deberían comunicarse y colaborar, en lugar de trabajar de forma aislada.
¿Cómo pueden contribuir los distintos actores?
Pacientes- Seguir las indicaciones de los profesionales de la salud, no automedicarse y no tomar ni compartir antimicrobianos sobrantes son algunas de las claves para frenar este problema; así como prevenir infecciones que requieren antibióticos a través de buenas prácticas como lavarse las manos, preparar los alimentos de forma higiénica y mantenerse al día con las vacunas.
Profesionales de la salud- Ser una fuente de orientación sobre el correcto manejo de los antimicrobianos. Los profesionales de la salud y los sistemas de salud deben preservar la eficacia de los antimicrobianos brindando tratamientos adecuados basado en un diagnóstico preciso
Líderes de la industria- Invertir en nuevos desarrollos. Durante más de 100 años, MSD ha desempeñado un papel importante en el descubrimiento y desarrollo de nuevos fármacos y vacunas para combatir enfermedades infecciosas; además de participar en iniciativas de vigilancia, colaborando con hospitales para implementar programas de uso racional de antimicrobianos, y abogando por cambios sustanciales en las políticas públicas de salud.
Veterinarios y productores- Fomentando un uso adecuado y bajo prescripción de antimicrobianos en la producción animal. Es importante que se evite el uso de antimicrobianos en la producción a través de buenas prácticas de higiene, bioseguridad y vacunación, además de un correcto diagnóstico de enfermedades infecciosas en animales.
Con el objetivo de reducir eficazmente la RAM, es importante que todos los sectores actúen de forma coordinada para utilizar los antimicrobianos de forma prudente y adecuada, adoptar medidas preventivas para disminuir la incidencia de las infecciones y seguir buenas prácticas en la eliminación de residuos antimicrobianos contaminados.