Las autoridades francesas lanzaron el martes una gran persecución después de que hombres armados con pasamontañas tendieran una emboscada a una furgoneta de prisión en el norte de Francia para liberar a un traficante de drogas conocido como «La Mosca», matando a dos guardias de prisión en el proceso e hiriendo gravemente a otros tres.
El descarado ataque planificado subraya la creciente amenaza de los delitos relacionados con las drogas en toda Europa, el mercado de cocaína número uno del mundo. Tuvo lugar alrededor de las 11:00 de la mañana en un peaje de Incarville, en la región de Eure, en el norte de Francia.
El recluso fugitivo, llamado Mohamed Amra, es un traficante de drogas de 30 años procedente del norte de Francia, dijeron fuentes policiales. Una de las fuentes dijo que Amra es sospechosa de ordenar un asesinato en Marsella y tiene vínculos con la poderosa pandilla «Negros» de la ciudad. El ministro del Interior, Gérald Darmanin, dijo que se había iniciado una importante persecución.
«Se están utilizando todos los medios para encontrar a estos criminales. Siguiendo mis instrucciones, se movilizaron varios cientos de policías y gendarmes», escribió en X.
El ministro de Justicia, Éric Dupond-Moretti, dijo que la camioneta de la prisión fue atacada mientras Amra era conducida desde una prisión en Evreux para reunirse con un juez de instrucción en Rouen. Dijo que dos de los agentes heridos se encontraban en estado crítico.
«Se hará absolutamente todo lo posible para encontrar a los autores de este crimen despreciable», dijo a BFM TV. «Estas son personas para quienes la vida no significa nada. Serán arrestados, juzgados y castigados según el delito que cometieron».
Las imágenes en las redes sociales mostraban al menos a dos hombres con pasamontañas y portando rifles dando vueltas cerca de una camioneta que estaba en llamas. La camioneta parecía haber sido chocada contra la parte delantera de la camioneta de la prisión.
El presidente Emmanuel Macron se declaró «conmocionado» por el ataque, en un mensaje en la red X, y afirmó que las autoridades serán «inflexibles» a la hora de buscar a los responsables.
Una avalancha de cocaína que ingresa a Europa cada año ha acelerado el crimen organizado en todo el continente, provocando confrontaciones cada vez más violentas con la policía y guerras territoriales mortales entre pandillas. Los asesinatos relacionados con las drogas ahora rivalizan con el terrorismo como la principal amenaza a la seguridad de la Unión Europea, según la Comisaria de Asuntos Internos del bloque, Ylva Johansson.
Marsella ha sido el epicentro de la violencia de las pandillas en Francia, con una guerra particularmente violenta entre clanes traficantes.
