El polaco Donald Tusk fue reelecto hoy para un nuevo mandato de dos años y medio como presidente del Consejo Europeo, pese la oposición de su propio país.
El nombre de Tusk, cuyo mandato expiraba el próximo 31 de mayo, fue respaldado por todos los demás países de la Unión Europea (UE) al inicio de una cumbre de dos días en Bruselas.
El presidente francés François Hollande justificó su apoyo “por razones de continuidad, coherencia y estabilidad”, al igual que el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker.
«He estado trabajando con el señor Tusk de la mejor manera posible y me gustaría continuar», dijo Juncker.
Al llegar para la cita, la primer ministra polaca, Beata Szydlo, amenazó con bloquear las conclusiones de la cumbre en caso de que los demás países ignoraran la oposición de su país a la reelección de Tusk, un hecho inédito en la historia de la mancomunidad.
El gobierno conservador de Varsovia, liderado por el partido Ley y Justicia (PiS), reprocha a Tusk haber apoyado una eventual decisión de la UE de sancionar a Polonia por la aprobación de leyes consideradas autoritarias.
Muchos líderes europeos criticaron la posición desafiadora de Polonia, como Hollande, quien señaló que la UE se encuentra en un momento en el que “debe afirmar su unidad, ser firme frente a un cierto número de presiones sobre ella”.
La presidenta de Lituania, Dalia Grybauskaite, se negó a su vez a ser “rehén de la política nacional dentro de Polonia” y comparó la situación a una guerra de truenos.
Primer ministro de Polonia antes de asumir el comando de la UE, en diciembre de 2014, Tusk es el segundo presidente del Consejo Europeo y el primero en repetir mandato.
El puesto fue creado por el tratado de Lisboa y inaugurado por el ex primer ministro de Bélgica, Herman Van Rompuy, en enero de 2010.