Llevamos 13 años Soportándolos en CDMX
Los Gobiernos Protegen Grupos Vandalistas
Roban, Destruyen, Asaltan, Golpean e Incendian
Mañana se recuerda el inicio del Movimiento Armado de 1910,
llamado Revolución Mexicana. La tarde del 18 de noviembre con
el ataque a la casa de los Hermanos Serdán Alatriste, estalló la
lucha para derrocar a Porfirio Díaz. La Decena Trágica y el arribo
de un presidente usurpador. Siguió el asesinato del Presidente
Francisco I. Madero y del Vicepresidente José María Pino Suárez.
Prolongada Lucha Fratricida, por el poder, entre Villistas,
Zapatistas, Carrancistas y Obregonistas. Termina, en mayo de
1920, con el asesinato del presidente Venustiano Carranza.
Los habitantes, turistas, comerciantes, hoteleros, restauranteros,
automovilistas y transportistas, en la Ciudad de México, deben
soportar a los delincuentes vestidos de negro y encapuchados que
actúan impunemente para “reventar” manifestaciones.
Esos sujetos “anónimos” generalmente actúan al cierre de la
marcha, en el Zócalo. Tiene una estrategia perfecta.
Desde el día de la toma de posesión presidencial de Enrique Peña
Nieto, los anarcos como los llamó la autoridad en ese entonces, se
multiplicaron y ahora son conocidos como Bloque Negro que opera
en las céntricas calles capitalinas, con toda libertad.
La policía resulta un adorno. Sus integrantes, mujeres y hombres,
son blanco directo de esos delincuentes.
Mujeres y hombres forman vallas, hacen filas, se encargan de ser
testigos visuales, tanto los de a pie, como los que llegan en caballo
o en vehículos policíacos. Van tan indefensos que ni el tolete llevan.
La instrucción oficial, ordenan, los altos mandos de la Ciudad y de
Palacio Nacional, cero intervenciones ni para defenderse de los
delincuentes encapuchados. En uno de los eventos hubo casi 100
uniformados heridos y… ¡cero detenidos!
En uno de los eventos, se capturó a uno de los mozalbetes en el
momento que estaba robando en una joyería. Nunca se supo más
de ese individuo. Debió ser procesado no sólo por los daños, sino
por el hurto que cometía al ser sorprendido por los policías.
El sábado se informó que fueron 40 detenidos. ¿Quiénes son? ¿Qué
autoridad los está interrogando? ¿Intervino la Fiscalía de la Ciudad
de México?
EL MISTERIOSO BLOQUE NEGRO
De un tiempo para este fin de año se habla de la participación de
sujetos integrantes del Bloque Negro al finalizar las
manifestaciones, sociales o políticas, en plena Plaza de la
Constitución.
Esos sujetos a los que se les identifica como “jóvenes anónimos”.
Los clasifican las autoridades citadinas y la federal como “un grupo
de anarquistas, anticapitalistas y antifascistas”.
Dos preguntas: ¿Cómo saben que son jóvenes? ¿Por qué
determinan a que línea pertenecen?
Actúan simultáneamente. No gritan. No se hablan entre ellos. No
hay un líder, aparente.
Expertos en fabricar las llamadas “bombas molotov”, botellas con
gasolina y una mecha, para provocar incendios en los
establecimientos comerciales y proceder al robo. Entrenados para
golpear a las personas y huir en el momento preciso.
NO VEO, NO OIGO, SOLO HABLO
La señora presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y la jefa de
Gobierno, Clara Marina Brugada Molina, ¿en siete años, como
funcionarias, siguen ignorando quiénes son esos “jóvenes”?
“Los Encapuchados” siempre, sin excepción, agreden a las y los
policías de uniforme azul. Parece que esa es la consiga oficial.
No distinguen el grado ni les interesa saberlo. Se ha oído que esos
vándalos proceden en “autodefensa frente a la represión estatal”.
Censurable la postura adoptada en Palacio Nacional. Asegura la
presidenta “ya sabemos quiénes los organizan”, refiriéndose a los
manifestantes “de la oposición” y apunta que son “los de la
derecha”. Jamás da nombres y apellidos de los presuntos
organizadores y patrocinadores.
El pasado lunes el colega Sergio Sarmiento recordaba que el 5 de
junio de 2020, la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum declaró: “La
policía no está para reprimir al pueblo sino para darle paz y
seguridad. Por ello desaparecimos el cuerpo de granaderos… El
abuso de la autoridad no debe tolerarse”.
El mismo editorialista señala que ahora, la presidenta tiene “un
cuerpo de policías con el mismo equipamiento y tácticas de
operación”.
INTERROGANTES SIN RESPUESTA
Saltan otras preguntas:
¿Por qué proceden Claudia y Clara igual que el tabasqueño,
negándose a investigar quiénes son los encapuchados?
Desde el sexenio anterior, los argumentos: “no somos iguales”, “no
somos represores”, pierden validez total. Son peores, insisto, ¿por
qué protegen a los vándalos?
Amurallado Palacio Nacional. Ponen todo tipo de barreras. Cierran
tránsito en céntricas calles. Frenan todo movimiento de la gente
que se manifiesta pacíficamente. Los peatones deben tomar
medidas precautorias. Los accesos en la Estación Zócalo, del Metro,
son bloqueadas; si acaso, dejan libre la del extremo Norte.
¿Será que si saben muy bien quienes son los integrantes del Bloque
Negro?
¿Los entrenan avezados policías?
Es cierto, no son iguales a los de otra época. Los Halcones, en 1971,
golpeaban y asesinaban, pero no se cubrían el rostro. Los
entrenaba un militar de alta graduación. Los armaban con largas y
gruesas varas, garrotes de gran tamaño.
¿Cuántas carpetas (expedientes) están abiertos en las Fiscalías de la
Ciudad de México y la General de la República, en torno a los
hechos registrados la tarde noche del 2 de octubre pasado?
Los daños fueron estimados en muchos millones de pesos.
Saquearon joyerías; uno de los afectados calculó el robo en más de
tres millones de pesos, y… ¡silencio oficial!
En Chilpancingo y otras poblaciones guerrerenses han aparecido los
delincuentes cubiertos, del rostro, con paliacates. Se reporta que
son alumnos de Ayotzinapa, de la Escuela Normal que hace años
está en lucha por la desaparición de 43 de sus compañeros.
URGE LA ACCIÓN OFICIAL
Frente a los acontecimientos, iniciados en diciembre de 2012, es ya
tiempo para que los servicios de inteligencia civil y militar nos
informen quiénes son los patrocinadores de esos terroristas,
porque sobrepasan la línea delincuencial.
Debe ser enterada la sociedad de que fines se persiguen, porque
solo aparecen al realizar las marchas, porque los jóvenes, si es que
nada más son jóvenes, vandalizan y se retiran tranquilamente. La
policía nunca los toca.
En este comentario periodístico sigo de preguntón:
¿Dónde los entrenan? ¿Quién realiza esa labor?
¿De dónde sale el dinero para la compra o confección de
uniformes, capuchas, pasamontañas, zapatos o botas?
¿Tienen remuneración económica los “jóvenes”?
Qué triste sería que alguno de estos días, las respuestas estuvieran
contenidas en un comunicado norteamericano en las páginas del
diario español El País.
REACCIONES OFICIALES
Durante la mañanera del lunes, la presidenta Claudia Sheinbaum
Pardo dedicó varios minutos para asegurar que los de su
Movimiento de Regeneración Nacional luchan en forma pacífica, no
agreden a la policía y condenó a los grupos de golpeadores.
Dijo que insistió que ha ordenado a la Fiscal de la Ciudad de
México, una investigación y sean sancionados los responsables de
los daños que se registraron en el evento. No hizo mención para
nada de los encapuchados.
Bertha María Alcalde Luján, la Fiscal Capitalina, informó que
detuvieron a 29 personas. Ante el Juez Cívico presentaron a 10;
bajo proceso penal quedaron: tres por tentativa de homicidio, cinco
por resistencia de particulares y 10 por lesiones. Un menor de edad
fue enviado al Sistema de Justicia para Adolescentes.
No se indicó si alguno de los 29 detenidos pertenece al Bloque
Negro. Tampoco se mencionó que vayan a investigar sobre
particular.
El secretario de Seguridad en la Ciudad de México, Pablo Vázquez
Camacho, declaró que por “episodios de posible uso excesivo de la
fuerza, se iniciaron investigaciones administrativas internas”.
Con ello los gobiernos federal y local fundamentan su política de
“no violar los protocolos policíacos”. ¿Los policías no deben
defender su integridad física?
[email protected]










