El Poder No Se Comparte, Es Unipersonal
Decisiones Internas y Externas, Firmes
Juan Ramón y Omar, Cartas Fuertes
JORGE HERRERA VALENZUELA
Sin Desconocer lo Realizado para Dejar el Trono a La Primera
Presidenta de México, el Tabasqueño Debe Tocar Retirada y Dejar
en Libertad a la Doctora Claudia Sheinbaum Pardo. El Futuro de
México le Corresponde Trazarlo a Ella… ¡Entiéndalo!
La situación en que se encuentra el País, política y socialmente
exige una cirugía mayor.
Crearle más problemas a la Presidenta Sheinbaum, da la impresión
de que el Presidente de México quiere agregar una frase más a su
repertorio:
“¡Aquí Mando Yo, Les Guste o No les Guste!”
O como decía un toluqueño, “Les cuadre o no les cuadre, yo soy su
padre”.
Quien recibió el apoyo de más de 35 millones de votos, sabe lo que
implica el encabezar una nueva administración sexenal. Las
ciudadanas y los ciudadanos depositaron en ella la confianza y
desean que no los defraude.
La Presidenta Electa, Claudia Sheinbaum Pardo, por ahora está
entre la espada y la pared, porque es a ella a quien recurren
mexicanos y extranjeros para ir proyectando el futuro de relaciones
y negocios a celebrar en la República Mexicana los próximos seis
años.
El tabasqueño intenta un clima de incertidumbre, muy perjudicial
para el entrante gobierno. Aparenta felicidad y tranquilidad e invitó
a Claudia para que lo acompañe en el recorrido por la República.
No debería de aceptar la Primera Presidenta.
Contados a partir de mañana jueves 13 de junio, al Presidente de
México le restan 107 días para terminar su misión.
Ya no es el hombre al que los empresarios, industriales, banqueros,
comerciantes, dirigentes sociales y políticos, estarán buscando, ya
no le pedirán más favores.
Está en un segundo nivel y tiene que aceptarlo, pese a lo que diga,
declare y sentencie.
Ahora los reflectores están hacia la oficina donde temporalmente
despache la doctora Sheinbaum Pardo.
Claudia, es el rico panal al que van todas las abejas.
Le corresponde programar su muy amplia agenda, sin eludir a
ningún solicitante, porque gobernará para todas y todos.
NO COMPARTIR EL PODER
Una de las reglas no escritas, pero vigentes, para quienes asumen el
mando de una empresa, de un negocio, de una institución, es la
que aceptar la responsabilidad del manejo completo que se dé.
En la política es muy claro: EL PODER NO SE COMPARTE, menos
cuando éste corresponde al Presidente de los Estados Unidos
Mexicanos, ahora será a la Presidenta.
¿Qué sucedería si la Presidenta comparte el poder?
Demostraría debilidad, dejaría ver incapacidad para gobernar,
permitiría sujetarse a las acciones en las que no esté de acuerdo.
Recuerde, Señora Presidenta, el amor, el dinero y el poder, no se
ocultan.
Hay que actuar con sensibilidad, templanza, serenidad y poner en
práctica las facultades conciliatorias.
Cabe la tolerancia. Todo tiene su límite. Se enérgica, no es proceder
autoritariamente. Consultar, analizar y proceder, es positivo.
Toda la responsabilidad de lo bueno y lo malo de un gobierno, en
cualquiera de sus niveles, se atribuye al titular del mismo.
Es común que digamos, escribamos y comentemos: “en el gobierno
del presidente…”, no citamos en particular a otra persona o
colaborador gubernamental, sino al que dirigió en el sexenio.
Lo que no cambia, a pesar de lo que se comente en los pasillos
presidenciales, es que al Presidente de México no se le contradice.
Si se equivoca, puede volver a equivocarse. Doña Claudia queda en
esa ubicación.
Sí, pero también no tendrá defensa si es obstinada, mentirosa,
engañadora, difamadora, divisionista y automarginada en la
solución de los problemas.
Lo estamos viviendo desde 2018, en las mañaneras de Palacio
Nacional.
No se ha detenido el tabasqueño en señalar los caminos del nuevo
sexenio.
Sin embargo, la doctora Sheinbaum Pardo ya consiguió que lo
relacionado con la reforma al Poder Judicial Federal sea tema de
discusión nacional, antes de entrar al debate entre diputados y
senadores.
Debería darse cuenta que constitucionalmente su poder está abajo
del 50 por ciento y terminará el 30 de septiembre, a las 0:00 horas.
La oportunidad del que empezó en diciembre de 2018, de hecho,
llegó a su final.
México peligra en los 30 días del venidero septiembre. Los
momentos restantes que el de Tabasco desea imponer su Plan C,
apoyado por los “nuevos” diputados federales, sin percatarse del
daño que entraña para quien lo va a suceder.
NO MÁS MAXIMATO
Sí, ya hubo un “Maximato” en México.
El poderío político del sonorense Plutarco Elías Calles se impuso
diez años y sucumbió a los dos primeros del primer sexenio, el del
general Lázaro Cárdenas del Río.
Reacomodó medio gabinete y a Calles lo puso en un avión, con seis
de sus colaboradores, para mandarlo al exilio, California. “Señor
General tiene media hora para subir al avión”, palabras del enviado
presidencial.
Los tiempos han cambiado. Los personajes también. Los mexicanos
no queremos un “maximato” y no deseamos más divisionismo.
Puede o no darse un distanciamiento, no rompimiento, entre el
presidente saliente y la sucesora. ¿Por qué? Ella es la que mandará,
decidirá y se enfrentará a solucionar las demandas de la ciudadanía.
IMPONER SU SELLO GOBERNANTE
Comento que la doctora Sheinbaum tendrá que imponer su propia
personalidad como Presidenta de México, sin que haya separación
de quien la proyectó anticipadamente para despachar en Palacio
Nacional, donde él vivió seis años.
Las dos preguntas que se me antojan:
¿Dónde establecerá su nueva residencia la Presidenta Claudia?
¿Dejará que militares y marinos continúen fuera de los cuarteles y
cumpliendo tareas que no les corresponden?
Ya no será una ciudadana común y corriente.
Necesita de los espacios para atender a sus invitados, nacionales y
extranjeros. Hasta ahora no sé si Los Pinos se mantendrá como casa
cultural y museo.
Al asumir la responsabilidad de Comandanta Suprema de las
Fuerzas Armadas, se presume que la Primera Presidenta de México
debe contar con su guardia militar, su Estado Mayor.
Claudia cuenta con una garantía al estar en su equipo el doctor
Juan Ramón de la Fuente Ramírez, Coordinador del Equipo de
Transición del Gobierno.
Es una persona reconocida en sus funciones académicas y
diplomáticas, además de su breve paso como titular de la
Secretaría de Salud.
Durante la campaña la doctora Sheinbaum fue reiterativa en
difundir la obra del actual gobierno, habló de que se haría el
segundo piso de la cuarta transformación, de continuidad de la
obra sexenal del tabasqueño.
Bien, eso fue en la búsqueda del voto y fructificó en las urnas,
complaciendo al inquilino del colonial edificio ubicado en la Plaza
de la Constitución.
Tiene que mostrar que, sin romper con el pasado, afianzar el
presente de ella y proyectar el futuro de los mexicanos, son
factores determinantes para reflexiones que terminen en
soluciones firmes, definitivas e integrales para los problemas que
confrontamos.
NI GENIOS NI SABIOS, CAPACES
Después de compartir el pan y la sal con Presidente de México,
quien la recibió en la puerta de Palacio Nacional, la abrazó y le besó
en la mejilla, la Primera Presidenta informó que la próxima semana
dará conocer los nombres de quienes integrarán su gabinete
Estamos esperando y deseamos que invite a quienes tengan la
preparación profesional o la experiencia política administrativa y
principalmente el sentido de lo que es el servidor público.
Nada fácil es reunir al equipo. No se trata de conjuntar a genios ni
sabios. Ahora hay mujeres y hombres jóvenes maduros y adultos
que pueden ser elegidos para enfrentar tareas de tiempo completo.
Hemos tenido en los gabinetes presidenciales a personajes de la
política sin título profesional y demostraron capacidad en su
servicio. Don Adolfo Ruiz Cortines llegó a Presidente de la
República, luego de amplia trayectoria administrativa en Veracruz.
Don Alfredo del Mazo Vélez, primer gobernador sexenal del Estado
de México, antes fue legislador y después colaboró como Secretario
de Recursos Hidráulicos con su amigo López Mateos.
Tres más sin título profesional, políticos encumbrados. Álvaro
Obregón, sonorense que es el único presidente reelecto en nuestra
historia.
Se inició desde regidor en su natal Ciudad Juárez y culminó como
gobernador de Chihuahua, Teófilo Roberto Borunda Ortiz,
subsecretario de Agricultura en el sexenio ruizcortinista.
El tercero fue el singular yucateco Víctor Manuel Cervera Pacheco.
Comenzó como líder estudiantil universitario, pero no llegó a
titularse. Presidente Municipal de Mérida, diputado federal,
senador, líder la CNC, Secretario de Reforma Agraria y dos veces
gobernador de Yucatán.
DE LA FUENTE, OMAR Y LUZ ELENA
Me llama la atención, para bien de México, que estén ya en el
equipo presidencial el doctor Juan Ramón de la Fuente Ramírez y
el abogado criminalista Omar H García Harfuch, así como la
economista Luz Elena González.
El exrector de nuestra Máxima Casa de Estudios, la actual décima
universidad más importante del mundo, ha demostrado ser un
hombre sereno, analista, conciliador y diplomático. Es el actual
coordinador del equipo de transición del gobierno. Es garantía
donde quede colocado.
Tuvo un extraodinario desempeño en la Ciudad de México, al lado
de la hoy Primera Presidenta, al frente de la Secretaría de
Seguridad. No fue candidato a suceder a su amiga y jefa en el
gobierno citadino, porque el tabasqueño no lo quiere ni en pintura.
Omar Hamid García Harfuch seguramente será uno de los brazos
derechos de la doctora Sheinbaum.
La economista egresada de la UNAM, Luz Elena González Escobar,
con 15 años de experiencia en cargos administrativos relacionados
con su profesión, recién fue llamada por la presidenta para
integrarse en las tareas previas al 1 de octubre
Quien ya está invitado es el economista Rogelio Ramírez de la O,
titular de Hacienda y Crédito Público desde 2021. El anuncio de su
posible continuación fue hecho el 7 de mayo pasado y ese día dijo,
en una reunión con funcionarios del BBVA, “no es conveniente que
responda a la invitación de Claudia Sheinbaum”.
Por ahora se especula sobre el supuesto nombramiento. La
interrogante es, si fue Claudia por motu propio o por deseo del
tabasqueño para que le cubran la espalda, cuando menos un par de
años.
Para este comentarista periodístico y una mayoría de mexicanos no
simpatiza que entre, al gabinete, el queretano arturo zaldívar lelo
de larrea.
El exministro de la Suprema Corte de Justicia, autor del proyecto
presidencial para liquidar al Poder Judicial Federal y al Alto Tribunal
de Justicia, no conoce la palabra verguënza.
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