Con una asistencia de un millón 300 mil personas, la jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, encabezó el arranque del Gran Desfile de Día de Muertos de la Ciudad de México 2024 entre catrinas y catrines, flores de cempasúchil, máscaras, carros alegóricos y música, el cual, aseguró, forma parte de la tradición milenaria en la que festejamos con alegría la visita de nuestros difuntos este dos de noviembre y que es Patrimonio de la Humanidad.
«Con este desfile celebramos que el Día de Muertos está considerado como Patrimonio Cultural de la Humanidad, así que la Ciudad de México es una ciudad abierta al mundo, hermana de las grandes ciudades capitales y hogar, también, de los pueblos de América (…); hoy es un día simbólico y este desfile es parte de nuestras tradiciones. Por eso, decimos: De la Ciudad de México para el mundo, vivamos este gran desfile por el día de nuestros muertos. ¡Vivan nuestras tradiciones! ¡Viva el Día de Muertos!», destacó.
Desde la Puerta de los Leones del Bosque de Chapultepec, la mandataria dio la bienvenida a todas las personas que asistieron a disfrutar de este espectáculo y destacó la labor de las y los ciudadanos participantes y del gobierno capitalino para llevar a cabo este evento.
«Los invito a seguir a este gran desfile, que año con año se festeja, se trabaja intensamente para que más de 6 mil personas, artesanos, artesanas, de los PILARES, de las alcaldías, de los pueblos originarios representantes, trabajan para traer hermosos carros alegóricos, para traer la cultura a las principales calles de esta ciudad», comentó.
Acompañada de la secretaria de Cultura, Ana Francis López Bayghen; la secretaria de Turismo, Alejandra Frausto Guerrero; y de los demás integrantes de su gabinete, la mandataria recordó que cada año las plazas de los pueblos y las calles de la capital se llenan de ofrendas, cempasúchil, copal, mole y papel picado.
«Aquí, para los mexicanos, para las mexicanas, la muerte no es el final, sino es parte del camino, y es un camino no solo de ida, sino también de vuelta, y cada año los muertos regresan del Mictlán a nuestra ciudad y a nuestros hogares», complementó.
Clara Brugada presenció el arranque del desfile con “Iztapaxolotl”, una marioneta de ajolote de siete metros de altura elaborada en el taller El Volador, además de la representación de las esculturas de barro vivientes «Figuras del Mictlán».
Capitalinas y capitalinos, visitantes de otras entidades del país y del extranjero, abarrotaron los ocho kilómetros de la ruta para observar el espectáculo. Hubo quienes llegaron desde las 09:00 horas para ver en primera fila el desfile, preparados incluso con banquitos y sillas plegables. Gritaron y aplaudieron durante el paso de los contingentes.
Mujeres y hombres, niños, jóvenes, adultos y adultos mayores desfilaron con trajes regionales de nuestro país, máscaras y disfraces multicolores. Más de 600 catrinas y catrines, además de axolotes, diablitos, mariachis, dioses prehispánicos, entre otros personajes, avanzaron por las calles a pie, en patines o bicicleta, junto con 71 carros, ocho grupos con mojigangas, siete carros alegóricos y 16 comparsas musicales.
Entre los participantes estuvieron también mil 600 integrantes de los Puntos de Innovación, Libertad, Arte, Educación y Saberes (PILARES); mil 300 de la Secretaría de Cultura capitalina y 500 de las Unidades de Transformación y Organización para la Inclusión y la Armonía Social (UTOPÍAS), quienes a través de sus vestuarios demostraron su creatividad así como el homenaje a diversas tradiciones del país.
Los contingentes avanzaron entre batucada, música de banda, rock, y marimba. Desfilaron los carros alegóricos del Salón Los Ángeles al ritmo de danzón; hubo contingentes para conmemorar los aniversarios luctuosos de Lucha Villa, David Alfaro Siqueiros y también para celebrar a mujeres Ilustres como Rosario Castellanos, Frida Kahlo y Sor Juana Inés de la Cruz.
El Gran Desfile de Día de Muertos surgió en 2016 para resaltar esta tradición y su trayecto abarca el Paseo de la Reforma, avenida Juárez y Cinco de Mayo hasta el Zócalo.