Una mujer secuestrada por comandos de Hamás que atacaron Israel el 7 de octubre dio a luz en Gaza, afirmó la esposa del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu en una carta divulgada el miércoles por la oficina del jefe de Gobierno.
«Una de las mujeres secuestradas por Hamás estaba embarazada. Dio a luz a su bebé en cautiverio», escribió Sarah Netanyahu en la carta dirigida a la primera dama estadunidense, Jill Biden.
La carta afirma que entre los rehenes que Hamás llevó a la Franja de Gaza hay 32 niños, entre ellos un bebé de 10 meses. Las autoridades israelíes nunca revelan la identidad de los rehenes, pero según el Foro de Familias de Rehenes se trata de Kfir Bibas, que tenía 9 meses cuando fue secuestrado en el kibutz Nir Oz junto a su hermano Ariel, de 4 años, y a sus padres Yarden y Shiri.
«Debemos hablar en nombre de esos niños. Debemos llamar a su inmediata liberación y a la de los demás rehenes», afirma Sarah Netanyahu en su misiva.
En el ataque del 7 de octubre, los comandos de Hamás mataron a unas mil 200 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a 239, según el balance de israelí. Qatar oficia de mediador para tratar de obtener la liberación de rehenes a cambio de una tregua y de la liberación de palestinos detenidos en Israel.
El presidente estadunidense, Joe Biden, afirmó el martes que veía posible un acuerdo, aunque los dirigentes israelíes se expresan con prudencia al respecto y reiteran que su objetivo es «aniquilar» a Hamás y liberar a todos los rehenes.
Soldados israelíes toman el hospital Al Shifa de Gaza
Decenas de soldados israelíes, algunos de ellos encapuchados y disparando al aire, ordenan rendirse a los gazatíes refugiados en el hospital Al Shifa. La batalla en torno al mayor hospital de Gaza ha llegado hasta sus pasillos. Por medio de altavoces, y en árabe, los soldados israelíes ordenan a los pacientes: «todos los hombres de 16 años en adelante, manos arriba y salgan de los edificios hacia el patio interior para rendirse».
Dicho esto, cientos de jóvenes salen de los diferentes servicios del inmenso complejo, situado en la ciudad de Gaza, en el norte de la Franja, donde se concentran los combates entre los tanques israelíes y los combatientes del movimiento islamista Hamás, en el poder en este territorio palestino. En la batalla, Hamás cuenta con el apoyo de la Yihad Islámica, otro movimiento palestino. Ambas organizaciones están consideradas como «terroristas» por Israel, Estados Unidos y la UE.
La Casa Blanca dijo que fuentes de inteligencia estadounidenses corroboraron la afirmación israelí de que Hamás y la Yihad Islámica cuentan con un centro de mando debajo del hospital Al Shifa. Israel ha acusado desde hace años a ambos movimientos de usar a los civiles palestinos a modo de «escudos humanos».
Hamás lo niega, y ha reclamado en varias ocasiones una visita de comisiones de investigación internacionales. El gobierno del movimiento islamista palestino ha acusado igualmente al ejército israelí de cometer «un crimen de guerra y un crimen contra la humanidad».
Según la ONU, unas 2 mil 300 personas, entre ellas numerosos pacientes, personal médico y personas desplazadas por el conflicto, se encuentran en el hospital Al Shifa, rodeado desde hace días por las tropas israelíes. El 7 de octubre, Hamás lanzó un ataque sorpresa en el sur de Israel en el que murieron unas mil 200 personas, en su mayoría civiles, según las autoridades israelíes.
Desde entonces, el ejército israelí ha bombardeado a diario la Franja de Gaza. Más de 11 mil palestinos han muerto en esos ataques, según el ministerio de Salud de Hamás.
Según médicos y oenegés internacionales, cualquiera que salga del centro se arriesga a recibir los disparos de las fuerzas israelíes. Periodistas indicaron que los soldados disparaban a las ventanas si alguien asomaba la cabeza.
Este miércoles de mañana, columnas enteras de palestinos, con las manos al aire, afluyeron al patio del hospital, desde el servicio de quemados, la maternidad -blanco reciente de disparos-, el departamento de cirugía y hasta el servicio de diálisis, de acuerdo con este periodista bloqueado desde hace días en Al Shifa, adonde fue a realizar unas entrevistas. Según la misma fuente, el ejército israelí detuvo a unas 200 personas, y las obligó a quedarse en ropa interior.
En el interior, los soldados disparan al aire de habitación en habitación, en busca de combatientes de Hamás. Mujeres y niños asustados y llorando han sido cacheados, y otros ha tenido que pasar por un puesto equipado de una cámara de reconocimiento, según la prensa. Adentro del complejo hay tanques israelíes, apostados delante de varios servicios, incluido el de urgencias. En los últimos días, los generadores dejaron de funcionar por falta de carburante, consecuencia del asedio impuesto por Israel desde el 9 de octubre.
Natalie Thurtle, una de las coordinadoras de Médicos Sin Fronteras en los Territorios Palestinos, explicó que no será «posible» evacuar a pacientes que en su mayoría «no pueden desplazarse», y menos aún teniendo en cuenta la situación de seguridad alrededor del hospital.
Al menos nueve bebés prematuros murieron tras ser sacados de sus incubadoras, y 27 pacientes en cuidados intensivos fallecieron porque no disponían de un respirador que funcionara, según el ministerio de Salud de Hamás. En el complejo se abrió una fosa común, donde ya hay 179 cadáveres, según el director del hospital, el doctor Mohammed Abu Salmiya.
El ejército israelí dijo haber enviado equipos médicos y soldados que hablan árabe para su operación en una «zona específica» de Al Shifa. Este miércoles de mañana, dijo también haber entregado «incubadoras, comida para bebés y material médico» durante la operación.