Un observador de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) murió y otro resultó herido hoy al estallar una mina al paso de su vehículo en el que viajaban en la provincia ucraniana de Lugansk, informaron fuentes policiales locales.
Uno de los vehículos del convoy de la OSCE fue alcanzado de lleno por la mina antipersonal, mientras un segundo carro resultó intacto en la explosión que ocurrió cuando se encontraban a la altura de la localidad de Prishib, cerca del límite de la zona de conflicto en el este de Ucrania, la llamada “línea de contacto”.
Los dos vehículos de la misión de la OSCE para el este de Ucrania se desplazaban de Slavianoserbsk a Sokolniki, de acuerdo con fuentes de las milicias separatistas de Lugansk consultadas por la agencia rusa de noticias Sputnik.
“Al parecer el convoy se salió de la ruta habitual y se desplazaba por carreteras secundarias, lo que está prohibido por el mandato de la misión de observación de la OSCE”, dijo Eduard Basurin, subcomandante de las milicias rebeldes.
En su cuenta de Twitter, el presidente en ejercicio de la OSCE y ministro de Asuntos Exteriores de Austria, Sebastian Kurz, reconoció la muerte del observador y demandó una investigación del incidente para que los responsables del ataque respondan de sus actos.
“Trágicas noticias desde Ucrania. Una patrulla de la Misión de Observación Especial chocó con una mina. Un miembro de la patrulla resultó muerto y otro herido. La muerte de un colega es un revés para toda la OSCE”, dijo.
Las fuerzas de seguridad separatistas no descartan que la mina haya sido colocada por grupos subversivos ucranianos activos en la zona de separación.
Cientos de observadores de la OSCE se encargan de controlar el respeto de los acuerdos de paz de Minsk en el este rebelde prorruso de Ucrania, en el que han muerto más de 10 mil personas desde que empezó el conflicto, en abril de 2014.
Aunque los Acuerdos de Paz de Minsk, alcanzados en febrero de 2015, pusieron fin a la guerra a gran escala entre el Ejército ucraniano y las milicias insurgentes prorrusas, las escaramuzas son constantes, al igual que las bajas en ambos bandos.
Las negociaciones de paz están estancadas, entre otras cosas por la falta de acuerdo sobre las elecciones en las zonas controladas por los separatistas, ya que Kiev exige garantías de seguridad y la presencia de observadores internacionales.
Con información de agencias.