Con demasiados “bombos y platillos”, esta errada y llamada cuarta transformación, ahora
en su segundo piso, festejó la pausa de 90 días que el presidente de los Estados Unidos,
Donald Trump otorgó graciosamente al gobierno de Claudia Sheinbaum para la entrada
en vigor de los aranceles.
El que el inquilino de la Casa Blanca corra los plazos, no es nuevo, así como tampoco que
la presidenta reitere que frente al gobierno de los Estados Unidos, hay que mantener la
“cabeza fría”.
Lo que sí debería de terminar por comprender la jefa del Ejecutivo, es que una nueva
pausa no es haber conseguido la victoria; ni siquiera puede considerarse que se haya
ganado una batalla. Si por algo se caracteriza el presidente Trump es por ser una
personalidad inesperada, estrambótica y enredada en todos los sentidos. Hoy dice una
cosa y al día siguiente, depende de cómo amanezca, puede salir con algo totalmente
distinto, de cualquier manera, nadie podría negar que México, está a expensas de la Casa
Blanca.
Por un lado, la vocera del gobierno estadunidense, Karoline Leavitt aseguró que los
gobiernos –el mexicano y el de EU-, continuarán trabajando estrechamente y más porque
nuestro país hace frontera con el poderoso vecino del norte.
No obstante, Leavitt reiteró que México continuará pagando los aranceles que ya fueron
establecidos por su gobierno como el 25% en fentanilo; el 25% en autopartes, así como el
50% en acero, aluminio y el cobre, el cual fue agregado a la lista de manera reciente.
Mientras, por el otro lado, recientemente, Tom Homan, encargado del Servicio de Control
de Inmigración de Aduanas, se comprometió a que los cárteles del narcotráfico sean
“borrados de la faz de la tierra”. Agregó, “esto hará que no solo este país (Estados Unidos)
sea más seguro, sino también México” y por ende, se requiere de una acción conjunta.
Ahora bien, aquello que dijo el zar fronterizo estadunidense en el sentido de que los
carteles mexicanos están “quebrados”, quién sabe qué tan cierto sea; cuestión de
percatarse la actividad y brazos que tiene en México cárteles como el Jalisco Nueva
Generación.
Tampoco hay que soslayar que dos de “los Chapitos”, Ovidio y Joaquín Guzmán López, ya
se encuentran desde hace algún tiempo en los Estados Unidos.
FESTEJO POR TODOS LADOS
Los que dieron un larguísimo suspiro de alivio en el marco de estas negociaciones, fueron
los secretarios de Economía, Marcelo Ebrard y el de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de
la Fuente; como si ni ellos mismos se hubieran creído que su jefa hubiera conseguido una
nueva prórroga por parte de su contraparte Donald Trump.
Esto se puede comprobar si se revisan las declaraciones que un día antes de la llamada
“mágica” entre Sheinbaum y Trump hiciera el titular de Economía, manifestando con
preocupación que los funcionarios mexicanos involucrados en el tema habían hecho todo
lo humanamente posible para frenar los aranceles con los que cada cierto tiempo
amenaza el inquilino de la Casa Blanca.
Ahora sí que Ebrard sintió que se le perdieron las oportunidades de ser el “súper héroe”
en estas negociaciones, como cuando formaba parte del gabinete de Andrés Manuel
López Obrador como canciller y se “cubrió de gloria” por haber negociado las vacunas
contra Covid-19.
Desde luego que en esta ocasión y en el tema que nos ocupa, toda la gloria y el
reconocimiento tenía que ser ni más ni menos que para la presidenta Sheinbaum “le guste
o no le guste”, como diría un clásico, a Marcelo Ebrard.
Ni ellos mismos, el titular de la SE y el de la SRE se la creían, pero lo cierto es que ahora
tendrán noventa días en los que deberán demostrar qué pueden hacer porque, se reitera,
una prórroga no es la victoria.
MUNICIONES
*** Los comentarios y rumores sobre la posible destitución del secretario de Relaciones
Exteriores, Juan Ramón de la Fuente, algo se disiparon luego de la prórroga, sin embargo,
continúan por ahí rodando, así como la solicitud que ha venido haciendo la oposición,
especialmente el PRI en el Senado de la República, para que el canciller, junto con el
secretario Marcelo Ebrard, comparezcan para dar los detalles de las negociaciones. El
coordinador de la bancada del tricolor en la Cámara Alta, Manuel Añorve lo puntualizó:
“Nosotros lo hemos pedido, pero aquí hay un manto protector de morena, no quieren que
toquemos a los funcionarios ni con el pétalo de una rosa y no queremos tocarlo,
solamente queremos dialogar, que nos digan sus razones. Que digan por qué no están
logrando cerrar la negociación con el gobierno de Estados Unidos… Morena terminó con
las comparecencias porque quieres citar el Secretario de Salud por la falta de
medicamentos que hay en los hospitales públicos, no lo permiten. Quieres citar al
Secretario de Agricultura, Ganadería, tampoco lo permiten por el tema de gusano
barrenador, no quieren ni tocar los temas en la Comisión Permanente”.
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