¿Voluntariamente a fuerzas?, esta es la pregunta que viene a colación luego de que se
supo que Morena enfila sus baterías y toda su artillería a los dos estados que tendrán
elecciones en este año: Veracruz y Durango y donde el operador principal es ni más ni
menos que Andrés López Beltrán, bueno más bien es el instrumento de la mano que
mece la cuna desde Palenque.
Así, diputados federales iniciaron una especie de “cargada” en ambas entidades cuyo
objetivo central es realizar el mayor número de afiliaciones posibles y al mismo tiempo,
organizar dichos comicios así como de las maniobras y maromas de las que echarán mano
para que el partido guinda obtenga el triunfo al precio que sea.
Fue a partir del fin de semana que acaba de transcurrir, según se supo, que el mismísimo
Andy López les encargó que arrancaran con esta labor y fue el presidente de la Junta de
Coordinación Política de la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal el que dio a conocer
que los legisladores apoyarán solo fines de semana y en sus días libres, pero considerando
que se trata de una misión muy intensa por varios meses, lo más probable es que se
tomen mucho más que esos días de asueto porque la instrucción es precisa.
Asimismo, no hay que olvidar que están bajo las órdenes del expresidente López Obrador
y a él sí le hacen caso y no le cambian “ni una coma” a nada de lo que él diga o haga, algo
muy, pero muy diferente a como “pelusean”, – como se dice hoy-, a la presidenta Claudia
Sheinbaum, a la que le cambian mucho más que una coma y en muchas ocasiones pasan
sobre ella.
Por otra parte, el diputado Monreal garantizó la seguridad de los diputados y diputadas y
que en el trabajo encomendado, no habría ninguna violación a la ley electoral. ¿Será?
Esto último es algo muy difícil de creer; cuestión de recordar la manera en que Morena y
sus rémoras construyeron, (más que construir se agandallaron), una mayoría artificial
luego de las elecciones presidenciales de junio del año pasado y no importa que en este
caso se trate de dos estados.
En otro tema, no deja de llamar la atención la reunión que sostuvieron ayer con la
flamante secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez con el Grupo de buscadores
Guerreros de Jalisco por el tema de los horrores del Rancho Izaguirre en Teuchitlán,
Jalisco.
No son pocos los que opinan que la responsable de la política interna del país merecería
por lo menos un “jalón de orejas” porque durante la administración anterior, en su calidad
de secretaria de Seguridad Pública, lo único que hizo la titular de la Segob, fue defender la
pseudo policía de “abrazos, no balazos” y respeto a los derechos humanos de los
delincuentes que tanto impulsó López Obrador.
Y precisamente el expresidente le vino a esta errada y llamada cuarta transformación
ahora en su segundo piso como “anillo al dedo” porque a su administración se atribuyó la
carencia total de sensibilidad de funcionarios y la falta de ganas de llevar adelante la
búsqueda. Y efectivamente así es porque el tabasqueño ni un lazo les echó a los grupos de
buscadores y buscadoras y en todo momento rechazó reunirse con dichos grupos e
incluso, los acusó, especialmente a las madres buscadoras, de hacer politiquería y
cuestionarlo en cuanto a su pasividad ante este lacerante tema, pero eso sí, el
expresidente promocionó con “bombo y platillo” su encuentro hace dos años, con Estela
de Carlotto, presidenta de la Asociación “Abuelas de la Plaza de Mayo”.
Entonces, ¿qué diferencia habrá, por lo menos para López Obrador, entre las buscadoras
mexicanas y las argentinas?
Ahora bien, se supone que en la administración de Sheinbaum sí se evaluará a los malos
funcionarios, o por lo menos eso dijo la secretaria Rodríguez, al tiempo que prometió
garantizar a los buscadores que habrá justicia y entre otros puntos que las alertas
funciones inmediatamente después de la desaparición y no hasta las 72 horas, como lo
marca el protocolo.
Por cierto, esa aleta debería estar prendida para que aparezca López Obrador, que bien
que opera, pero de manera invisible, ¿algún temor?
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