Rigoberto Salgado con Clara Brugada
En el colmo del cinismo, porque no puede ser de otra forma, el presidente Andrés Manuel
López Obrador dijo desde el Estado de México, donde en el municipio de Texcaltitlán se
registró un enfrentamiento que dejó como saldo 14 muertos, que en materia de seguridad
“Van bien las cosas, vamos bien, de buenas”. ¿Cuál será el concepto que tiene el de
Tepetitán de un panorama positivo?
Esta matazón se registró por una balacera que sostuvieron delincuentes pertenecientes
a La Familia Michoacana, contra pobladores hartos de la extorsión y del cobro de piso,
sin que el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla y su equipo de seguridad hagan nada.
Por cierto, el inquilino de Palacio Nacional evitó nombrar a las cosas por su nombre y así
como insultó a lo que considera uno de los periódicos neoliberales, se cuidó mucho de
mencionar a este grupo delincuencial, no vaya a ser.
Bueno, es explicable la actitud del presidente si nos atenemos a que en estos momentos
está muy ocupado llamando a cada rato a sus gobernadores en Palacio Nacional a
reuniones para dilucidar cuál es la mejor forma de maquillar los datos sobre personas
desaparecidas en esta herrada y llamada cuarta transformación y de pasada, seguir
echando mano de esa tan llevada y traída frase de que en Palacio Nacional siempre
tienen otros datos cuando éstos le son adversos.
Mejor la gobernadora del Estado de México, Delfina Gómez, dio el pésame a los
familiares de las personas asesinadas, cosa que nunca ha hecho su jefe en otras
tragedias registradas en el país, ni siquiera, luego del devastador paso del huracán
“Otis”. Asimismo, Gómez Alvarez prometió protección y apoyo integral para familiares
de los deudos y el resto de los pobladores de la comunidad de Texcapilla, ubicada en el
municipio de Texcaltitlán y esto último no pasa de ser eso, una promesa que difícilmente
será cumplida.
Específicamente, la mandataria estatal señaló: “Lamento profundamente estos
acontecimientos, reitero mi compromiso absoluto y hago un llamado a unirnos por la
paz. Tengan la plena seguridad que seguiremos trabajando para que episodios como
éste no se repitan. Al sur del Estado de México les digo que no están solos".
Llamó la atención otra frase que dijo el presidente desde Tejupilco, Estado de México,
aquella de que quién sabe qué le tenta deparado el destino, sobre todo, en estos
últimos meses de su gestión.
En este sentido, hay una corriente que señala que el presidente es un “gran estratega
político” y que llevó a la actual coordinadora de la coalición “Fuerza y Corazón”, Xóchitl
Gálvez, al lugar donde la quería, cuando primero, al mencionarla constantemente y no
abrirle la puerta de Palacio Nacional, obligarla a renunciar a su aspiración de ser la
candidata de la oposición al gobierno de la Ciudad de México, donde hubiera arrasado,
según se dice y colocarla en la campaña presidencial para luego dejar de mencionarla y
desinflar su aspiración para el 2024.
Sin embargo, si recordamos la frustrada y fugaz participación de Samuel García
Sepúlveda en la campaña presidencial, bien podría señalarse que a López Obrador, “se
le cayó el teatrito” y la única favorecida al parecer, fue la esposa del gobernador,
Mariana Rodríguez, que quiere ser la nueva presidenta municipal de Monterrey.
Ahora habrá que ver hacia dónde se van los votos de jóvenes que estaban dispuestos a
votar por el gobernador de Nuevo León y que consideran que las dos contendientes que
quedaron, la propia Xóchitl Gálvez y la flamante Claudia Sheinbaum de Tarriba, ya están
grandes en edad porque rebasan los 60 años.
Por lo pronto, vía sus redes sociales, la abanderada de “Fuerza y Corazón por México”, le
aclaró un pequeño detalle al tabasqueño: “No señor Presidente, no estamos bien ni de
buenas. Basta de impunidad. En este Gobierno van más de 160 mil mexicanos
asesinados. Este ha sido el sexenio más violento de la historia. En esos mismos cinco
años, han desaparecido 47 mil personas. Esta es la verdad, son los números del propio
gobierno". Y de eso no hay duda por más que el Ejecutivo se empeñe, infructuosamente,
en maquillar las cifras.
MUNICIONES
*** Resulta que la flamante aspirante morenista a gobernar la Ciudad de México, la
única que, -dicen-, al perder gana, Clara Brugada, presentó a su equipo de trabajo que la
acompañará en la campaña y uno de esos nombres llama mucho la atención. Se trata ni
más ni menos que de Rigoberto Salgado Vázquez, exdelegado en Tláhuac, donde, según
se sabe, todavía estaría operando un importante grupo delincuencial, Felipe de Jesús
Pérez, mejor conocido como “El Ojos”, que con familiares y amigos, logró construir y
dejar después de su muerte, un entramado que tenía el control de dicha alcaldía. En el
2017, el propio Rigoberto Salgado se defendió como pudo y declaró no tener ninguna
relación con dicho grupo, al tiempo que pidió que se presentaran pruebas. De
inmediato, el morenismo se dio a la tarea de defenderlo. Martí Batres era en ese
entonces dirigente de Morena en la CDMX, exigió a la entonces Procuraduría capitalina,
que informara si Salgado Vázquez era o no investigado.
*** La presidenta de la Mesa Directiva del Senado de la República, Ana Lilia Rivera Rivera,
informó que se avanzó en los dos procedimientos pendientes para nombrar a consejeros
del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos
Personales, INAI, que está en proceso de renovar su presidencia, de la cual se había
bajado una afín al oficialismo, Julieta del Río. Agregó que “ahora tenemos un nuevo
procedimiento en puerta, con una nueva convocatoria. Esto, seguramente logrará que un
tema, que ha sido complejo, se destrabe en los primeros días del próximo periodo”.
¿Será?, porque la “orientación” que tiene la bancada oficialista de Palacio Nacional, es que
se haga todo por maniatar y desactivar al INAI.
*** Tanto que dice cuidar la investidura presidencial, que en esta errada y llamada
cuarta transformación está más parchada que nada, que en su gira por Guerrero,
acompañado por la gobernadora Evelyn Salgado que por cierto, es evidente que no
pudo con las graves secuelas del huracán “Otis”, de plano el presidente se soltó y tronó
en contra de sus adversarios con un encendido discurso en el que dijo “se acabó el
pinche modelo de privatización que aplicaban gobiernos anteriores. Ya entrado en la
pasión, López Obrador prometió rescatar Pemex y la Comisión Federal de Electricidad.
Alguien debería de avisarle al inquilino de Palacio Nacional que no le va a dar tiempo,
tiene tantos pendientes y obras truncas, que está visto que no podrá tampoco con esto.
Además, su querido y cercano director de Pemex, Octavio Romero, está necio con que
se quiere quedar al frente de la paraestatal, aunque la tenga al borde del abismo. ¡Qué
tal!
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