Una vez que los senadores del partido Morena y sus rémoras se perdieron en debates
estériles para darle su gustito ni más ni menos que al flamante futuro presidente de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, (SCJN), Hugo Aguilar Ortiz, y quedaron finalmente
en que usará toga pero la de él tendrá motivos indígenas, adornos, ahora en la Cámara
Alta, el oficialismo prepara con todo detalle la ceremonia solemne en la que los nuevos
ministros y ministras del máximo tribunal de la Nación, todos afines más allá de Palacio
Nacional, a Andrés Manuel López Obrador, rendirán protesta.
Se determinó que será en el Salón de Sesiones del Senado el primero de septiembre, -ya
próximo-, a las 7 y media de la noche en punto donde se tomará protesta de las Ministras
y Ministros de la Suprema Corte, la Magistrada y el Magistrado de la Sala Superior del
Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), y de las Magistradas y los
Magistrados de las salas regionales también del TEPJF.
Y de ahí, cada media hora, hasta llegar a las once de la noche, rendirán protesta el resto
de “las personas juzgadoras”, como pomposamente se puede leer en la Gaceta
Parlamentaria, harán lo propio.
Habrá seguramente en esa solemne ceremonia, sonrisas, abrazos, lágrimas y puede que
hasta varias incomodidades. De entrada, puede imaginarse que las tres mujeres afines al
lópezobradorismo, Lenia Batres, Loretta Ortiz y Yazmín Esquivel, que ya formaban parte
de la SCJN, no se sentirán del todo a gusto porque las tres, ya se veían ocupando la silla
que en el acordeón les ganó Hugo Aguilar. Desde luego, ni modo que no supieran ellas que
fue su jefe López Obrador el que metió ahí al futuro presidente de la Corte, así que más
les vale no hacer coraje.
En el tema en el que no se ha puesto suficiente atención es en que el señor Aguilar Ortiz,
que por las redes se hace llamar “Ministro electo para la SCJN”, carece de trayectoria y se
dice que ni título tiene, menos maestría o doctorado, y ello se podrá comprobar
solamente con ver cómo se desenvuelve en la silla principal de la Corte y lo más probable
es que lo haga solamente por consigna de quien lo puso en el acordeón.
El que use guayabera con motivos indígenas y mande mensaje por las redes en su lengua
materna, no le ayudará mucho a Hugo Aguilar y luego, las “grillas” que le sembrarán
Batres, Ortíz y Esquivel… Al tiempo.
NI QUIEN EXTRAÑE A FERNÁNDEZ NOROÑA
Otro detalle, ese primer día de septiembre, Gerardo Fernández Noroña ya no estará al
frente del Senado de la República y eso es una verdadera lástima porque por más intentos
que hizo el controvertido senador por reelegirse, repitiendo una y otra vez que en varios
países del mundo lo más normal era que se reeligiera al presidente de la Mesa Directiva,
hasta sus propios correligionarios hicieron oídos sordos.
A nadie debe extrañar que la presidenta Claudia Sheinbaum le dio esa posición a Noroña
en primer lugar, porque cómo estuvo fregando para que lo asignaran como pago a que le
entró a la famosa “carrera de las corcholatas” y en segundo lugar, porque la jefa del
Ejecutivo ya no hallaba cómo quitárselo de encima pues es bien sabido que el quasi
expresidente de la Cámara Alta nunca ha gozado de las preferencias de quien hoy habita
en Palacio Nacional y en todo el tiempo que ocupó esa posición el controvertido senador
guinda, el coordinador de ese partido en el Senado, Adán Augusto López Hernández,
simplemente, lo dejó pasar, ni caso le hizo porque tampoco le cae precisamente que
digamos, muy bien.
De tal suerte que a partir de ese primer día de septiembre, lo más probable es que la
senadora Laura Itzel Castillo, un perfil mucho más moderado y centrado de Morena,
ocupe la presidencia de la Mesa Directiva de la Cámara Alta, mientras que su antecesor
sea un senador más, igual de belicoso y contradictorio. Quizás suponga que merece otro
premio por su entrega al morenismo, pero desafortunadamente para él, ya no se lo van a
dar.
MUNICIONES
*** Luego de que Ovidio Guzmán, hijo del líder del Cartel de Sinaloa, Joaquín “el Chapo”
Guzmán, viene ocupando primeras planas, porque desde hace rato llegó a un acuerdo con
el gobierno de Estados Unidos y ha brindado importante información, le preguntaron al
presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) de San Lázaro, Ricardo Monreal
sobre si personajes de esta errada y llamada cuarta transformación ahora en su segundo
piso, deberían preocuparse sobre la información de posibles actividades delictivas y redes
criminales que dé a conocer a quien llaman también “el Ratón” a las autoridades
norteamericanas, el zacatecano respondió: “No le hago al adivino de rancho. No sé si
habrá repercusiones. Las autoridades de aquel país, con esta declaración de culpabilidad
(de Ovidio Guzmán), seguramente tendrán información y la darán a conocer. El que nada
debe nada teme. No habría ningún problema por ninguna persona que no esté
involucrada”. ¿Será?
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