La peor y más patética presidencia de la Mesa Directiva del Senado de la República, llega a
su fin, se le hace “calabaza” ni más ni menos que a Gerardo Fernández Noroña que insiste
en aferrarse a ella y seguirla utilizando como instrumento incluso, para sus venganzas
personales y con tal de que en la sesión de la Comisión Permanente de ayer no se
abordara el tema de la propiedad con un valor de 12 millones de pesos que se compró, -a
crédito, eso sí-, en Tepoztlán, Morelos, manipuló el orden del día de la sesión; insultó a
una conocida periodista, Azucena Uresti, sin atreverse a darle la cara; también arremetió
en contra de su villana favorita, la senadora Lilly Téllez; trató de amenazar al diputado del
PAN, Federico Döring a la voz de que cuando sea un senador más está a sus órdenes y al
final, arbitrario como es, no le dio el uso de la palabra al senador del PRI, Alejandro
Moreno Cárdenas y luego vinieron los manotazos y las agresiones.
O sea, Fernández Noroña, con el apoyo de su bancada, rompió el acuerdo inicial de que un
legislador de cada bancada tuviera una intervención de 10 minutos, ya que eso hubiera
implicado que la oposición hiciera pública su postura, por eso la estrategia del oficialismo
era poner en el centro a la senadora Téllez y lincharla por “traición a la Patria” por la
entrevista que dio recientemente a una cadena de Estados Unidos.
Lo cierto es que Fernández Noroña no soporta que le toquen el tema de su nueva y
flamante casa que está ubicada en terrenos comunales, -concuerdan los especialistas-,
que no están regidos por la ley de la propiedad privada sino comunal y no está sujeta a
crédito bancario, por lo que la pudo haber adquirido en efectivo o mediante a alguna
presunta componenda. Entonces, lo que debería mostrar Noroña es el Acta de Posesión
de dicho predio, pero si no fue capaz de mostrar documentos de sus viajes al extranjero
en “bussines class” con cargo al erario y sí en cambio dice una y otra vez que él no tiene
por qué ser austero. O sea, sse le subió.
Lo único que ha terminado por hacer, es echarse a buena parte de los medios encima y
en un conocido noticiero vespertino, explotó:
“¡Sean serios y decentes por una vez en su vida, (esto con dedicatoria a todos los medios
que lo cuestionan) no convaliden al fascismo! … Yo sé que al menos de un periodista de la
derecha quiere mi muerte y no se los voy a conceder”. Pues como dice el controvertido
legislador, si tiene pruebas que las presente y que no salga a amenazar con un cuello
ortopédico muy mal puesto, por cierto, a citar para el viernes para intentar desaforar al
senador Alejandro Moreno.
CORTA MEMORIA EN MORENA Y ALIADOS
Por otra parte, qué pronto olvidan Morena y sus rémoras que ellos han hecho gala en
diversas ocasiones y legislaturas de técnicas agresivas para conseguir sus fines. Antes en el
PRD y ahora en el partido guinda, se dedicaban a provocar y agredir.
¿Cómo olvidar, -por ejemplo-, cuando el ahora flamante vicecoordinador de la bancada
morenista en la Cámara de Diptados, Alfonso Ramírez Cuéllar entró a caballo a San Lázaro
rompiendo cristales y todo lo que se le ponía enfrente?
Y, ¿qué tal cuando el agredido fue el entonces senador del PAN, Gustavo Enrique Madero
por legisladoras de Morena como la impresentable Lucía Trasviña o la ahora flamante
secretaria de la Mujer, Citlalli Hernández?
En sus tiempos de diputado perredista, el hoy flamante director del ISSSTE, Martí Batres
armaba la logística para la toma de tribuna en el Salón de Plenos e intercambiaba señales
con sus incondicionales como la hoy senadora María de los Dolores Padierna Luna.
¿Será que ahora como parte del oficialismo no pueden ser provocadores a sueldo?
¡Lástima!, porque esa es su vocación
Utilizando sus últimas horas como presidente del Senado, Fernández Noroña asegura que
presentará denuncias por lesiones, o sea, se autovictimiza, ¡pobrecito!
Por su parte, el también dirigente nacional del PRI, Moreno Cárdenas, difundió que “la
primera agresión física vino de Noroña, él lanzó el primero empujón, y lo hizo por
cobarde. Morena rompió el acuerdo de la Cámara y Noroña quedó exhibido en su bajeza”.
Finalmente, otros asuntos deja pendientes el senador Fernández Noroña, como el caso de
sus “asesores fantasmas”, que cobran pero no aparecen en la nómina. Este tema empezó
a cortar la delgada piel de quien de vivir en una vecindad en la zona del Carmen, en el
Centro Histórico de la Ciudad de México, ahora vive en una lujosa casa cuya propiedad no
puede explicar. ¡Qué tal!
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