La presidenta Claudia Sheinbaum estuvo de gira el fin de semana por San Luis Potosí y
Veracruz. En esta última entidad, inauguró el hospital materno infantil en Coatzacoalcos,
que será operado dentro del sistema IMSS Bienestar, que se creó por cierto ante el
fracaso inevitable del INSABI dirigido a atender a la población que no está inscrita en el
IMSS ordinario ni en el ISSSTE y que es más de la mitad de la población del país y que en su
momento, Andrés Manuel López Obrador promocionó como “un legado y alianza” de él
mismo que por cierto a la fecha, no ha cristalizado.
Ahí, acompañada por la gobernadora Rocío Nahle, la jefa del Ejecutivo fue especialmente
insistente en que el programa Salud Casa por Casa es, “el más ambicioso que hay en el
mundo, pues se plantea atender en los domicilios a personas adultas mayores y
discapacitados”. ¿Será?
Lo que no dijo la presidenta es que el programa de Salud Casa por Casa, no es más que la
copia del programa que Miguel Angel Mancera implementó durante su gestión hace
precisamente 10 años en el gobierno capitalino y entre los argumentos que presentó el
entonces jefe de Gobierno de la CDMX, explicó que su programa consistía en que
“nosotros hagamos lo que la gente necesita y no que impongamos. Por eso, tocando la
puerta y yendo a buscar cuáles son las necesidades de salud, es como en la Ciudad de
México estamos siendo más cercanos”.
Como se recordará, dicho programa se implementó en muchos estados del país mediante
convenios de colaboración.
Pero ahora, en la dinámica de esta errada y llamada cuarta transformación en su segundo
piso, Sheinbaum le da mucha publicidad a Salud Casa por Casa, incrementando
sustancialmente la carga ni más ni menos que al IMSS, Instituto que ya no soporta más
derechohabiencia. Cuestión de ver los infructuosos intentos de López Obrador para que el
IMSS recibiera a los estudiantes de diferentes instituciones públicas, así como a pacientes
de Covid-19.
En el 2020, en una gira por Tlaxiaco, Oaxaca, el tabasqueño informó que 80 hospitales del
IMSS-Bienestar estaban listos para recibir pacientes infectados por Covid, algo que en la
realidad nunca se reflejó porque la política tanto de él como del flamante Hugo López
Gatell, que ahora se irá con gastos pagados y un excelente sueldo a Ginebra como
representante del lópezobradorismo a la OMS, era que la gente se tenía que morir en su
casa, atenida a remedios caseros a falta de atención.
Cinco años después, en su gira por Veracruz, Shienbaum Pardo argumenta a su favor: “Lo
que ahora defendemos es el derecho al acceso a la salud del pueblo de México”.
Muchas campanas al vuelo echa el oficialismo, sin embargo, tal pareciera que en el fondo,
lo que se pretende desde Palacio Nacional, es correr una cortina de humo porque fue la
propia presidenta Sheinbaum la que por tercera ocasión prometió que ahora sí en julio,
las medicinas llegarían los diferentes hospitales del país.
Desde Ciudad del Carmen, Campeche, la presidenta señaló a finales del mes pasado que
como algunos, -así de general-, “quisieron pasarse de vivos en el proceso de compra
consolidada de medicamentos”, sería hasta julio, o sea, este mes, cuando se concretarían
las cosas.
Ahora, lo que quiere la jefe del Ejecutivo, es que operen sus tan anunciadas Farmacias del
Bienestar, que estarán ubicadas, supuestamente, junto a los Bancos del Bienestar. Por lo
visto, la mega farmacia, -otro elefante blanco más-, de su antecesor, sigue sin servir para
absolutamente nada
Igualmente, el tiempo transcurre y el oficialismo no pasa de las palabras, sin asumir la
realidad y muy lejos de remediar la crisis en el sector salud que vive México.
MUNICIONES
*** Las secuelas en torno a las leyes que sobre las rodillas y en período extraordinario,
aprobaron los legisladores de Morena y rémoras. El coordinador de la bancada del PRI en
la Cámara de Diputados, Rubén Moreira señaló: “Lo que Morena quiere vender como
modernidad, conectividad y simplificación, en realidad es control, censura y espionaje. Al
realizar un análisis de las leyes aprobadas por Morena, en materia de Seguridad, Guardia
Nacional, Población, Lavado de Dinero y Telecomunicaciones, el diputado por Coahuila
advirtió que con tales leyes aprobadas: “ya no hay presunción de inocencia: todas y todos
nos hemos convertido en enemigos públicos del Estado, somos sospechosos y seremos
observados por el Big Brother del gobierno mexicano. La autoridad, dijo, va a
entrometerse en la vida íntima de las personas, “va a saber los secretos de cada uno”.
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