La sorpresa, José Angel Gurría; el cándido Ignacio Ovalle
Si por algo se caracterizó la semana que cierra es porque fue la de los destapes de la
oposición, de cara al 2024. Cierto es que resulta imperativo que la oposición no debe
quedarse dormida ni retrasarse en esta coyuntura, pero también es verdad que aún no
cuentan con el líder que pueda aglutinar a la ciudadanía y al bloque opositor.
Respecto a la presidencia de la República, hace unos días hizo lo propio ni más ni menos
que el exdirigente de la COPARMEX, Gustavo de Hoyos Walther, de una manera untanto
cuanto radical y sin un proyecto concreto; solo puras ideas sueltas y sin mayor base. Y
desde el Senado de la República, lo ratificó nuevamente el presidente de la Junta de
Coordinación Política de esa instancia legislativa, Ricardo Monreal Avila. Pero sin duda, la
sorpresa fue el excanciller y exsecretario de Hacienda y Crédito Público, José Angel Gurría,
quien luego de 15 años de presidir la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico, (OCDE), sin mayor ambaje ni preámbulos que suelen volverse todo un
laberinto, reconoció que él quiere ser ese líder que demanda el 2024.
De manera general, podría decirse que la aspiración del exsecretario de Relaciones
Exteriores, ha sido bien recibida. Estamos hablando de un hombre con una muy amplia
trayectoria en el servicio público y en la política, sin embargo, el propósito de José Angel
Gurría podría enfrentarse a muchos obstáculos, pero de que es un buen candidato, sin
duda lo es.
Cuestión de reparar en que cuando se anunció la conformación del la alianza “Va por
México”, una de los objetivos centrales era que para las elecciones de este año en el
Estado de México y Coahuila, a celebrarse en el ya próximo mes de junio, el PRI tendría el
derecho de elegir a quienes serían sus abanderados, lo que recayó en Alejandra del
Moral, para el Edomex y Manolo Jiménez en el caso de Coahuila.
Para la presidencial, se supone que quien tendría mano en esa decisión sería el PAN, pero
el resto de los partidos que conforman dicha coalición, coinciden en que hay que convocar
a la sociedad para que de ahí surja ese candidato capaz de unir a la oposición en una sola
para ir contra Morena y quien resulte ser su “corcholata”.
El problema que hay que sortear, es que en “Va por México”, son varios, de todos los
partidos que conforman la coalición, los que han levantado la mano. Ahí está, por
ejemplo, cuando el líder nacional del PRD, Jesús Zambrano destapó al senador Miguel
Angel Mancera y en el Revolucionario Instituciional han levantado la mano la también
senadora Beatriz Paredes y el exsecretario de Turismo, Enrique de la Madrid.
En el PAN, se puede hablar de Santiago Creel; el gobernador de Yucatán, Mauricio Vila y
el de Querétaro, Mauricio Kuri, porque el excandidato presidencial, Ricardo Anaya, de
plano, las tiene todas perdidas y nos deja la lección de que tuvo que pagar haber
construido su candidatura en base a las traiciones.
El tiempo transcurre y como lo dijo el propio José Angel Gurría en una entrevista, es
tiempo de las negociaciones. No deja de llamar la atención que el extitular de Hacienda,
hiciera especial énfasis en que resulta indispensable que Movimiento Ciudadano se
integre a la coalición “Va por México”.
¿Acaso logrará Gurría convencer al dirigente naranja, Dante Delgado para que deje de
venderle tan caro su amor a Morena, partido al que le allanó el camino para los próximos
comicios en Coahuila y Estado de México? Se ve difícil.
Ahora bien, respecto a la jefatura del Gobierno de la Ciudad de México, en la semana que
concluye se destaparon y promocionaron para ese cargo, por el PRD, el coordinador de la
bancada de ese partido en la Cámara de Diputados, Luis Espinoza Cházaro, que asegura,
va punteando en las encuestas, mientras que por el PAN, lo hizo la senadora Xóchitl
Gálvez, que desde la Cámara Alta, siempre ha procurado mantenerse bajo los reflectores y
también dice que ella va al frente en las encuestas.
Sobre si la exfuncionaria del gabienete del expresidente Vicente Fox, dejaría su aspiración
por la Ciudad de México para competir por la presidencia de la República, definitivamente
lo descartó a la voz de que nada le quitará recorrer el camino para alcanzar despachar
desde el Antiguo Palacio el Ayuntamiento.
MUNICIONES
*** Y mañana de nueva cuenta, los seguidores de López Obrador le rendirán culto y con
sumisión extrema, le quemarán incienso y lo venerarán. Ese es el verdadero motivo de la
concentración a la que convocó en el Zócalo capitalino el tabasqueño. Y como es su
movilización, entonces de seguro, izará la bandera nacional, no como lo hizo el día de la
concentración en defensa del INE del pasado 26 de marzo y la marcha del Día
Internacional de la Mujer del 8 de marzo pasado. Qué mal hace el Ejecutivo en creer que
las marchas y movilizaciones son solo de su propiedad porque en caso contrario, las
descalifica. Habrá que estar muy atentos a los encuentros que habrá ese día en el Zócalo,
ya que en días pasados, el senador Ricardo Monreal anunció que asistiría y con eso de
que hace unos días, López Obrador vetó a los candidatos a comisionados del INAI, Yadira
Alcarcón y Rafael Luna, porque dijo, era resultado de negociaciones con el PAN y eso no
lo puede soportar el tabasqueño, habrá que ver qué pasa mañana en el Zócalo.
*** Lo que en el fondo busca el presidente al haber vetado a los referidos aspirantes a
comisionados del INAI, es aniquilar a ese Instituto. Tomar con los “dedos en la puerta” a
los senadores para que ya no puedan hacer otras propuestas y así, termine por tronar el
INAI. La fecha fatal es el 1 de abril.
*** En política, ser cándido se le llama de otra forma. Ahora resulta que el exdirector de
Segalmex, Ignacio Ovalle, echeverrista de cepa, se vio tan ingenuo como cándido y como
si fuera cuento o fábula para niños que deja una sensata moraleja, el inocente funcionario
ahora morenista, fue víctima ni más ni menos que de “malosos priístas” que lo engañaron
y ni cuenta se dio del millonario fraude, provocando el desfalco de la institución.
¡Pobrecito Ovalle!, tan buena buena gente que es, o por lo menos eso aseguró en su
gustadísimo “stand-up” mañanero el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien lo
defendió con tanta enjundia como en el pasado lo hizo con el flamante director de la
Comisión Federal de Electricidad, Manuel Bartlett. O sea, para sus amigos y desde luego,
familiares, el inquilino de Palacio Nacional es sumamente benevolente y para sus
enemigos, todo su odio y víscera.
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