Con chicanas adendos, cambios y el tradicional “fast-track”, legisladores de Morena y sus
siempre fieles rémoras, sigue “legislando” en este período extraordinario y por ende,
desafortunadamente avanza que la actual administración tenga acceso a todos y cada uno
de los ciudadanos, como si estuvieran desnudos, a absolutamente todos sus registros,
propiedades, ubicación y más. Diríase que el oficialismo estaría enterado hasta de qué
color traen la ropa interior.
Y todo lo anterior, supuestamente producto de la inteligencia para la persecución de los
delitos, esto es la famosa “Ley Espía” que también forma parte de lo que se conoce ya
como las “Leyes Harfuch”.
En cuanto a una de ellas, la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública, la
diputada de Morena, Merary Villegas de Morena, al igual que el resto de la bancada dice
que no se está militarizando al país
“Se trata de recuperar la paz y restituir la confianza de la ciudadanía en las instituciones,
perdida durante los gobiernos neoliberales”. Parecía que la legisladora morenista estaba
recordando el país de AMLOlandia.
Por su parte, el diputado José Antonio Meléndez del PRI, colocó las cosas en su justa
dimensión, efectivamente, la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública es
una emboscada contra la democracia; es someter a las instituciones al Ejecutivo. Nos
quieren hacer creer que centralizando, todo se resolverá; que incorporar a la Guardia
Nacional a la Sedena como por arte de magia, a esta errada y llamada cuarta
transformación, ahora en su segundo piso, la paz llegará al “país más democrático del
mundo”, diría una clásica.
Lo cierto y como lo anotó el diputado Meléndez, se está militarizando a México” y eso en
cualquier país es una alerta; que las autoridades queden subordinadas a la autoridad
militar. Quieren revivir el padrón de telefonía móvil para que todos nuestros datos estén
bajo el ojo del Estado… solo hay una promesa vacía porque de lo que se trata es del
control del silencio y del miedo.
A nombre de su bancada, el diputado priísta anunció que no votarían a favor “de un
gobierno que silencia a la ciudadanía. Se requiere un Estado que cuide a la gente, no que
la vigile”.
Pues estas leyes que llevan el nombre del secretario de Seguridad y Protección Ciudadana
a nivel federal, estaban ya aprobadas en comisiones pero por lo menos hasta hace dos
días, no había consensos incluso ni entre los propios morenistas como por ejemplo, el
expanista Manuel Espino, que insistió desde la tribuna que aprobarlas era un riesgo muy
delicado.
El proyecto de dicha ley, Morena y rémoras lo vendieron carísimo. Se crea un gabinete de
seguridad; se supone que habrá responsabilidades de gobernadores porque si no
cumplen, se les retirarán los apoyos, y la ciudadanía deberá participar en Asambleas para
abordar el tema de su propia seguridad, etcétera, etcétera.
Lo que no dejó de llamar poderosamente la atención que en la votación en lo general, se
registraron 447 votos a favor y solo 34 en contra. Ojo solo los priístas votaron en contra,
mientras que Movimiento Ciudadano y el PAN terminaron por “doblar las manos” y aquí la
pregunta se impone, ¿por qué?, ¿a cambio de qué? Hay que entender que si la oposición
no construye un gran bloque opositor, no van a ir a ningún lado y estarían anulado.
Como ya va siendo costumbre, el diputado panista Damián Retes, le envió un mensaje a
Omar García Harfuch diciendo que Acción Nacional reconocía que necesitaba fortalecer su
secretaría, pero acotó que el voto a favor “no es un cheque en blanco”. Eso ya lo habían
dicho antes los legisladores de Acción Nacional, añadiendo que estarán atentos al actuar
del oficialismo. No, pues sí.
“Ya son 7 años de gobiernos de Morena y sin embargo no acaban de llegar, con esta
reforma no hay lugar para pretextos”, concluyó el diputado Retes.
Finalmente, el referido dictamen incluye una adenda con compromisos específicos para la
implementación de los nuevos lineamientos y entre otras cuestiones, Esta busca
garantizar la corresponsabilidad entre ciudadanía y autoridades en la consolidación del
nuevo sistema.
Todo muy bonito, el problema es que la adenda consta de 400 hojas y nadie la había leído.
Así, con chicanas y adendas, violando el reglamento, es como Morena y sus rémoras
legislan.
Durante la discusión en el Pleno, se presentaron dos mociones suspensivas un del
diputado Gibrán Ramírez Reyes, de Movimiento Ciudadano y otra de Erubiel Lorenzo
Alonso, del PRI para que se ampliara el extraordinario o se fuera para septiembre, pero el
oficialismo las desechó, lo que traen los del partido Morena y sus rémoras, es prisa.
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