El fin de semana, empezaron las campañas de cara a las elecciones del Poder Judicial en
un ambiente totalmente desairado, por lo que puede preverse que los sindicatos y
organizaciones afines a Morena, se verán en la imperiosa necesidad de llevar “acarreados”
a las urnas, bajo amenaza de que podrían perder su trabajo en caso de no acudir. Más o
menos como sucedió cuando la presidenta Claudia Sheinbaum, convocó al mitin, el mes
pasado, en defensa de la soberanía en donde, por ejemplo, empleados de distintas áreas
del Gobierno de la Ciudad de México, estaban obligados a tomarse la “selfie” circular que
tuviera como fondo ni más ni menos que el Zócalo capitalino; como se sabe, al final todo
quedó en un festival cómico, mágico, musical.
Pues así va a pasar con estas aberrantes votaciones. Sin embargo, el inicio de las
campañas de miles de aspirante que se han valido por cierto, de la propaganda más
absurda para publicitarse, como la del “ministro chicharrón”, que está más preparado que
unos “chicarrones preparados”, también han marcado el inicio de lo que ha sido un
conflicto muy anunciado: la guerra entre quienes aspiran a ser presidentas de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, (SCJN), Lenia Batres, Yazmín Esquivel y Loretta Ortiz.
Estos tres personajes de lo más distinguido de esta errada y llamada cuarta
transformación, ahora en su segundo piso, han hecho de manera indebida, actos
anticipados de campaña con “acarreados” y “lunchs” de por medio, pero vale la pena
destacar que se han enfocado en sectores distintos de la ciudadanía.
Así, mientras la autollamada “ministra del pueblo” se baña de pueblo, -válgase la
redundancia-, y no le han salido las cosas como ella esperaba pues a querer o no, exhibe
un día sí y al otro también, su total ignorancia, mientras que la señora Esquivel de Riobbó
ha protagonizado eventos con representantes del mundo del espectáculo, como cuando
Irina Baeva y su nueva pareja, el llamado empresario y político, Giovanni Medina, se
presentaron a un evento en el que Yazmín Esquivel era la anfitriona y hasta ella se tomó la
foto.
Independientemente de que las tres ministras iniciaron campaña con reuniones con
morenistas, hasta gobernadores y legisladores, Ortiz Ahlf, en su evento con el SME y la
cooperativa Cruz Azul, dijo que “la justicia debe estar al servicio del pueblo de México” y
luego, emulando a Lenia Batres, se bañó de pueblo en la alcaldía Iztapalapa donde hasta
volantes repartió.
Esquivel Mossa estuvo muy activa en los “Diálogos por la transformación de la justicia en
México”, también en un populoso barrio, Ecatepec, donde dijo que la justicia “no es
privilegio de quienes puedan pagarla”, sino que es lo que llamó “un derecho vivo,
accesible, cercano que sirve a todas y todos por igual”. ¿Será?
Lenia Batres estuvo allá por la alcaldía Iztapalapa, aferrada al discurso lópezobradorista
sobre la austeridad y el “pueblo bueno y sabio”.
En fin, puede anticiparse que no tarda en llegar la hora de las descalificaciones entre estas
tres mujeres que de hecho, ya empezó, cuando Loretta Ortiz cuestionó a Lenia Batres,
éstas irán subiendo de tono y podrían derivar en una fuerte fractura.
Lo que no deja de llamar la atención, es que la presidenta Sheinbaum se hubiera puesto a la
defensiva en estas elecciones al anunciar que “no se dejará”, ni más ni menos que del INE porque
nadie le avisó que está obligada a ser totalmente imparcial y guardar silencio, por ello,
apelará en el Tribunal electoral la decisión del INE que le prohíbe hablar sobre la elección
Judicial.
El temor reside entonces en que en Palacio Nacional están diríase que hasta temerosos
porque bien saben que la elección Judicial será más que desairada y que tiene como
marco los cuestionamientos que han surgido con el expediente Teuchitlán que el
oficialismo se empeña en subestimar.
MUNICIONES
*** En relación a esto último, hay que destacar que el Cartel Jalisco Nueva Generación,
(CJNG), ya contestó, con el señalado concierto de “Los Alegres del Barranco” que se llevó a
cabo el fin de semana en el Auditorio Telmex en Guadalajara, donde se le rindió un
homenaje al Mencho Oceguera, líder de dicho Cartel. Diversos especialistas coinciden en
que lo que quiere el CJNG, es no ser percibido como peligroso y sanguinario, sino que se
vea como algo que ya está en la sociedad perfectamente normalizado, es decir, se intenta
lavarle la cara.
*** Muy bien hizo el dirigente del PRI, Alejandro Moreno, en destituir a Manuel Cavazos
Lerma como secretario de Operación Política del tricolor, por muy desatinados
comentarios que hiciera sobre el caso de Cuauhtémoc Blanco, al señalar que la hermana
de éste, Nidia Fabiola Blanco, “no está muy violable”. En lugar de Cavazos, Alito Moreno
nombró a Alejandra Andrade.
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