¿quién creé que juzgadores deben responder al pueblo porque éste los
eligió?
Hoy, la expectativa es mucho menor como cuando la virtual presidenta electa, Claudia
Sheinbaum anunció al primer y segundo paquete sobre quienes serán los perfiles de
aquellos y aquellas que la acompañarán en su gabinete. Se fue reduciendo la emoción,
pero sin duda, será en septiembre cuando ésta crezca y llegue quizás, al clímax.
Si ya desde ahorita causa diversas sensaciones el que por primera vez en la historia
México tendrá a su primera Comandanta Suprema de las Fuerzas Armadas, algo que por
cierto, no dejó de causar cierto escozor entre la cúpula militar. Mucho se comenta, -como
ya se había asentado en este espacio en anterior entrega-, que lo que no soportaría el
gremio verde olivo, es tener a la primera secretaria de la Defensa Nacional, porque forma
la hay para que eso ocurra, ahora, que pase ese filtro, quién sabe.
No dejó de llamar la atención que los nombramientos de los titulares de Sedena y Marina,
se hayan dejado para el mes de septiembre. Se nota que las negociaciones están muy
duras y ahí no solo basta la palabra del jefe de la señora Sheinbaum, Andrés Manuel
López Obrador.
Sobre los nombramientos que anunciará la futura presidenta de México, puede que
algunos sigan donde están. Por ejemplo, eso es lo que más ansía el secretario de Turismo,
Miguel Torruco Marquéz. ¿Lo conseguirá?
Por lo pronto y a lo mejor para cubrir este tipo de difíciles negociaciones, la Reforma a
Poder Judicial volvió a ser el tema, mismo que por enésima ocasión se trató en la sesión
de la Comisión Permanente.
En su intervención, la senadora del PRI, Beatriz Paredes lanzó una pregunta a la que muy
probablemente no darán respuesta los legisladores de Morena y sus rémoras:
“¿Cómo podemos abstraer las elecciones de los juzgadores de la injerencia de los poderes
fácticos? ¿Cómo podemos abstraer la elección de los jueces de distrito para que los
mandarines del gran capital o el crimen organizado no tengan jueces de distrito a modo?
Yo no estoy hablando de los jueces de distrito actuales, ni de los jueces de circuito, ni de
ninguno de los juzgadores del actual poder judicial, no es mi tema, no; lo que quiero es
verdaderamente provocar en ustedes la reflexión y el análisis, y quiero también pedirles
que se haga un esfuerzo de abstracción y de concreción legislativa de cuáles van a ser las
leyes reglamentarias y cómo se va a poner en práctica y en qué tiempo la operación de la
reforma judicial, la operatividad de la reforma judicial y con qué volumen de recursos”.
De esto que plantea la senadora Paredes Rangel, morenistas y rémoras de plano no saben
nada. Es por demás evidente que actúan limitándose a las órdenes que les da su jefe y la
consigna es respecto a este controvertido dictamen, que pase sin quitarle ni una coma.
Bueno, si hasta la propia Claudia Sheinbaum sabe que tiene que cumplir con la tarea que
le han impuesto en Palacio Nacional. Ahí está como prueba que en conferencia de prensa,
siguió en la defensa de la controvertida reforma.
“Tienen más autonomía los que son electos por el pueblo (“sabio y bueno”, le faltó decir
a Sheinbaum) que los que son electos de manera indirecta a través de la propuesta de la
Presidenta. Por eso yo decía: si el objetivo fuera controlar a la Suprema Corte, pues para
qué hacemos reforma judicial si me va a tocar”.
¿Quién puede creer el fraseo que hizo la virtual presidenta electa sobre que jueces,
ministros, magistrados y hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación, le deberán
responder al pueblo porque por el pueblo fueron electos?
¿Ya habrá pensado Sheinbaum que en esa utópica elección instalada en la ideología de
esta errada y llamada cuarta transformación, se repartirán más de 200 boletas para que
el “pueblo bueno y sabio” elija?
Para el oficialismo, esos son pequeños detalles.
MUNICIONES
*** Luego de la aprobación y publicación de las reformas a la ley de Amparo y de
Amnistía, y de acuerdo a los requisitos constitucionales de un tercio de las Cámaras que
exige la Constitución, las y los diputados del PRI, PAN y PRD, presentaron una acción de
inconstitucionalidad ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), para seguir
fortaleciendo el régimen de libertades, equilibrios y controles al poder. La reforma a la Ley
de Amparo aprobada por la mayoría oficialista, impide que los jueces afecten el interés de
la sociedad, lo que implica que esta herramienta deje de ser efectiva para defender los
derechos de la ciudadanía. Si no se previene que se materialice el daño a los derechos de
las personas, el juicio de Amparo deja de ser un medio efectivo de protección. Con esta
restricción, impuesta desde luego por el oficialismo, el acceso a la justicia para los que
menos tienen será más difícil, ya que la ley reformada garantizaba que cualquier
suspensión que afectará sus derechos era aplicable a cualquier persona. Sin embargo, con
esta modificación deberán contratar abogados especialistas cuyos servicios suelen
sumamente caros y no están al alcance del bolsillo de cualquiera. Además, con la reforma
se impide que los jueces suspendan la aplicación de normas generales, como leyes,
decretos y reglamentos, cuando éstos afecten los derechos humanos de la ciudadanía. La
intención es clara, dar más poder al gobierno y quitarle a la ciudadanía los medios para
protegerse frente al atropello de sus derechos. Esta es sin duda, una de las vertientes de la
controvertida reforma al Poder Judicial.
*** A la voz de que para ella, el proyecto colectivo está por encima de sus legítimas
aspiraciones personales, la flamante senadora Citlalli Hernández, se reunió ni más ni
menos que con la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, una vez que ésta última
destapó sus aspiraciones para presidir Morena y hasta le prendió su velita al santo que
despacha en Palacio Nacional y le agradeció anticipadamente su apoyo. Esto, porque si
López Obrador dice, “va”, no habría obstáculo alguno para la titular de la Segob en su
camino para relevar a Mario Martín Delgado, quien, hay que recordar, piensa que Alcalde
Luján no le llega ni a los talones en eso de dirigir a un partido político. Pero se nota que en
Palacio Nacional le “jalaron las orejas” y lo bajaron y por eso, no le quedó más que
enfocarse en que será el futuro secretario de Educación Pública. Aunque lo anterior no
obsta para que el aún líder morenista haya anunciado que será para septiembre cuando
se renueve la dirigencia en el partido guinda. Bueno, ¿y qué tal que algún otro u otra
levantan la mano? Lo dicho, si López Obrador dice va, no hay nada más que hacer.
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