JUEGO DE OJOS: Fumer tue
Fumar es un vicio que no comparto y que me da miedo. Vi cómo un
enfisema destruyó a la madre de uno de mis mejores amigos y seres queridos han
muerto de cáncer pulmonar. Me parece tonto que jóvenes y viejos, lerdos e
iluminados, se regodeen en un placer que los llevará a la tumba … después de
asestarles una lista de males más larga que la Cuaresma.
El cigarro es el único producto que garantiza por escrito su peligrosidad y
que cada día se vende más. Incluso personas cuidadosas, de las que leen con
lupa la letra pequeña de los contratos, que tiran a la basura las latas caducas y
corren a la procuraduría del consumidor a la más leve sospecha de que están
siendo afectados por malévolos comerciantes, a la hora de echarse un pitillo
apartan la vista de las advertencias en las cajetillas de tabaco, en las que se
puede ver una calaca con huesos cruzados.
Participé en un lugar de la Galia, cuyo nombre me reservo, en una
conferencia. Compartí mesa con una dama inteligente que no dejó en paz una
cajetilla con el letrero “Fumer tue” -que en el idioma de Víctor Hugo significa
“fumar mata”.
Hicimos conversación entre ponencias. Tuve una idea perversa y le
pregunté si estaba de acuerdo en que el uso del condón es pecado que Dios
castiga con el infierno en un rescoldo en donde también se tuestan Stalin y Hitler y
a donde van a ir a parar Putin y Trump.
Se escandalizó. Me miró de arriba abajo y con voz ronca espetó: “¡Qué falta
de respeto! … Y además, ¿Está usted loco? ¡No usarlo es peligrosísimo!” Luego
encendió otro pitillo, sin duda para atenuar la impresión causada por mi
impertinente interpelación.
Por fortuna no me denunció a los agentes de seguridad del evento y
tampoco se alejó indignada de la mesa, aunque no volvió a cruzar palabra
conmigo.
Juego de ojos
Miguel Ángel Sánchez de Armas
2
Hay en la condición humana misterios que escapan a mi comprensión. Por
ejemplo, que una mujer tenga seis hijos con el tipo que la golpea desde la noche
de bodas; o que un hombre con doctorado soporte humillaciones públicas de un
jefe patán que no terminó la primaria; o que trabajadores especializados se dejen
conducir como ovejas por zafios elevados a líderes.
Parecería que la estupidez es uno de nuestros descriptores. En el
aeropuerto de Singapur hay un depósito de basura con un enorme cartel que en
todos los idiomas invita a tirar cualquier estupefaciente antes de pasar la aduana,
pues en ese país la introducción y tráfico de drogas se castiga con la pena de
muerte.
“Y pese a ello”, me dijo un guardia, “todos los días llegan dos o tres que
creen que pueden burlarnos”.
Además del mal aliento, la dentadura destruida y la carraspera, el tabaco es
causa eficiente de cáncer en laringe, pulmón, boca y estómago, presión alta y
cardiopatías.
Y a quien le parezca sensual presentarse á la Bogart en la cita amorosa,
resulta que contrario a la fantasía cinematográfica, el cigarro es un eficaz inhibidor
de la libido, además de –ojo señoritas y señoras- causa eficiente la aparición de
arrugas prematuras.
Pero digamos que es usted un anacoreta o un cartujo y que lo erótico le
vale un cacahuate. Entonces quizá le impresione saber que cada año mueren en
el mundo más seres humanos por causa del tabaco que por la combinación de
Sida, alcohol, sobredosis de drogas, asesinatos, suicidios, incendios y accidentes
aéreos y automovilísticos.
Millones de personas literalmente hechas humo. Tan sólo en Estados
Unidos, en donde tienen cifras muy confiables, se estima que han perecido más
fumadores que soldados en todas las guerras en que ese país ha participado en la
historia. Y créame, los gringos han estado en muchas.
Y si esto tampoco le importa, entonces tal vez le interese saber que si en
lugar de haberse fumado dos cajetillas diarias durante más de veinte años hubiese
Juego de ojos
Miguel Ángel Sánchez de Armas
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utilizado ese dinero en comprar acciones de las grandes tabacaleras, ahora mismo
podría jubilarse con una pensión millonaria.
¿Le vale? Bueno, por lo menos cuando fume hágalo alejado de quienes no
lo hacen, especialmente de los niños, porque se ha demostrado que los
fumadores pasivos también estamos propensos a terribles enfermedades.
Quizá lo único positivo acerca del cigarro -además de las enormes fortunas
que ha dado a unos cuantos- es su acción esencialmente democrática. La hierba
no discrimina. De cáncer por tabaco mueren por igual viejos, jóvenes, bellas, feas,
pobres, ricos, famosos, anónimos, académicos, periodistas y políticos.
Por ejemplo, en los años cincuenta del siglo pasado, tres actores que
estelarizaron la campaña “El hombre Marlboro”, en la que se equipara la felicidad
de los vaqueros en las praderas del viejo Oeste con la afición por el tabaco,
murieron de cáncer pulmonar, por lo que la marca pronto recibió el mote de
Cowboy Killer … “asesina de vaqueros”. Sin duda un gran triunfo del legendario
publicista Leo Burnett.
Y el 7 de agosto del 2005 el afamado periodista Peter Jennings, notable
conductor de ABC News, llamado “la voz del mundo”, murió víctima de cáncer
pulmonar a los 67 años. Y eso que había dejado de fumar 20 años atrás.
Fumer tue!
28 de abril de 2024