Aunque a finales de 2023 el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que no podía controlar los mensajes de su hijo porque ya tenía 40 años, el asunto es que el tuit de José Ramón López Obrador la noche del martes dejó un mensaje de que México podría estar teniendo dos políticas exteriores hacia Estados Unidos: la oficial de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y la extraoficial del presidente emérito a través de la voz de su hijo que no es funcionario ni tiene cargo partidista.
El contexto del tuit de José Ramón –hermano de Andy— era delicado como para cuidar el más mínimo gesto que pudiera ser malinterpretado –o bien interpretado– por la Casa Blanca en modo de funcionarios con pinturas indias de guerra: la presidenta Sheinbaum se metió en la dinámica interna del conflicto en Los Ángeles –con lenguaje mal o bien cuidado y con sentimientos de solidaridad de paisanaje, pero intervencionista al fin y al cabo– y provocó ese mensaje brusco y contundente de la Casa Blanca a través de la secretaria de Seguridad Interior, Kristi Noam, pero en presencia de un Donald Trump con gesto de pocos amigos.
Después del mensaje terminante de la secretaria que ya había hablado hace unas semanas personalmente con la presidenta Sheinbaum para presentarle exigencias estadounidenses que no fueron atendidas, José Ramón López Obrador mandó un mensaje francamente intervencionista: se dirigió a “los hermanos, y hermanos paisanas y paisanos” en Los Ángeles y en el resto de Estados Unidos y dejó muy clara su posición respecto al uso de la fuerza: “las redadas, los arrestos masivos y el uso de la Guardia Nacional no son señales de fuerza sino de miedo. Miedo a un pueblo trabajador, digno y organizado”. Llamó también en la tranquilidad porque “los represores (la policía, la Guardia Nacional y los Marines) quieren caos para justificar aún más su violencia”.
En sectores políticos que analizan con mucha sensibilidad y sentido de seguridad nacional lo que ocurre en áreas que tienen que ver con decisiones mexicanas pareció quedar claro que el tuit de José Ramón López Obrador pudo haber sido un mensaje procedente del Palacio de Invierno de Palenque, donde el presidente emérito continúa atento a la situación nacional y con hilos de poder para enviar mensajes.
En esta interpretación, el tuit de José Ramón se está interpretando como la desautorización del presidente López Obrador hacía la capacidad de autónoma de decisión de la presidenta Sheinbaum, porque para nadie es un secreto que todo lo que diga el presidente emérito vía sus familiares directos representan líneas políticas y de gobierno en el contexto de la continuidad transexenal el proyecto de la 4T.
Un dato en el tuit de José Ramón le dio el matiz del tono del presidente emérito: José Ramón encontró refugio en Houston para trasladarse allí a vivir con su familia, hasta que fue descubierto y tuvo que salir de la zona. Pero el mensaje era claro: Estados Unidos era tomado por políticos mexicanos como refugio en el exterior. Y ahí es en donde se analiza este lenguaje virulento en tono de comunicado guerrillero de un exresidente en Houston criticando a las fuerzas de seguridad de Estados Unidos que ejercieron acciones legales de arresto de migrantes que carecen de documentación oficial para trabajar en Estados Unidos o que usaron documentos falsificados y desde luego muchos de esos migrantes con órdenes de aprehensión por actividades delictivas.
En este contexto hay otro párrafo en el tuit del hijo del presidente: “hoy tenemos un gobierno mexicano que los apoya, que no se queda con los brazos cruzados ni guarda silencio frente a esa infamia de un gobierno que los abraza que defiende sus derechos y su dignidad en todos los frentes”, un gobierno “encabezado por nuestra querida presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, quien condena toda forma de represión, defiende al pueblo de México dentro y fuera de nuestras fronteras y reitera que el camino es el diálogo y el respeto”.
José Ramón colocó su tuit en el tiempo político justo después de la crítica de la secretaria Noam y de la respuesta casi inmediata de la presidenta Sheinbaum.
Aún con la argumentación de que se estaría tratando de un mensaje individual de un ciudadano sin cargo público ni político, resulta ingenuo suponer que el hijo mayor del presidente emérito no estaría siendo un canal político para enviar mensajes del Palacio de Invierno de Palenque al Palacio Nacional del Zócalo de la Ciudad de México. El firmante del tuit no es Pedro Pérez, sino que, como el caso de Andy, de quien se siente muy orgulloso de asumir el peso social y político del apellido.
En ese contexto es en el que se está analizando la existencia de México de dos políticas exteriores hacia Estados Unidos: la de Palacio Nacional con la presidenta en funciones y la del Palacio de Invierno de Palenque con el presidente emérito.
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