Lluvias de intensidad récord en Hong Kong provocaron inundaciones la madrugada del viernes y obligaron a cerrar escuelas y cortar el tráfico vial y de trenes, pocos días después de que este territorio chino se viera azotado por un tifón. Shenzhen, la gran metrópoli china limítrofe de Hong Kong, vive también desde el jueves sus peores lluvias desde 1952, de acuerdo a los medios de comunicación estatales.
Según la agencia meteorológica de Hong Kong, cayeron hasta 158.1 milímetros de agua por hora justo antes de medianoche (horario local), lo que representó la mayor intensidad de lluvias en la metrópoli desde 1884. Las autoridades hongkonesas informaron el jueves por la noche que varios barrios habían quedado inundados y que los servicios de emergencia estaban llevando a cabo operaciones de rescate. Pidieron a los habitantes que se quedaran en sus casas o fueran a lugares seguros.
«Fuertes lluvias provocarán inundaciones repentinas», alertó la agencia meteorológica. «Los habitantes que vivan cerca de ríos deben estar vigilantes ante las condiciones meteorológicas y salir de sus casas» en caso de inundaciones, añadió.
De momento no hubo víctimas por estas inundaciones. Las autoridades anunciaron que las clases en escuelas quedaron «suspendidas debido a condiciones extremas», y que los servicios de cargo en la frontera de la ciudad con la cercana Shenzhen fueron interrumpidos. Esta metrópoli tiene 17.7 millones de habitantes y es sede de numerosas empresas tecnológicas.
Según las autoridades de Hong Kong, Shenzhen podría liberar agua de sus embalses, lo que podría provocar inundaciones en partes del territorio del norte de Hong Kong. El servicio de transporte público de Hong Kong sufría también por la situación y algunas líneas de metro no funcionaban correctamente en todo su recorrido.
En las redes sociales se publicaron imágenes de una estación de metro inundada. En las calles se podían ver autos y autobuses prácticamente sumergidos. Según la agencia meteorológica, estas intensas precipitaciones están relacionadas con la baja presión atmosférica que dejó el paso del tifón Haikui. Durante la última semana, el sudeste de China se vio sacudido por los tifones Saola y Haikui.
Los expertos dicen que el cambio climático ha aumentado la intensidad de las tormentas tropicales, con más lluvias y ráfagas más fuertes que provocan inundaciones repentinas y daños costeros. En el otro extremo del país, la capital china Pekín sufrió a finales de julio y principios de agosto sus peores inundaciones en 140 años. La provincia vecina de Hebei se vio especialmente afectada.