El gobierno de Francia anunció que prevé proponer una nueva ley a comienzos de 2025, solo un año después de la aprobación de la actual norma, a fin de incluir algunas medidas discutidas en las últimas semanas.
«Hará falta una nueva ley de inmigración para adaptar un número de disposiciones», dijo la portavoz del Ejecutivo, Maude Bregeon, en unas declaraciones al canal televisivo BFM.
Bregeon explicó que, entre esas disposiciones, la nueva ley podría incluir una propuesta del ministro del Interior, Bruno Railleau, para extender el tiempo permitido de retención de extranjeros en situación irregular en los centros de detención administrativa, que pasaría de 90 a 210 días.
De cara al debate parlamentario, con el Gobierno en minoría en la Asamblea Nacional, Bregeon aseguró que «no buscaremos el apoyo» de la extrema derecha de Marine Le Pen, a pesar de la previsible oposición del bloque de la izquierda.
REGULARIZACIÓN DE INDOCUMENTADOS
Pero la portavoz del gobierno avanzó que la nueva ley también incluiría la regularización de inmigrantes indocumentados que trabajen en sectores económicos «en tensión».
La actual ley de inmigración se promulgó el pasado 26 de enero después de un tormentoso paso por la Asamblea Nacional.
Una veintena de diputados de la entonces mayoría macronista votaron contra el texto el proyecto legislativo y otros 17 se abstuvieron, de forma que la ley solo salió adelante gracias a la abstención del partido de Marine Le Pen, la Agrupación Nacional (RN).
Le Pen y el RN, que ya salvaron al Gobierno conservador con su abstención en la moción de censura de la pasada semana que presentó el bloque de izquierda, han advertido de que podrían lanzar una moción de censura al Ejecutivo si no pone en marcha una nueva ley de inmigración.