Al menos 11 personas murieron, entre ellos menores de edad, al estallar una bomba oculta en la carretera por donde pasaba el vehículo que los transportaba en la provincia de Helmand, en el sur de Afganistán, informaron hoy fuentes militares.
La explosión se produjo la tarde de este sábado en una carretera del remoto distrito de Nawa, cuando la camioneta y sus 11 ocupantes viajaban rumbo a Lashkar Gah, capital de Helmand, precisó Muhammad Rasul Zazi, portavoz del Ejército afgano.
El vocero militar, citado en despachos de la agencia afgana de noticias Pajhwok, indicó que la detonación destruyó por completo la camioneta, causando la muerte de todas las personas que iban a bordo.
Las autoridades provinciales sospechan que el artefacto explosivo fue plantado por milicianos del grupo yihadista Talibán, ya que la carretera es utilizada de manera frecuente por las fuerzas de seguridad de Afganistán.
Hasta el momento, ni los talibanes, ni ningún otro grupo armado han reivindicado la responsabilidad de la explosión, aunque las bombas en las carreteras son un arma común del grupo en su lucha contra las fuerzas de seguridad afganas y extranjeras.
Sin embargo, los dispositivos explosivos improvisados sembrados también están provocando la muerte a un número creciente de civiles.
Se estima que la mayoría del territorio de Helmand, que tiene el mayor cultivo de amapola en el país, ya está controlada por los talibanes, mientras que su capital Lashkar Gah, uno de los últimos enclaves del gobierno, está en riesgo de caer en manos del Talibán.
De acuerdo con informes internacionales, las fuerzas de seguridad afganas controlan menos del 60 por ciento del país, los talibanes dominan alrededor de 10 por ciento y el resto lo disputan diversos grupos armados.
