Dice, el licenciado presidente, que mañana jueves ofrecerá un capítulo especial de la telenovela
“La mañanera, o lo que es lo mismo…”. Porque será desde ¡Acapulco!
Olvídese de que le haya ido de pocas tuercas en San Francisco porque, a los postres de la cumbre
del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico, míster Joe Biden y el camarada Xi Jinping lo
trataron casi de piquete en el ombligo.
Pero…
Mañana se conocerá el tamaño del amor que, dice, le tienen los acapulqueños.
¿Usted cree que se tomará la foto de la vanidad con porteños designados en algún tramo de la
Costera Miguel Alemán?
O, alejado de las mentadas de madre –declarado por él deporte nacional–, se refugiará en la base
de Icacos, para estar cómodo frente a reporteros que le harán preguntas a modo, porque no serán
convocados los incómodos.
Y es que, estará usted de acuerdo: tiene que hacer campaña a contracorriente, toda vez que no
sólo los acapulqueños, ¡no!, también habitantes de 47 municipios guerrerenses afectados por Otis
no se la perdonan y amenazaron con votar contra Morena.
¿Estará enterado Andrés Manuel I que por ahí han pillado a morenistas víctimas de la politiquería
que tanto odia, en plena zopiloteada medrando con la necesidad de los damnificados de
Acapulco?
Sí, como la diputada local Yoloczin Domínguez Serna quien, sin rubor alguno, desde un camión de
carga de la Marina repartió despensas con pase de lista, es decir, sólo para simpatizantes de
Morena.
¡Recórcholis, Mario Delgado!
Ojalá y se encuentre al amor que linda en fanatismo y que en mi pueblo le llaman de fea manera,
como aquel que, digno de novela de Corín Tellado, le declaró Jazmín Tapia en la mañanera del
pasado 14 de noviembre de 2023 en Culiacán, Sinaloa.
Desconozco si es reportera, porque sólo se identificó como “de TVP”.
Porfis, no se ría, pero estas son declaraciones de amor, no demagogia, que deben provocar rubor a
Su Alteza Serenísima y que, sin duda, envidia la soprano Sheinbaum, ¿a poco no? Nomás escuche
la tonadita, solo falta acompañamiento de la redova.
Bueno, hete aquí el diálogo. A saber:
–Ahí le va mi cierre –dijo la señorita Tapia, al licenciado presidente–: usted mencionó del cuarto
poder que existía antes.
Mis compañeros periodistas, colegas, locales y nacionales, me van a disculpar por lo que voy a
decirle esta mañana: por primera vez yo tengo un líder político y este es usted. Y yo soñaba con
estar en una mañanera. Le agradezco a Jesús Ramírez y a Adriana Ochoa y al gobernador haber
palomeado la oportunidad.
Le traigo de regalo… Ah, ya se le dio a usted, ya la conoce el gobernador. Usted, que conoce todos
los pueblos del país, todos los lugares, debe de conocer todos los lugares de Sinaloa y sus
costumbres. ¿Me permite acercársela?
— Sí, tráemela, accedió el Duce.
–Por favor. Y quiero una foto, aprovechando. No lo puedo creer. Voy a llorar. Foto, por favor.
–Bueno, que vivan las periodistas—refirió el licenciado Andrés Manuel.
–No, gobernador –la distrajo el gober Rubén Rocha Moya–. ¿Saben cómo me dicen, presidente?,
que soy la fifí más chaira. Dios lo bendiga, presidente–, cerró Jazmín Tapia.
¡Caray! Parece parte del guion que se elabora con días de anticipación para dar la palabra, con
largueza, a integrantes de la barra mercenaria.
Como ese libreto en el que participan tránsfugas del chambismo y el oportunismo político, de
aquellos y aquellas que se encumbran en un partido y cuando se les niega la tajada del sempiterno
sueño de poder, renuncian y se echan a los brazos del instituto político al que denostaron desde la
acera de enfrente.
Ahí tiene usted a los ex gobernadores priistas de Campeche, Carlos Miguel Aysa González, de
Quintana Roo, Carlos Joaquín González; de Sinaloa, Quirino Ordaz Coppel; de Hidalgo, Omar
Fayad, y, apenas el pasado fin de semana, el gober de Oaxaca, Alejandro Murat Hinojosa, y el
demócrata alcalde, con licencia, de Cuajimalpa, Adrián Rubalcava.
Todos han declarado su amor político al licenciado presidente. Pero, con acompañamiento de Los
Panchos o Los Dandys, es amor comprado.
¡Sopas!
Y mire usted, en la Cámara de Diputados de los y las 500 que la integran, se anotaron 471
dispuestas y dispuestos a sacrificarse por la patria. Se lanzan al ruedo en busca de la reelección.
Hay quienes van por la primera y hasta la segunda reelección.
Creció el interés, porque en el proceso electoral 2020-2021 se registraron 449. Son muchos y
muchas, de cualquier manera.
Hoy, como si se lo merecieran de los y las 471 que remitieron “avisos de intención para elegirse de
manera consecutiva” 179 son parte de los y las 201 integrantes de la bancada de Morena. Hay
quienes como Nacho Mier van por otras posiciones, al poblano ya le aseguraron la senaduría.
¡Fácil! Se ganó el escaño con la artimaña de los fideicomisos del Poder Judicial de la Federación y
otros servicios hechos en campaña.
Otros más dispuestos al sacrificio. Del PAN, 119, que incluye a suplentes, porque el total de la
bancada es de 113; lo mismo ocurre al PRI que tiene 69 y se registraron 70; 37 del PVEM cuya
bancada se integra con 41; 33 del PT, es decir, toda la bancada; 17 de Movimiento Ciudadano que
tiene 28 y 16 del PRD que tiene 15.
En efecto, 433 registros corresponden a diputadas y diputados titulares y 38 a suplentes. Y, de las
cartas de intención recibidas 119 de 144 diputadas y diputados de elección consecutiva han vuelto
a manifestar su intención de ser electos consecutivamente para un tercer periodo. O sea; y si se
les da, irían en 2027 por un cuarto periodo.
Patriotas y demócratas. Veremos cuántos llegan y quiénes tienen disciplina partidista que
trasciende a la pena ajena, ésta que provocan personajes que se exceden en la lisonja y son
serviles y serviciales, personajes cuya historia pudo haberse escrito con dignidad.
¡Recáspita, Changoléon!
Tal es el caso del abogado Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, quien no había ocultado su simpatía por
el licenciado López Obrador, pero le ganó el ánimo y renunció un año antes de concluir el periodo
para el que fue elegido por el Senado y propuesto por Felipe Calderón.
Y declaró su amor abyecto a la doctora y soprano Claudia Sheinbaum.
Se justificó en su artículo quincenal en Milenio. Acto de contrición y olvidó que vive y ha vivido en
México y que su carrera judicial la hizo en México, con todos los etcéteras que ello entraña y hasta
dio por sentado que siempre estuvo engañado, como ñoño mozalbete.
El siguiente párrafo lo pinta cómplice de lo que reprocha. Lea usted:
“Por décadas México estuvo sumido en un sistema político y económico profundamente injusto
(…). En gran medida fueron años marcados por una corrupción bochornosa, simulación, redes
clientelares, desigualdad, autoritarismo, discriminación y violencia; en los que el poder
—enmascarado bajo una narrativa tecnócrata— se ejerció de forma opaca para el beneficio de
unos pocos”.
¿Y por qué no lo denunció en su momento? ¡Vaya!, el abogado Zaldívar Lelo de Larrea se suma a la
causa de la 4T con la doctora Claudia Sheinbaum. Todo sea, hasta el ridículo, ¿por la patria?
Porfis, no tenga malos pensamientos ni le aplique feos adjetivos al honesto, prístino y demócrata
ministro renunciante.
Y para que el licenciado López Obrador no se sienta víctima del desamor, hay que recordar lo que
de él dijo el entonces subsecretario de Salud, Hugo López Gatell en marzo de 2020, cuando la
pandemia del Covid 19 entraba con paso mortal a México:
“La fuerza del presidente es moral, no es una fuerza de contagio (…) entonces no tiene por qué ser
la persona que contagie a las masas, o al revés”. Amor con amor se paga, dice el Duce y acepta el
servilismo como moneda de cambio. ¡Cáspita! Drakko. Digo
[email protected] www.entresemana.mx @sanchezlimon1