- Seguros, uno de los principales servicios que los afectan
- Quálitas, compañía que impone maltrato y se rehúsa a pagar seguros de “los viejos”.
Quálitas, seguros de autos, tiene una peligrosa consigna: impedir por todos los medios que se le pague un siniestro a cualquier conductor mayor de 55 años.
Para ello cuentan con diversos recursos: demorar las llamadas de atención, retardar el arribo del ajustador y procurar que éste, ejerza desde el primer momento, una actitud amenazante: empuje al cliente, masculle de mal humos respuestas, amenaza con admitir el mentiroso veredicto de:
-Usted tuvo la culpa. Lo acepta o llamamos a la policía para que lo encarcelen y pague además múltiples multas y uso de grúa.
La actitud inequitativa y vejatoria incluye, incluso, que hagan caso omiso de quien manejaba y cometió el siniestro era otra persona, no el titular del seguro, que incluso carecía de conducir.
-Eso no me consta.
Es lo que reponen en medio de carcajadas y no falta el despectivo comentario de:
-Lo que tiene que tolerar uno con estos viejos.
Si la conductora es una mujer, las faltas de respeto se recrudecen y “amablemente” aconsejan:
-Señora, usted ya no está para manejar. Sólo genera accidentes. Mejor ya váyase a su casa.
Algunos ajustadores admiten abiertamente y entre risas burlonas:
-A los viejos Quálitas no les paga.
Muchos de estos servidores se ostentan como practicantes de magia negra o “santeros” y amenazan con “hacer un trabajo” a los quejosos que no admiten que el seguro, que cada año contabiliza 322 quejas sin ninguna pena pecuniaria de CONDUSEF, se rehúse a pagar el siniestro.
A pesar de que Quálitas tiene seguros de autos para adultos mayores, considera “inservibles” a estos conductores y les atribuye causas inventadas o no en la generación de siniestros viales: cambio de carril, manejar muy rápido o lento, no a ver visto una señal, conducir por una vía principal una que no lo es, alterarse, manejar con miedo, no encender o si las luces y un largo etcétera-
Tristemente no sólo los adultos mayores padecen discriminación y abuso en los seguros de automóviles. Otros servicios financieros como la banca, tarjetas de créditos, fondos de inversión y otros-
Esto a través de nulas instrucciones de digitalización y uso de tecnologías, empleo de lenguaje e instrucciones complejas, políticas que no consideran la movilidad y características de los usuarios mayores y otros.
A esto se suma que representan un alto porcentaje de la exclusión financiera. Esto por características inherentes a la edad como baja capacidad digital, poca alfabetización financiera vigente, deterioro cognitivo o físico, aislamiento social.
También los adultos mayores de 55 años tienen como inconvenientes vivir únicamente con los recursos de una renta fija, pensión o anualidad, confianza en los miembros de la familia, dificultad para acceder a asesoramiento financiero y falta de productos financieros para personas mayores.
El 31% de las controversias recibidas por la CONDUSEF proceden de adultos mayores y una parte significativa está en los seguros automotrices de Quálitas.
Una compañía que odia a los que ya tenemos más de 50, confió una trabajadora de la misma empresa.