Por Pedro Jiménez Rodríguez
Mal podría terminar la incursión en la política del ex futbolista profesional Cuauhtémoc Blanco, tan mal que podría acabar con sus huesos en la cárcel.

Tal vez ahora si ya se habrá dado cuenta el Cuau, que esto de la política es cosa sería, no como un partido de futbol, el cual dura poco más de 90 minutos y al término los contrincantes se dan a la mano, o se recuerdan la progenitora y en última instancia algunos se agarran a cachetadas a para dirimir diferencias.
No, en la política los amigos son de mentirías y los enemigos son de verdad, no perdonan los agravios y menos olvidan un insulto.
A estas alturas Cuauhtémoc Banco ya sabe que si quiere salir bien librado de esta acusación, va a tener que inclinarse ante su archi enemigo, el gobernador de Morelos, Graco RamÍrez, que sin duda es quién está detrás de la acusación de que el edil de la capital morelense pago 200 mil pesos al asesino material, José N. del empresario Juan Manuel García Bejarano.
Es el dicho de José N el que puede llevar a Cuauhtémoc Blanco a la cárcel, pues está aceptando que él le pego os balazos al empresario, pero por mandato del ex futbolista y un locutor español, que están en franca confrontación con el gobernador Graco Ramírez.
Habrá que esperar a ver que pruebas se presentan durante el juicio y sobre todo, si el juez de la causa acepta el dicho del homcida, para involucrar a Cuauhtémoc, pues si hay elementos podría terminar en la cárcel.
Sin embargo, ahora Cuauhtémoc Blanco ya no está solo, sino que lo apoya el Partido Encuentro Social, que ya se sabe es obra del actual secretario de Gobernación, Miguel Osorio Chong, y eso cuenta.
Por lo pronto si Osorio Chong saca de esta bronca a Cuauhtémoc Blanco, lo tendremos como candidato del PES a la gubernatura en el 2018.
Habrá que esperar unas semanas para conocer el desenlace de este drama, pero está visto que Cuauhtémoc Blanco es ave de las tempestades, pues apenas sale de una y ya está metido en otra.
EL PULSO.- Por cierto, el peje López Obrador anda que no le calienta ni el sol, por la captura de Javier Duarte de Ochoa. Y no es porque no le agrade que agarren a los corruptos, sino porque el ex gobernador de Veracruz podría involucrarlo en sus transas, dado que hasta donde se sabe, le entregaba fuertes cantidades de dinero mensualmente a Morena par que le hiciera la vida cansada a Miguel Angel Yunes. Por eso el tabasqueño ya anuncio que no va a hablar más de Javier Duarte, y a sus seguidores les adelanto que el “gordo” Duarte lo va a acusar, pero no deben creerle, porque eso es parte del “compló” que se gesta desde la “mafia del poder”, para bajarlo en las encuestas. No, pos sí*** Y como en todos lados se cueces habas, en el PRI se empezaron a salir del huacal los diputados. Por lo pronto el poblano Alejandro Armenta Mier, respondió a su coordinador, César Camacho, quien lo conmino a retirar su firma de apoyo al Acuerdo Nacional convocado por Morena. El legislador le dijo que no va a retirar nada, por el contrario va a seguir apoyando ese acuerdo, aportando pruebas de varias corruptelas, entre ellas “las concesiones de taxi que le dieron al líder nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza, en el gobierno de Rafael Moreno Valle.