Aunque en repetidas ocasiones Claudia Sheunbaum ha confirmado que
va por la continuidad de la Cuarta Transformación, incluso habla de un
segundo piso, los 12 integrantes del gabinete que dio a conocer en las
últimas dos semanas, despiertan, en algunos sectores, una esperanza
de cambio.
Pero también hay casos como el de Raquel Buenrostro que va a la
Secretaría de la Función Pública que tienen dos lecturas: una que
puede ser una buena carta para frenar un poco la corrupción, dada su
fama de dura y la otra que estará en la SFP para proteger los intereses
de Andrés Manuel y de sus hijos.
Interesante que Juan Ramón de la Fuente, futuro Secretario de
Relaciones Exteriores, haya dejado en claro que habrá transición sin
ruptura, sin sumisión.
Como interesante fue la declaración del doctor David Kershenobich,
próximo Secretario de Salud, quien dejó a un lado la jalada de un
sistema de salud como Dinamarca, no se si necesariamente como
Dinamarca, pero de que vamos a avanzar en tener y sistema de salud
sólido y que pueda durar mucho tiempo para adelante, sí”.
Desafortunadas sí las declaraciones de quien será el Secretario de
Agricultura, Julio Berdegué quién ignora que el crimen organizado pone
el precio a los alimentos, como sucede en muchos estados del país.
Negarlo es vivir en otra realidad. El campo se le abandonó y el vacío lo
cubrió el narco, ¿lo sabrá el sinaloense?
En el gabinete que acompañará a la doctora Sheinbuam a partir del
primero de octubre, también hay casos como el de Luz Elena González
Escobar, que estarán en una posición en espera de una responsabilidad
mayor, Hacienda por ejemplo, lo que le tocó manejar en el gobierno de
la Ciudad de México.
El próximo gabinete también es una esperanza de que será diferente al
de Andrés Manuel López Obrador, en donde la mayoría sólo recibía
transferencias a sus cuentas bancarias, sin desquitar el salario, cobran y
otros que se fueron, cobraron por no hacer nada, salvo raras
excepciones que sí rindieron cuentas.
Habrá que ver si después de tomar posesión la doctora puede ir por otro
camino, por lo pronto hay motivos para pensar que eso es sólo una
esperanza.
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El cinismo de Arturo Zaldívar Lelo de Larrea no tiene límite. En su afán
de quedar bien con el actual presidente y la próxima presidenta, en su
partición en la sesión inaugural de los Foros para la Discusión Sobre la
Reforma Judicial se aventó la puntada de decir que durante su gestión
como presidente de la Suprema Corte de Justicia se acabó la corrupción
y nepotismo, pero que con Norma Piña volvió. El el mismo presidente
López Obrador quien lo balconeó al decir que cuando estaba Zaldívar
como presidente de la Corte y había un asunto de interés público,
nosotros intervenimos para que hablara con el juez. Eso ex ministro es
corrupción…Finalmente Claudia Sheinbaum recibió al llorón Gerardo
Fernández Noroña y lo dobló, el bocón, salió de la casa de la transición
muy blandengue y afirmó que se va al Senado…Ayer la periodista
sonorense Reina Haidde Ramírez arrinconó con sus preguntas al
presidente López Obrador, que tuvo que pedir esquina “me estoy
enganchando y mejor vamos a dejarlo aquí” Y cuando Reina le preguntó
sobre la corrupción de los amigos de sus hijos y el presidente le
respondió que denuncien, la sonorense le reviró, porque no los
denuncia usted.
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