Lo que ayer vimos los mexicanos que nos interesa el acontecer
nacional, fue una grotesca de una simulación, una farsa largamente
anunciada, una burla más para quienes todavía siguen pensando que
en México es posible la democracia, nada más falso.
El presidente Andrés Manuel López Obrador no se cansa de decir, que
“no somos iguales”, pero después de lo que vimos ayer, nos queda claro
que son peores que los anteriores, llámese priistas o panistas.
Claudia Sheinbaum resultó “ganadora de las encuestas” para definir al
candidato presidencial de Morena, que desde hace mucho tiempo un
gran sector de la población mexicana sabía que sería Claudia, la
consentida de Palacio Nacional, la señalada por el dedo presidencial
como sucesora de la 4T.
Un dedazo que durante muchos años los mexicanos nos chutamos con
los priistas, pero en esta ocasión, con una diferencia: la simulación con
un proceso y unas encuestas amañadas.
Lo extraño en este proceso totalmente cargado de un sólo lado, es que
los más experimentados políticos de la 4T, después del presidente
Andrés Manuel López Obrador, como son los casos de Marcelo Ebrard
y Ricardo Monreal, se hayan ido con la finta o bien se prestaron al
juego, en el caso del primero, vamos a ver hasta dónde llega el
berrinche, en el caso de segundo, no le queda más que asimilar el
ridículo.
La gran pregunta después de la farsa que encabezaron ayer Alfonso
Durazo y Mario Delgado, en el World Trade Center, es sí Marcelo
Ebrard está dispuesto al rompimiento, o se quedará en el berrinche
como lo hizo en 1994 su mentor Manuel Camacho Solís cuando el
dedazo de Carlos Salinas de Gortari no lo favoreció y se inclinó por Luis
Donaldo Colosio, con el epílogo que todos conocemos.
Lo único que queda claro es que Claudia Sheinbaum será la candidata
de Morena para las elecciones presidenciales del 2024, que será la
abanderada morenista, no por elección, sino por decisión del hombre
que manda en Morena y que despacha en Palacio Nacional. ¿Y la
democracia? ¡Qué espere! diría el hombre de la transformación.
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Señora Lía Limón, nuestra alcaldesa aliada en Álvaro Obregón, deje de
andar haciendo proselitismo, usted no va a ser la candidata de la
oposición para el gobierno de la Ciudad de México. Mejor dediquese a
atender los problemas de la demarcación que dice gobernar. Por qué no
se da una vuelta por Santa Fe para que vea como están las calles,
llenas de baches, que provocan serios problemas a los automovilistas y
a la vialidad. El domingo pasado en la zona hubo varios automovilistas
que poncharon sus llantas al caer en un hoyanco, de los que hay
muchos por ese lugar y no fue un neumático, sino que en algunos casos
hasta dos, como me reportaron los usuarios de las deterioradas
vialidades. Y no sólo en ese lugar, sino en muchos otros de la alcaldía a
su cargo. Basta de futurismo, primero resuelva los problemas y luego
piense en otro cargo…La violencia ha rebasado a las autoridades en
muchas ciudades del país, por eso, el perfil policiaco de algunos
aspirantes a las candidatura, como es el caso de Javier García Harfuch
en la Ciudad de México, a pesar de que el hijo de Javier García
Paniagua, había dicho que no iba. Hay otros casos en ciudades de
menor nivel.
[email protected] @HctorMoctezuma13