Alito y Markito, PRI y PAN son una losa muy pesada, que Xóchitl Gálvez
lleva sobre sus espaldas y que le impide crecer como quisieran quienes
están hartos del gobierno que nos prometió hacer historia y lo único
que ha hecho son negocios al amparo del poder con obras con costos
millonarios, que mañana servirán para lo que se le unta al queso.
Xóchitl irrumpió en la escena preelectoral con grandes expectativas para
millones de mexicanos que están hasta la madre de las ocurrencias del
macuspano, pero hasta ahora sólo ha sido llamarada de petate, no
crece, no levanta la confianza en que pueda derrotar a Claudia
Sheinbaum la virtual candidata de Morena.
Y es que la hidalguense está entrampada entre hacer campaña
acompañada de este par de truhanes o de plano irse por la libre,
ninguno de los dos caminos le garantiza un éxito en las elecciones del
2024.
La irrupción de Gálvez fue fortuito, estaba lista para ser candidata del
Frente para la Ciudad de México, pero ante más de una decena de
personajes de los tres partidos que conformaron la Alianza Va por
México, que después se convirtió en Frente Amplio, que no
representaban la mínima posibilidad de éxito, decidió lanzarse por la
candidatura presidencial. Pero no sólo era de lanzarse.
Xóchitl se lanzó, ahora si valga decir, como el borras, mejor no les digo
cómo porque me pueden acusar de violencia de género. Se lanzó y
aceptó ser la candidata del PAN, PRI y la entelequia que participa con
las siglas del PRD, bajó qué condiciones, vaya usted a saber. Con Alito,
Markito y el Tragabalas no se puede pensar más que en condiciones
favorables para el trío de gandallas.
Y Xochitl no crece ni crecerá porque el apoyo que le ofrecieron los
partidos que integran el Frente Amplio por México, no se ve, la asesoría
que recibiría de los mejores cuadros de la oposición tampoco, ha caído
en un discurso vano trivial que no despierta ningún interés entre los
futuros votantes.
La hidalguense le echa ganas pero eso no es todo en una contienda del
nivel presidencial, mucho menos cuando el adversario, en este caso, la
adversaria tiene todo el apoyo de los recursos y del aparato
gubernamental.
Por lo pronto Claudia Sheinbaum le lleva más kilómetros de ventaja a
Xóchitl que los que le lleva Max Verstappen al mexicano Sergio “Checo”
Pérez en el campeonato de Fórmula 1.
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Respetuoso pero firme el discurso inaugural del nuevo rector de la
UNAM Leonardo Lomelí Vanegas, con una clara advertencia: la defensa
de la autonomía universitaria, una clara dedicatoria a quienes, desde el
poder, se quieran meter en la Máxima Casa de Estudios. Lomelí
Vanegas recordó que don Javier Barros Sierra se opuso a la violanción
de la Autonomía Universitaria de parte de más ni menos un autoritario
como lo fue Gustavo Díaz Ordaz y al que el actual presidente Andrés
Manuel López Obrador no le envidia nada. El discurso del nuevo rector
de la UNAM fue largamente aplaudido, sólo la Secretaria de
Gobernación, Luisa María alcalde no chocó las palmas de sus manos,
obvio entendió a quien iban dirigidas las palabras del doctor
Lomelí…Quien seguramente regresó de San Francisco con vómito y
diarrea fue el presidente Andrés Manuel López Obrador luego de que el
presidente de los Estados Unidos entregó la presidencia de la APEC a
Gina Boluarte la presidenta de Perú.
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