El poderoso senador demócrata de origen cubano Robert Menéndez se sienta a partir de este lunes en el banquillo para responder a las acusaciones de participar en una red corrupción para ayudar a los gobiernos de Egipto y Catar a cambio de dinero.
El senador de 70 años, uno de los pesos pesados del Partido Demócrata, así como su esposa Nadine Menéndez, está acusado de conspirar para actuar como agente de Egipto y aceptar sobornos y traficar con influencias a favor de El Cairo, además de ayudar a un empresario a conseguir inversiones de un fondo catarí.
A ello se suma otra imputación de la fiscalía que lo acusó en marzo de obstrucción a la justicia cuando se le investigaba por los sobornos relacionados con esos países.
En el mismo juicio se sientan los empresarios Wael Hana y Fred Daibes, acusados de soborno y fraude. Un tercero, José Uribe, se declaró culpable.
Problemas de salud han hecho que el juicio a Nadine Menéndez haya sido pospuesto hasta julio.
El juicio se inició en el Tribunal Federal del Distrito Sur de Nueva York con la selección del jurado que sellará su suerte. De ser declarado culpable, los cargos más graves pueden acarrear hasta 20 años de cárcel.
El senador y su esposa aceptaron cientos de miles de dólares en sobornos a cambio de que el senador Menéndez utilizara su poder e influencia para proteger y enriquecer a esos empresarios y beneficiar al gobierno de Egipto», dijo el fiscal Damian Williams en su auto de inculpación.
Menéndez proporcionó información sensible del gobierno de Estados Unidos y adoptó otras medidas que ayudaron secretamente al gobierno de Egipto», agregó.
El demócrata de Nueva Jersey, que sigue ocupando su escaño, dimitió de la presidencia de la poderosa Comisión de Relaciones Exteriores del Senado tras su imputación.
Dinero y lingotes de oro
La policía halló en su casa 480,000 dólares escondidos entre la ropa y en una caja de seguridad, 13 lingotes de oro y un Mercedes-Benz descapotable, un anillo de diamantes y muebles.
El senador se ha declarado no culpable y ha justificado las cantidades de dinero que mantenía en su casa por «la historia» de su familia, «víctima de la confiscación en Cuba», lo que puede resultar «pasado de moda». Sin embargo, aseguró que es dinero que sacó «de su cuenta de ahorro» producto de «30 años de trabajo».
Según la fiscalía, Menéndez recibió sobornos para ayudar a Daibes, que «buscaba millones de dólares en inversiones de un fondo vinculado a (…) Catar realizando actos» en beneficio de Doha.
Menéndez habría presentado a Daibes a un miembro de la familia real catarí, que también era director de una empresa de inversión de ese país de Oriente Medio no identificada.
En los cargos relacionados con Egipto, Menéndez ha sido señalado de aceptar cientos de miles de dólares en sobornos de tres residentes de Nueva Jersey entre 2018 y 2022, y de haber utilizado su «poder e influencia para proteger, enriquecer a esos empresarios y beneficiar al gobierno» egipcio.
Senador desde 2006 y antes miembro de la Cámara de Representantes durante 14 años, Menéndez ha sido un incondicional demócrata en el Congreso durante tres décadas.
Como presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado fue un feroz opositor a la normalización de las relaciones con Cuba y acérrimo enemigo de Venezuela y China, y defensor de Israel.
Será su segundo juicio por corrupción en siete años. En 2015 fue acusado de aceptar sobornos de vuelos en jets privados, vacaciones de lujo y más de 750.000 dólares en donaciones ilegales de campaña. Pero tres años más tarde el jurado no llegó a un acuerdo unánime y el Departamento de Justicia desistió de volver a juzgarlo.