En el marco del segundo foro *“Ciudades Familiarmente Sostenibles”*, organizado por el Instituto de Análisis de Política Familiar (IAPF), autoridades electas de diversas regiones del país, incluyendo alcaldes y regidores, concluyeron el encuentro con la firma de un compromiso histórico: promover el desarrollo de ciudades con una visión centrada en la familia. Este compromiso tiene como objetivo fortalecer el tejido social y garantizar el bienestar de las familias mexicanas a través de políticas públicas efectivas.
Proponen a nuevos gobernantes adherirse a la Declaratoria de Venecia en favor de las familias
Durante la mesa redonda titulada *»Un nuevo horizonte: Estrategias para ciudades con visión de familia»*, Juan Antonio López Baljarg, director del Instituto de Análisis de Política Familiar, dio a conocer datos de importancia sobre la situación de la familia en nuestro país.
De acuerdo con López Baljarg, en México se enfrenta a una crisis en el bienestar de sus familias. Reveló que el 68% de los hogares mexicanos se encuentran con algún tipo de deuda que el 92% de los hogares no cuenta con un plan financiero, y cada minuto se registran tres casos de violencia intrafamiliar derivado de conflictos económicos.
Estas cifras, dijo, reflejan una realidad que México debe superar si quiere mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos.
López Baljarg retomó una declaración publicada por la revista Forbes: «México es el peor país para formar una familia» por lo que el directivo advirtió que la situación emocional de las familias debe mejorarse.
“Si no se atienden estas causas, las consecuencias se somatizan o se expresan en agresiones,” agregó, aunque reconoció que el crecimiento económico por sí solo no garantiza una mejor calidad de vida.
El panorama es similar en otros países aún con economías sólidas, apuntó López Baljarg, citando los casos de Inglaterra y Japón, donde se han creado ministerios de la soledad debido a que, a pesar del desarrollo económico, persisten problemas de aislamiento y falta de afecto.
En Estados Unidos, la salud mental ya se considera una prioridad de atención. “¿Qué tienen que ver los gobiernos con la felicidad?”, preguntó, destacando que lo emocional debe ponerse al mismo nivel que la pavimentación, la salud y la educación.
La inestabilidad económica también afecta la educación, advirtió López Baljarg, señalando que la deserción escolar suele estar ligada a problemas financieros. “Si perdemos a un niño en la escuela, estamos perdiendo a su familia y a tres generaciones más”, afirmó.
El foro destacó que la perspectiva familiar no es una idea nueva; ya hay 15 resoluciones de la ONU que reconocen la importancia de integrar a las familias en el desarrollo sostenible. El Programa de Ciudades Familiarmente Sostenibles busca corregir el rumbo, promoviendo el desarrollo integral de las comunidades a través de una visión centrada en la familia. Para lograrlo, es crucial reconocer que algo está mal y actuar en consecuencia.
UNICEF ha identificado seis ODS en los que la familia juega un papel fundamental. En ese sentido, López Baljarg hizo un llamado a los nuevos gobiernos municipales que tomarán protesta el próximo 1 de septiembre, recomendándoles adherirse a la Declaración de Venecia en sus primeros 100 días de gestión.
Finalmente, subrayó que el Instituto de Análisis de Política Familiar está preparado para acompañar a los gobiernos en la toma de decisiones basadas en evidencia, la generación de propuestas técnicamente viables, y la promoción de un diálogo social legítimo que conduzca a la sostenibilidad familiar.