Los Sucesos de Uruapan, Grito Despertador
El Pueblo No Soporta Más, Exige Haya Paz
La Presidenta Está Sola, Atada y Sin Defensa
Algo Sobre Juan Rulfo, Detalles de su Vida
La licenciada en Ciencias Políticas, Grecia Itzel Quiroz García, de 35
años de edad, el pasado miércoles 5 asumió la Presidencia
Municipal de Uruapan, por acuerdo de la Legislatura Michoacana.
La viuda de Carlos Manzo en Palacio Nacional recibió el
beneplácito de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, en
presencia del gobernador Alfredo Ramírez Bedolla.
La realidad no podrá ocultarse más.
El hartazgo invade a los desamparados pueblos.
Gobierna, no solo controla, la delincuencia organizada.
Frías estadísticas de hogares enlutados, viudas y huérfanos.
Culpar a los que gobernaron, aprobado. ¿Qué han hecho, en los
últimos siete años, para corregir lo malo?
Platicaba con mi amigo y colega Abraham Mohamed Zamilpa sobre
el momento que estamos viviendo 130 millones de mexicanos,
coincidimos en que la situación nacional es verdaderamente
alarmante, de profunda preocupación y con incertidumbre para el
inmediato futuro.
LA PRESIDENTA EN CALLEJÓN SIN SALIDA
La Primera Presidenta de México está en un auténtico callejón sin
salida, obscuro, no hay ni una luciérnaga.
Claudia Sheinbaum Pardo camina entre las sombras de dos
enemigos, un mexicano y un norteamericano.
Aquel no la deja actuar por sí misma, le recuerda que hay
revocación de mandato; el otro, la presiona políticamente y, según
él, la califica de ser excelente en el cargo que ocupa.
Estamos o no de acuerdo con Claudia Sheinbaum Pardo, es a
criterio personal. Respetar y cuidar a la Presidenta de los Estados
Unidos Mexicanos, es una obligación ciudadana.
Lo que se vive, en estos días, nos presenta a la Primera Presidenta
con muchos deseos de servir, pero está maniatada. Nadie la
defiende, ni la dirigente del partido que fundaron en 2014. La han
dejado sola y ella tiene que responder a todos y a todo.
Desde el 1 de octubre de 2024, después de rendir protesta y asumir
la responsabilidad que le confiaron más de 35 millones de
mexicanas y mexicanos, Claudia Sheinbaum Pardo no es una
ciudadana común y corriente.
Mantuvo la política de inseguridad creada por su antecesor al
eliminar al Estados Mayor Presidencial y a las Guardias
Presidenciales. Claudia dijo tener su propia “ayudantía” de 7
hombres y 6 mujeres, civiles sin capacitación para un delicado
servicio: resguardar la vida de la Primera Presidenta de México.
Claudia dijo el miércoles 5, que no reforzará o cambiará su
seguridad personal, a cargo de 7 hombres y 6 mujeres, jefaturados
por Juan José Ramírez Mendoza.
LA SEGURIDAD ES PRIORITARIA
Es la primera ocasión, en 200 años, que la Historia Patria registra
una situación grave en torno a un titular del Poder Ejecutivo
Federal, como se vive desde hace siete años. La seguridad
institucional no es un capricho, es riesgo nacional.
Miguel Hidalgo conspiró en busca de la Independencia; Benito
Juárez se rodeó de brillantes mexicanos venció y restauró la
República; Francisco I. Madero abanderó el Sufragio Efectivo y la
No Reelección.
Los tres tuvieron sus guardaespaldas, guaruras o como quiérase
llamarlos. Los presidentes contaron con su propio Estado Mayor y
aún así cayeron Venustiano Carranza y Álvaro Obregón.
La seguridad es prioridad de propiedades al tratarse del titular del
Ejecutivo Federal, como lo es de los líderes del Congreso de la
Unión, de quien jefatura el Poder Judicial, de los gobernadores y
actualmente, de los presidentes municipales.
Ha disminuido la seguridad, dentro y fuera de los hogares, de las
oficinas, de los comercios, disminuyó. Los asaltos en la vía pública
se multiplicaron. Robos en las oficinas bancarias. Secuestros.
Extorsiones. Desapariciones de personas.
Se ha hecho común oír: “salgo de casas, pero no sé si volveré”
En los últimos siete años la violencia alcanzó límites jamás vistos. Se
aprobaron las más aberrantes reformas constitucionales. La
democracia pasó a ser página histórica.
Se culpa a los gobiernos de Felipe Calderón y de Enrique Peña
Nieto, de propiciar la inseguridad pública. No están en un error el
tabasqueño y Claudia, pero, ¿Qué hizo aquel y qué hace ella para
reducir el problema?
URUAPAN, PRENDIÓ LA LLAMA
En pleno acto público, rodeado por mujeres y niños, el presidente
municipal de Uruapan, Carlos Alberto Manzo Rodríguez, fue
asesinado, a tiros, por un mozalbete de 17 años.
Carlos Manzo, “El Rey del Sombrero”, de apenas 40 años de edad,
gozaba de popularidad y su violenta muerte, por móviles no
conocidos, indigna a los michoacanos y es el principio de un
movimiento social, a nivel nacional, porque despertó el hartazgo de
la inseguridad latente desde hace siete años.
Fueron varios los llamados que hizo a la Presidencia de la República
y al gobierno morenista estatal. Demandaba apoyo para su persona
y para los uruapenses.
A raíz del artero crimen, se publicó que Manzo declaró: “Tengo
mucho miedo, pero tengo que acompañarlo de valentía, no nos
queda de otra. No podemos dar ni un paso atrás, está en riesgo
nuestra vida, está en riesgo nuestro Gobierno y de los ciudadanos”.
Había ordenado a los policías municipales abatir a los delincuentes
que se opusieran a ser detenidos y eso lo criticó la Presidenta
Claudia Sheinbaum Pardo, quien le pidió “respetar el Estado de
Derecho”.
Se interpretó mantener la política de “los delincuentes también son
humanos y tienen derechos”. El gobernador Alfredo Ramírez
Bedolla respondió en el mismo tenor, de hecho, abogando por
“abrazos, no balazos”.
Advirtió Manzo Rodríguez: Si no se pone orden en Uruapan, pronto
a nivel nacional se escuchará un levantamiento fuerte, de voz, de
justicia, y si es necesario, hasta de armas, porque la gente ya está
hasta la chingada”. Predicó en el desierto.
¿Quién era Carlos Manzo?
Hijo del activista y pionero en la resistencia civil pacífica, Juan
Manzo Ceja, el joven Carlos Alberto se convirtió en un líder
carismático en su natal Uruapan. Su comunicación permanente con
la gente de todos los sectores, le permitió ganarse el aprecio de
campesinos, obreros y profesionistas.
Era licenciado en Ciencias Políticas y Gestión Pública. Estudió en el
Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente, ITESO,
con sede en Guadalajara. Trabajó como reportero local y denunció
los actos de violencia contra las personas. Fue auditor en oficinas
del Instituto Mexicano del Seguro Social.
Se afilió al Movimiento de Regeneración Nacional y lo postularon
como candidato a diputado federal, por el 9o. Distrito de
Michoacán. No tuvo problema para triunfar en 2021 y estuvo en
San Lázaro hasta 2024 cuando aspiró a presidente municipal de
Uruapan.
Ya no figuró en las listas de Morena. Fue candidato independiente.
Este punto es trascendente señalarlo, porque tanto en Palacio
Nacional como en las oficinas de Ramírez Bedolla, se cerraron los
oídos a las peticiones y demandas del alcalde Carlos Manzo.
En párrafos anterior comento de las implicaciones que surgieron
por mantener la línea de combatir a la delincuencia, anticipando
que su idea se basaba en el diálogo y la no violencia, salvo las
reacciones de los delincuentes.
Cuentan que, en mayo pasado, Manzo Rodríguez desafió a la
presidenta Claudia Sheinbaum Pardo para que hiciera una
estrategia para disminuir la delincuencia en Uruapan. Ya lo había
pedido al gobernador estatal. No hubo respuestas.
La tarde noche del pasado día 1, en la Plaza Morelos, al
desarrollarse el Festival de las Velas, Carlos estaba rodeado de
niños, su esposa y sus dos menores hijos, cuando fue herido de 8
balazos. El homicida, joven de 17 años, fue abatido
inmediatamente y se detuvo a dos personas.
“ROBÉ” EL TÍTULO DE UN LIBRO
Encabecé mi comentario periodístico utilizando el título de uno de
los dos libros que consagraron al escritor jalisciense Juan Rulfo, El
Llano en Llamas, editado en 1953 por el Fondo de Cultura
Económica.
Obvio es que esa obra literaria, es una serie de 17 cuentos que
tienen en común las memorias del pasado y los estragos del
Movimiento Armado de 1910, la llamada Revolución Mexicana.
“El Llano en Llamas” nos deleita por el realismo que se refleja en
cada una de las narraciones, con lenguaje popular y hasta parece
que escuchamos la voz de los protagonistas.
En la relación de los 17 cuentos, “El Llano en Llamas” ocupa el
octavo lugar, seguramente por cuestión cronológica. Comienza con
un corrido popular, cuya letra nos participa: “ya mataron a la perra,
pero quedan los perritos”. Seguido de ese detalle, está el relato de
las aventuras de un guerrillero.
He aquí el nombre del ilustre escritor: Juan Nepomuceno Carlos
Pérez Rulfo Vizcaíno, originario de Apulco (municipio de
Tuxcacuesco), Jalisco. Ahí nació el 17 de mayo de 1917. Hace cinco
años, Apulco tenía una población de ¡307 habitantes!
El escritor, guionista y fotógrafo, Premio Príncipe Asturias 1983,
escribió respecto de su extenso nombre:
“Me pusieron todos los nombres de mis antepasados paternos y
maternos, como si fuera el vástago de un ramo de plátanos. Juan
Nepomuceno, por mi papá. Carlos, por mi abuelo paterno, Carlos
Vizcaíno. Rulfo por Juan Rulfo, un aventurero que llegó a México a
finales del Siglo XVIII”.
El galardonado escritor murió en la Ciudad de México el 7 de enero
de 1986, por cáncer pulmonar; era un “fumador empedernido”.
Vivía en un departamento en las calles de Felipe Villanueva, Colonia
Guadalupe Inn, Distrito Federal.
Casado con Clara Angelina Aparicio Reyes, procrearon a Clara
Berenice, Juan Francisco, Juan Pablo y Juan Carlos Rulfo Aparicio.
Sus padres, Juan Nepomuceno Pérez Rulfo y María Vizcaíno Arias. Él
fue asesinado en la guerra Cristera, por Guadalupe Nava Palacios,
en junio de 1923; su madre murió en 1927. Una abuela lo crio y un
tío fue su tutor, desde los 10 años de edad.
Doctor Honoris Causa por la UNAM y miembro de la Academia
Mexicana de la Lengua, además debo recordar que su otra gran
obra es “Pedro Páramo”, éxito editorial en 1955.
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