Un Accidente Casero le Cortó la Vida
El Lote de Actores en Completo Abandonó
Denuncian la Penuria en La Casa del Actor
Narración de la Escritora Xóchitl Moncada
JORGE HERRERA VALENZUELA
EL GRITO DEL 15 Y EL DESFILE DEL 16, NO SON ACTOS DE UN
PARTIDO POLÍTICO NI DE UN GOBERNANTE, SON LA FUSIÓN DE
LOS TRES PODERES DE LA UNIÓN Y EL PUEBLO.*
DOLOROSA PARTIDA
Muchas veces “me morí de risa”. En el tablado del teatro, en la
pista del centro nocturno, viéndolo en la pantalla del televisor. Un
comediante del humorismo sano. Nunca necesito hablar con
groserías ni pronunció frases de doble sentido. Su partida nos
duele.
Ese era el versátil Benito Castro. Integrado al cuarteto de Los
Hermanos Castro, sus primos hermanos. Además de cantar, le dio
vida al grupo, sus excentricidades recibían el aplauso de quienes lo
escuchábamos. Así comenzó su brillante carrera y precisamente en
un escenario internacional, en Las Vegas.
Por fortuna para él, cuando vivió fue objeto de reconocimientos en
el medio artístico. Muy bien ganados los premios y los galardones
que se le otorgaron. Hombre siempre con la amabilidad por
delante. La sonrisa pícara y sus movimientos de manos.
Parte de ese carisma como cantante se reflejó muchas veces en sus
actuaciones en películas y en las series o programas de televisión.
Fue compositor, músico, imitador de voces y, me aseguraron, un
gran amigo con sus compañeras y sus compañeros.
“Papiringo”, fue, es y será, por siempre, un personaje que estará en
la mente de muchas generaciones. Benito le dio la vidaal
apapachado, dulce y cariñoso padre de su adorada hijita, “La
Güereja””.
PROYECTO INCONCLUSO
Cruel es el destino. A sus 77 años de edad Benito Castro no tenía
problemas físicos ni mentales. Estaba muy emocionado e ilusionado
porque “tenía llamado de Televisa para grabar un programa
“piloto” de la nueva serie con su entrañable compañera María
Elena Saldaña.
Listo para emprender el viaje, resbaló en la escalera interior de su
domicilio. Cayó, rodó. Se golpeó brutalmente la cabeza, una de
cinco costillas fracturadas le perforó el pulmón. Sufrió una
hemorragia interna, perdiendo mucha sangre.
Sus familiares acudieron inmediatamente en su auxilio y solicitaron
una ambulancia con médico a bordo. Lo trasladaron a un hospital.
Desgraciadamente no resistió el gran Papiringo..
En los estudios de Televisa lo esperaban. La mala noticia pronto se
supo en los pasillos de la televisora. Nadie podía creerlo, no lo
daban por cierto. Confirmada la noticia las reacciones de María
Elena Saldaña, nuestra querida “Güereja”, Carlos Bonavides y de la
productora Abigail Alfaro, esposa de Luis de Alba, fueron de
extremo dolor, llanto y tristeza.
Se acababa la vida de un hombre que inició su carrera artística en
1962. No lo olvidaremos en La Carabina de Ambrosio, en El Show
del “Loco” Valdés. En los programas que compartió con Anabel y
“Pácatelas” con Paco Stanley.
En el certificado médico se asentó que la muerte fue a causa de un
traumatismo craneoencefálico.
ÚLTIMA ACTUACIÓN EN LOS ÁNGELES
Por las versiones periodísticas nos enteramos que Benito Castro
regresó muy contento, sonriente como siempre, de Los Ángeles,
California. El sábado estuvo en un escenario, no supe cuál, pero
jamás imaginó que ahí terminaba su existencia artística.
Abigail fue a recibirlo al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de
México, como quedaron al despedirse de ese mismo lugar. “Ayer
domingo (10) estuvo con nosotros. Estaba muy contento “porque
tenía un llamado de Televisa”. La misma amiga de Benito, expresó:
“Me está doliendo en el alma todo esto”.
PROBLEMAS PARA LA INHUMACIÓN
Además del dolor que sufrían por la sorpresiva muerte de Benito,
sus familiares no imaginaron que vendría otro problema.
Se efectuaron las honras fúnebres y se procedía a sepultar el ataúd
con los restos del comediante, en la tumba que le correspondía en
el Lote de Actores, en el Panteón Jardín.
Imposible dejar en santa paz a Benito. ¿Por qué? ¿Qué
impedimento se interpuso?
La tumba estaba cubierta de maleza. Muestra del descuido en que
los directivos de la Asociación Nacional de Actores tienen ese lugar.
Hubo que esperar 24 horas para realizar la inhumación. Porque
primero se procedió a ordenar fuese limpiada la fosa.
PLEITOS INTERNOS DE LÍDERES
Resulta imperdonable que los últimos tres comités nacionales de la
ANDA hayan eludido u olvidado su responsabilidad e inclusive se
habla de que les importó más el manejo de los ingresos, las
aportaciones de los socios. No pocas veces han llegado a los litigios
judiciales.
Los tres últimos secretarios generales, Abel Casillas, Jesús Ochoa y
Marco Treviño, están señalados como responsables del abandono
del Lote de Actores, en el Panteón Jardín. De las tumbas han
desaparecido todo lo que es metálico y ornamentación. Nadie se
preocupa por el mantenimiento y cuidado.
Si tienen antecedentes de los actores (?) Abel Casillas y Marco
Treviño, les agradeceré me los envíen a mi correo electrónico. No
encontré datos de ambos.
En los días que “dirigió” Jesús Ochoa, fue denunciado que La Casa
del Actor, el refugio de quienes participaron en la industria
cinematográfica, carecía de lo indispensable tanto para
alimentación como de medicinas y de ropa para las camas. Nadie
hizo el esfuerzo y menos el señor Ochoa, para solucionar el
problema.
Lejos aquellos tiempos en que la dirigencia nacional de la ANDA
estaba entregada a cuidar todos los aspectos laborales, sociales y
personales de sus socios.
Don Fernando Soler, el primer secretario general de la Anda, allá
por los años del 34. Después Mario Moreno “Cantinflas”, Jorge
Mondragón y Jorge Negrete. Tres mujeres han tenido el liderato, en
forma consecutiva, Lilia Aragón, Silvia Pinal y Yolanda Ciani.
De quien guardo gratos recuerdos es un tipazo que fue mi amigo, el
licenciado Rodolfo Echeverría Álvarez, artísticamente conocido
como el actor Rodolfo Landa. Su gestión se caracterizó por estar
atento al servicio médico y a la tarea que realizaba doña Dolores
del Río al frente de La Casa del Actor. Era la década de los 60.
IMPRESIONANTE NARRACIÓN
Con una afectuosa dedicatoria tengo sobre mi mesa de trabajo, un
ejemplar del libro titulado “Invisibles” editado por la Fundación
Proayuda Lupus Morelos y en la portada podemos leer: Antología
del Taller de Escritura Biográfica Autoinmune. En la parte inferior
hay una línea: Dalia Tapia Acevedo portada e ilustraciones María
Carreón compiladora.
Entre las colaboradoras de las interesantes, precisas y objetivas
narraciones, encontré la de una mujer nacida después en la
segunda mitad del Siglo XX, en la Ciudad de México, y que en la
presente centuria decidió vivir en la Ciudad de la Eterna Primavera,
Cuernavaca, Morelos.
Autora de muchos cuentos cortos y narraciones extraodinarias de
diferentes tópicos, Xóchitl Moncada nos deleita son su
“Autorretrato de Una Mujer Feliz”, donde comparte lo siguiente:
“Al escribir mi historia, he podido reencontrarme con mis raíces
para entender mi presente. He rescatado recuerdos empolvados,
algunos maravillosos, otros tal vez amargos, afortunadamente los
menos”.
¿Además de mis familiares y amigos, quién estaría interesado en
leerlas? ¿Para quién?…reflexionó sobre el hecho de que esta
autografía es el producto del Taller de Escritura Biográfica
Autoinmune …reconocer lo que me hace feliz y reír a carcajadas ,
contar lo que me entristece , lo que sueño, lo que me asusta,
aquello que enoja y lo que me divierte”.
En verdad es muy impresionante el relato que hace Xóchitl
Moncada, una de las muchas personas que han padecido lupus y se
sobreponen. Su narración es muy amplia y recomiendo que la
busquen, les gustará.
Ella pertenece a una generación de escritoras que se inició hace 21
años en un taller patrocinado por el Orfeo Catalá, en la Ciudad de
México, con el nombre de Asociación de Escritores Tirant lo Blanc,
México, coordinada por dos grandes escritoras, la periodista Noemí
Atamoros y la incansable, conferencista y participante en varios
talleres de lectura y escritura, la querida amiga y colega Esther
Vázquez Ramos, de quien haremos próximo comentario.
En la edición de Invisibles también colaboraron, con interesantes
artículos: María Carreón, Virginia Voghotti, Donají Domínguez,
Dalia Tapia Acevedo, Victoria, mamá doctora autoinmune, Suzie
Xoxoki y Wendy Ocádiz.
*Opinión de un jurista que pidió el anonimato.
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