El dueño de Electra y TV y Banco Azteca está divertido. Rico, muy rico, como sea que se le vea, con ahora 70 años de edad encima, Ricardo Salinas Pliego entra a la etapa final de su vida con un reto: ganar la Presidencia de México como ya lo hizo Donal Trump desde más o menos una posición y edad similar en Estados Unidos.
Sin entrar en mayores detalles, su lanzamiento ha sido propiciado por el peor de sus enemigos ideológicos, y que es en sí su antítesis moral y ética, por Andrés Manuel López Obrador.
Sin duda la visión de vida de uno y otro está en las antípodas del todo.
Con una formación romántica del socialismo setentero, construida por el triunfo de Fidel Castro y el Ché Guevara en la Cuba de Fulgencio Batista con la expulsión de casinos y del modo dispendioso norteamericano, además muy influida por el movimiento beatnik de amor y paz de la época, el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador se construyó en los 70 bajo el paraguas del asistencialismo público (vivir fuera del presupuesto es vivir en el error diría El Tlacuache Garizurieta) del Instituto Nacional Indigenista.
Nunca después de eso dejó de vivir del erario… o la tranza de los moches. Tan fuerte fue esa dependencia, que la heredo a sus hijos.
Salinas Pliego es producto de todo lo contrario, del poderoso Grupo Monterrey de los 70 con Don Eugenio Garza Sada como faro y guía en la construcción de instituciones como el TEC -a similitud del MIT en Harvard- y de grandes empresas.
López Obrador es pobre no porque no tenga dinero, sino porque la precariedad de todo esta en su estructura misma y eso es lo que produce con sus decisiones y actos.
Hoy su herencia en todo eso la exhibe Claudia Sheinbaum. Ella, más que sus hijos, es la más fiel de sus ejemplos.
Salinas Pliego por el contrario ni esconde ni quiere hacerlo su riqueza. Y todos sus planteamientos surgen de su esencia.
Sus espacios en las redes sociales lo exhiben tal como es. En su yate en una cena con amigos amenizada por una pianista famosa frente al riquísimo atracadero de Mónaco.
O en su casa u oficina, hablando de las triquiñuelas a que lo quieren someter los gobiernícolas y ladrones del régimen para que pague, dice, el doble o triple de lo que realmente le debe al fisco.
Un robo al que no se va a someter, afirma
Pese a lo que son y no pueden esconder cada uno de sí mismo, ambos se llevaron bien hasta hace poco.
Salinas Pliego lo acepta y afirma haber sido engañado por Andrés Manuel López Obrador. Mentiroso, defraudador le dice ahora. Pero no en privado, sino en público. En todos lados y en las redes.
Los embates sufridos por el empresario desde las mañaneras de López Obrador y que han sido retomadas por Claudia Sheinbam han generado en Salinas Pliego, primero, la necesidad de responder y justificarse y ahora a visualizar su muy posible paso a buscar la Presidencia de México.
No fue un paso natural, porque los políticos no le gustan. El empresario repudia la cosa pública. Ser funcionario, político, contamina. Ensucia a las personas.
Pero hoy en país está a merced de Andrés Manuel López Obrador, quien, con Claudia Sheinbaum bajo sus órdenes, continua con la destrucción de instituciones y el saqueo sin límites cometido todos los días por sus cercanos e hijos.
Sin oposición ni líderes que enfrenten a AMLO en el país, y ante el señalamiento de millones de que él debería de hacerlo, Salinas Pliego -quien ha prácticamente triunfado en todo lo que se propone-, rico, con un soporte financiero y mediático importante, ha dado el paso.
Tiene 4 años para lograrlo.
Salinas Pliego no tiene un pelo de ingenuo. Detrás de su decisión de ir por la Presidencia de México están muchas horas de consultas, autoanálisis, charlas con amigos y expertos. Y la definición de una ruta precisa. Como en cualquier empresa.
Y ya arrancó.
Este pasado fin de semana, al festejar sus 70 años, con los suyos dijo:
“Creo que es momento de otro reto, entrar en otra etapa y, ¿por qué no? Es hora de sacar a los zurdos de mierda y mandarlos ¡a chingar a su madre…!”
Su mensaje fue inmediatamente viralizado en redes sociales.
Al fondo se escuchan los gritos de: “¡Presidente, presidente!”.
Él responde: «Son mis amigos y los aprecio… pero falta convencer a bastantes más».
Sabe que va por al menos 40 o 50 millones de votos de un Padrón que dentro de 4 años andará por los 110 millones de votantes.
La frase “zurdos de mierda” es usada recurrentemente por el ahora presidente argentino Javier Milei desde su campaña electoral.
El empresario deberá ser respaldado con la candidatura de un partido político registrado ante el INE. El ha tenido acuerdos con el Partido Verde, que en años anteriores le postuló y llevó al Senado a empleados cercanos suyos quienes son conocidos como “la telebancada”. Su hija Ninfa Clara Salinas fue diputada y senadora por el Verde.
ADÁN AUGUSTO TEJE COMPARECENCIA DE OMAR GARCÍA HASRFUCH
Hoy en gran personaje del régimen es Omar García Harfuch. Él es el alfil de combate de Claudia Sheinbaum. Y él ha destapado los grandes temas judiciales antilopezobradoristas. El primero de todos, el de La Barredora que pega bajo la cintura a Adán Augusto López. Y la red del huachicol fiscal. Con la Marina a pique. En los márgenes más cercanos de AMLO.
Ese personaje comparece el miércoles 22 ante el Senado de Adán Augusto López. ¡Uch! ¿En la garganta del lobo lopezobradorista mayor?
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