En reconocimiento al periodista Carlos Ferreyra
quien se nos adelantó ayer
Si algo enseña la vida, es que no hay plazo que no se cumpla. Otra enseñanza esencial es que todos debemos atender los hechos por sobre los dichos.
Si entendemos esto podemos decir que la presidenta Claudia Sheinbaum y el país entero podría estar ya muy cerca de dos posibilidades anunciadas ya al extremo por el presidente de los Estados Unidos:
1) De que el presidente Donald Trump va directo a cancelar el T-MEC para dar paso a un acuerdo bilateral EU-México, que los que saben de esto afirman no sería ya tan benéfico como el T-MEC negociado por el neoliberal mayor llamado Carlos Salinas de Gortari y;
2) Que por más que la presidenta Claudia Sheinbaum insista que la soberanía de México es inviolable (por EU, ¿por quién más?), podríamos ya estar ante los primeros ataques militares, ahora sí, del gobierno de Trump a cárteles del narco dentro de su territorio.
En ambos casos hay hechos desde Estados Unidos que advierten que todo va a lo antes señalado.
A fines de este mes, por el 28 o 29, se cumplen los 90 días que concedió Trump a fines de julio a la presidenta Sheinbaum para ajustar sus acciones gubernamentales y programas contra el fentanilo y el flujo de otras drogas, y cumplir con las exigencias que ha planteado Washington.
Hace apenas unos días el propio mandatario ha vuelto a decir que pues sí, que la mandataria mexicana es muy aplicada y muy guapa, pero que todavía le falta un buen para satisfacer lo requerido para una buena certificación antidrogas y antiaranceles.
Y mientras Trump decía esto, informaba a su Congreso, y de paso a su país y al mundo entero, que EU estaba en guerra militar abierta contra cárteles de la droga, y que su Departamento de Justicia ya había promovido ante el Capitolio los instrumentos legales para justificar ataques militares letales, directos, contra estos grupos donde se encuentren.
Acá, en México, Gobierno y medios tomaron ese aviso como si México no tuviera nada que ver con eso cuando aquí están y operan los grandes carteles a los que el gobierno de Trump ha designado como terroristas y a los cuales ha jurado exterminar.
Con su insistencia en señalar que la soberanía de México es inviolable la presidenta Sheinbaum ha generado una percepción mediática y social absurda de que con eso se conjura cualquier posibilidad de ataques militares de EU a cárteles en México. Nada más tonto que eso.
Los ataques con misiles a supuestas narco-embarcaciones venezolanas en el Caribe por EU dejan en claro que Trump no toma en cuenta soberanía alguna para cumplir con sus objetivos.
Ciertamente respecto de México el presidente estadounidense ha aplicado otra estrategia: militarizar en extremo su frontera sur, retirar visas a políticos, ordenar a su departamento del Tesoro sanciones a empresas y bancos considerados como lavadores y operadores de dólares en favor del narco, y amenazar con aranceles para que sea el propio gobierno de la presidenta Sheinbaum el que endurezca sus acciones contra los carteles.
Los resultados de esta estrategia los dio a conocer estos días el propio secretario de Seguridad Omar García quien informó que en lo que va de este año -justo desde que asumió Trump la presidencia de EU el 24 de enero- se han localizado y destruido unos 160 narcolaboratorios de fentanilo y aprehendido a unos 4 mil 500 generadores de violencia.
Es decir, se ha revertido lo de abrazos no balazos cosa que se aseguraba nunca más iba a ocurrir, y se ha confirmado que sí había narcolaboratorios de fentanilo en México como lo aseguraba Trump.
Con la aprobación del Congreso de EU al dictamen de Trump, los narcos no son ya delincuentes, sino «combatientes» de grupos que atentan a la seguridad nacional de EU, lo que hace necesario destruirlos.
Lo del fin del T-MEC ya es cosa decidida por Trump. Aún cuando se renegocie, ya no será el mismo tratado. Muchas de las plantas industriales norteamericanas en México, habrán emigrado o simplemente cerrado en los siguientes dos años. Ya algunas lo han hecho.
DE LA FUENTE A SENADORES:
En su comparecencia de ayer dentro de la Glosa al primer informe presidencial de Claudia Sheinbaum, el secretario de Relaciones Exteriores Juan Ramón de la Fuente dijo ayer a senadores que la relación construida con Washington “está funcionando… en los hechos está funcionando”.
Sin un encuentro cara a cara aún, con negociaciones sólo por teléfono, agregó, la presidenta Sheinbaum ha logrado mantener todo en los límites de la equidad y el respeto y a los aranceles lejos de ser aplicados.
“Mantenemos los diálogos que son necesarios para ir creando las condiciones que nos permitan avanzar al respecto… tenemos (ahora) que avanzar en la revisión del Tratado de México, Estados Unidos y Canadá, y simultáneamente diversificar nuestras relaciones con otras regiones y con otros países, y eso es justamente lo que nos ha instruido la presidenta”. agregó.
Es decir, ahí la llevamos…
Twitter: @_Vizcaino / Facebook