Desde luego que hay una intención política más que de tipo fiscal la que trae esta errada y
llamada cuarta transformación ahora en su segundo piso en contra del presidente del
Grupo Salinas, Ricardo Salinas Pliego, por ser un líder empresarial que no está cooptado
por el gobierno, “no recibimos ni un peso del gobierno y aunque me lo dieran, no lo
aceptaría”, asegura uno de los empresarios más importantes del país, en una amplia y
muy interesante entrevista concedida a Ramón Alberto Garza, de Código Magenta.
Señala la cabeza de Grupo Salinas que tanto en Morena como en Palacio Nacional, saben
bien que el tema de los impuestos que el Sistema de Administración Tributaria, (SAT),
alega que el empresario debe, “es para que no se hable de lo que saben que está mal: la
corrupción, la complicidad con el crimen organizado y la corrupción de los integrantes de
este régimen”.
Salinas Pliego da a conocer que tiene demandado al expresidente Andrés Manuel López
Obrador “por incumplimiento de contrato porque teníamos un acuerdo perfectamente
claro, se echaron para atrás porque el Tony (Martínez Dagnino), el jefe del SAT, el
protector del Andy (López Beltrán), ellos saben a qué me refiero, no les convenía que yo
quedara exonerado con el pago”.
En el tiempo que refiere el líder empresarial, Antonio Martínez Dagnino se desempeñaba
como director del área de Grandes Contribuyentes del SAT y gracias a su aplicación para
echar por tierra los acuerdos firmados, lo habrían “premiado” con la dirección del SAT.
Lo que hay que destacar en este asunto, que por cierto la presidenta Claudia Sheinbaum
se ha encargado de hacer su labor para “satanizar” a Ricardo Salinas, es que él está
dispuesto a pagar los impuestos, sin embargo aclara: “pero lo correcto, yo no puedo pagar
diez veces más de lo que procede y menos el doble de lo que procede”. Porque sin duda
es muy cierto que el empresario paga demasiados impuestos “para lo poco que me dan”,
al tiempo que señala que Grupo Salinas ha pagado 278 mil millones de pesos en
impuestos “y se les hace poco”.
QUE LES ESPERA AL RESTO DE LOS EMPRESARIOS
Como ya se citó, en el fondo se encuentra lo político y como Salinas Pliego representa una
voz incómoda para el régimen, “pensaron que con esa presión constante me iban a callar
pero no es así… me quieren quebrar, me quieren tener silenciado”.
Toda esta guerra que ha emprendido esta errada y llamada cuarta transformación, ahora
en su segundo piso, que un día sí y al otro también se ha dedicado a defenestrar a Ricardo
Salinas, es porque indudablemente ha sido un crítico constante de los muchos errores,
omisiones y corrupción que es el sello de esta administración, que empezó con la anterior.
Tampoco se puede dejar aparte que si por algo se ha caracterizado Morena, es porque
desde que llegó al poder, no cumple acuerdos. Lo cierto, es que el presidente de Grupo
Salinas siempre ha estado dispuesto a pagar sus impuestos y reitera que alcanzó un
acuerdo firmado con López Obrador pero a la hora de pagar, le salieron en el SAT con que
debía diez veces más, o sea, cinco años de utilidades de Grupo Salinas, esto es, 70 mil
millones de pesos cuando se había pactado, en un acuerdo supuestamente amistoso de
pagar 7 mil 500 millones de pesos.
Ahora con la reforma al Poder Judicial y el control que le otorga ésta al oficialismo, “pues
van a sacar la resolución que se les dé la gana”
Salinas Pliego pregunta entonces dónde está el debido proceso o la presunción de
inocencia, lo que se diluye cuando la que despacha desde Palacio Nacional se ocupa de
hacerle saber a los jueces en qué sentido fallar.
Muy importantes las alertas que prende Ricardo Salinas Pliego porque con este tipo de
persecuciones de parte de esta errada y llamada cuarta transformación ahora en su
segundo piso, qué se pueden esperar los demás empresarios que tienen una disputa
contra el Estado. “Eso va a afectar a muchas personas de muchas otras maneras”, remata
el líder empresarial.
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