Balbucea o No Ha Nacido El Que Será
Urge la Reconciliación de los Mexican@s
Conquista, Independencia, Reforma y Revolución
El pasado viernes 8, se cumplieron 16 años del fallecimiento del
abogado, locutor, académico y político michoacano Humberto
Romero Pérez, secretario de prensa de don Adolfo Ruiz Cortines y
secretario privado de don Adolfo López Mateos. Impulsor de la
fundación del Club de Periodistas de México. Diputado federal en
el sexenio de José López Portillo. En La Piedad de Cabadas, lo
siguen recordando con cariño y, también, sus amigos.
NO TENEMOS LÍDER
Con mucho aplomo, mirando de frente, don Marcelo Torres afirmó
que en México no hay un líder y el que lo será “tal vez esté
gateando, hace sus primeros balbuceos o todavía no ha nacido”.
Es probable que, considerando los ciclos históricos, México tendrá a
un hombre a una mujer en el liderazgo nacional hasta el año 2050 y
emprenderá un movimiento reformista, acciones reestructuradoras
en todos los campos y seguramente habrá avanzadas tecnologías.
No es solo el surgimiento de un líder o de una lideresa, dadas las
actuales circunstancias se requiere, a falta de un líder, que la
Primera Presidenta luche por la reconciliación ciudadana, no
solamente por el papel histórico que le corresponde, sino por la
urgencia de programar soluciones integrales a la grave
problemática nacional.
Millones de personas viven engañadas por el supuesto apoyo con
las bimestrales pensiones económicas; esa es una línea de los
dictatoriales gobiernos de Cuba, de Venezuela y Nicaragua. El
dinero “donado” es de los impuestos que pagamos.
La Primera Presidenta de México no puede ejercer todo el poder,
aunque se diga lo contrario, porque está sujeta por el antecesor. Su
“protector” planeó estratégicamente su futuro, como expresidente,
para mantenerse en el poder.
La reflexión de don Marcelo Torres, es para meditar, analizar y
hacer un recorrido en nuestra Historia Patria, en torno a los
liderazgos que han existido y quiénes fueron los que tuvieron ese
título, avalado por el pueblo, sin distinción de posiciones políticas,
económicas y sociales.
Don Marcelo es un ciudadano que gusta de relatar sus vivencias,
por el trato directo, como colaborador, en años pasados, con
destacados políticos. Conocerlos, oírlos y verlos actuar en el ámbito
nacional, le permiten tener una concepción amplia sobre el tema.
Su discreción es tal que negó citar nombres de personas.
En este Siglo XXI, de apenas 25 años recorridos, hasta en la Iglesia
Católica se modernizan, al otorgar cargos de responsabilidad, a
religiosas, como ocurrió en El Vaticano y en México. El Papa
Francisco y el Cardenal Carlos Aguiar Retes, los autores.
En el mundo están registradas varias mujeres que llegaron al
liderato en su Patria. Las mexicanas el liderazgo ya lo tienen en la
política, en la actividad empresarial, el deporte, el cine, como
investigadoras y en los medios informativos.
De allí, que don Marcelo comentó que México podría tener a una
líder nacional, con la preparación debida, carisma y capacidad para
dirigir a los conglomerados. Hay emprendedoras, desde los días del
Movimiento de Independencia hasta nuestros días.
ETAPAS HISTÓRICAS
La aparición de un líder, siempre es espontánea. No es producto de
una programación. Surge entre las masas que demandan mejorías
en sus vidas. Es abrir la lucha contra la opresión de gobernantes, de
caciques o de hombres con poder económico.
También hay personajes que tuvieron el liderazgo para defender a
su Patria, para liberar del yugo a sus prójimos, para darles certeza y
seguridad en sus vidas, abatir a los explotadores de los hacendados
y no pocos para defender la soberanía del pueblo.
SIEMPRE, LOS MEXICANOS, DIVIDIDOS
Los mexicanos estamos caracterizados, desde los tiempos
precoloniales, a mantenernos divididos. Los Tlaxcaltecas fueron
blanco permanente de la guerra emprendida por los Aztecas.
Aquellos aprovecharon la llegada de los españoles y se dieron valor
para combatir a sus enemigos.
También había enfrentamientos entre los integrantes de las otras
tribus, hoy llamados grupos étnicos. Lo más destacado es lo
comentado en las anteriores líneas.
Con el padre Miguel Hidalgo se unificaron en su entorno los
campesinos, la gente del pueblo, participando como Insurgentes y
teniendo como contrarios a los Realistas, militares al servicio de los
virreyes, cuyo principal comandante fue Félix María Calleja y del
Rey, quien sería de los últimos jerarcas en la Nueva España.
Recordemos otra etapa en que un grupo de mexicanos defendieron
la soberanía nacional, apoyando al presidente Benito Juárez, otros
propiciaron el Segundo Imperio al traer al austriaco Maximiliano de
Habsburgo.
La lucha la escenificaron los Liberales contra los Conservadores.
Triunfaron los juaristas, se Restauró la República y el final quedó
sellado en el Cerro de Las Campanas, en junio de 1867.
Nos dicen que un millón de mexicanos, incluidas las mujeres,
murieron en el Movimiento Armado de 1910, conocido como
Revolución Mexicana. No solo hubo Reeleccionistas y
Antireeleccionistas, los combates se dieron entre los grupos de
Zapatistas, Maderistas, Carrancistas, Villistas y Obregonistas.
En algunos momentos, en los casi veinte años de guerrillas, los
líderes pretendieron la unificación, lo cual no se consolidó. La
Convención Nacional Revolucionaria de Aguascalientes, es el más
claro ejemplo. Villistas y Zapatistas contra el presidente Carranza.
ALMAZANISTAS Y HENRIQUISTAS
Finalizaba la década de los años veinte. Quedaba la Guerra Cristera.
Con su vida, el general Álvaro Obregón Salido pagó su ambición por
volver al poder. Resultó electo Presidente de México, reformada la
Constitución en lo relativo a la No Reelección, pero las balas le
impidieron asumir el cargo por segunda vez.
Plutarco Elías Calles, profesor rural y general formado en los
campos de batalla, acababa de dejar la Presidencia de la República
cuando decidió pacificar al País, llamando a todos los líderes para
formar el Partido Nacional Revolucionario. Marzo de 1929.
En las elecciones presidenciales del 17 de noviembre de 1928, el
triunfo se lo dieron al general Pascual Ortiz Rubio y los
simpatizantes del perdedor, el maestro José Vasconcelos, se
inconformaron. Hubo mítines, un estudiante asesinado por Gonzalo
N. Santos y cuentan que el general Maximino Ávila Camacho se
encargó de dar muerte, en un paraje de Topilejo, Tlalpan, a buen
número de vasconcelistas.
México entró a una etapa de aparente tranquilidad. Calles fungió
como “El Jefe Máximo de la Revolución” hasta abril de 1936, al ser
exiliado hacia Texas y California, por órdenes presidenciales.
Sin embargo, aunque en menor escala, las rivalidades políticas
derivaron en la división de los electores y se registraron choques
violentos poselectorales.
En 1940, los simpatizantes del derrotado Juan Andrew Almazán
sufrieron muchas bajas en las revueltas, frente a militares y policías.
Los encuentros tuvieron escenarios en diferentes entidades.
Al no alcanzar el triunfo en 1952, los seguidores del general Miguel
Henríquez Guzmán se organizaron para protestar y fueron
“contenidos”, en la Alameda Central del D.F., por policías
granaderos. Hubo muertos, heridos y detenidos. No aceptaban que
don Adolfo Ruiz Cortines sucediera a Miguel Alemán.
DIVISIÓN POR IDEOLOGÍAS
A raíz de la fundación en 1939, del Partido Acción Nacional, y en
junio de 1948, surge el Partido Popular, se dio la división político
ideológica. En ese entonces el PRM sustituyó al PNR.
Tres frentes abiertos: el de los revolucionarios del general Lázaro
Cárdenas; los de la derecha, conservadores, banqueros,
confesionistas, dirigidos por el gran chihuahuense Manuel Gómez
Morín y los de la izquierda, comunistas y antigobiernistas del
poblano y maestro Vicente Lombardo Toledano.
El Partido Revolucionario Institucional, nieto del PNR e hijo del
PRM, desde 1946 con el veracruzano Miguel Alemán Valdés hasta
noviembre del año 2000, con el defeño Ernesto Zedillo Ponce de
León, estuvo en Palacio Nacional y en la residencia de Los Pinos.
La violencia criminal manchó la candidatura presidencial del
sonorense Luis Donaldo Colosio Murrieta, cuyo asesinato se
atribuyó a un joven y jamás hubo una investigación para esclarecer
los hechos ocurridos el 23 de marzo de 1994, en Lomas Taurinas,
Tijuana, Baja California. Gobernaba el Estado, el PANista Ernesto
Ruffo Appel.
SIGLO XXI, DIVISIÓN CIUDADANA
La “Alternancia en el Poder” se denominó al arribo del Partido
Acción Nacional a la Presidencia de la República. Aun con no ser
candidato presidencial favorito, otro PANista estuvo en el siguiente
sexenio gubernamental.
Los del partido político derechista no lograron consolidar su fu3erza
en doce años. Primero, la frivolidad y la corrupción invadieron Los
Pinos con el matrimonio Fox Sahagún y después una guerra, sin pies
ni cabeza, contra la delincuencia organizada, los narcotraficantes,
terminó por teñir de rojo el suelo mexicano.
El retorno del PRI, en 2012, se caracterizó por frívolo, corrupto y sin
recuerdo alguno de progreso o mejoría. El mexiquense Peña Nieto
vive como rey en España y se calcula que su fortuna es superior a
los 50 millones de pesos, producto de sus ahorros.
Sintetizo los últimos siete años, contados a partir de 2018.
Corrupción reinante, dentro y fuera del gobierno, por parte de
colaboradores, amigos e hijos del tabasqueño que dio “abrazos no
balazos” a los delincuentes y a éstos los defendió “porque también
son humanos y tienen derechos”.
Jamás presentó una prueba contra las personas, las instituciones y
la clase media, a quienes en sus nefastas “mañaneras” atacó. Violó
la Constitución Política e hizo famosa su frase de “Nada de que la
Ley es la Ley”. Desapareció organismos de contrapeso e hizo un
despilfarro millonario en obras faraónicas que aumentaron la
deuda internacional.
Además de liquidar la autonomía del Poder Judicial Federal y dejar
que “el pueblo bueno y sabio elija a los ministros, magistrados y
jueces”, por venganza de que no pudo controlar a la ministra
presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Logró su principal propósito: dividir a las y los mexicanos, inclusive
a nivel familiar.
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