Cada 4 de marzo, el Día Mundial de la Obesidad busca generar conciencia sobre esta enfermedad crónica y progresiva que afecta a millones de personas en el mundo. En México, la obesidad impacta a 7 de cada 10 adultos y está vinculada a padecimientos como diabetes, hipertensión y enfermedades cardiovasculares, responsables del 77% de las muertes en el país.
A pesar de su gravedad, la obesidad sigue rodeada de estigma y desinformación, lo que dificulta su tratamiento adecuado. Durante años, se ha reducido el problema a una cuestión de hábitos personales, sin considerar factores biológicos, genéticos y ambientales que influyen en su desarrollo. Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT), el 38.9% de los adultos mexicanos viven con obesidad, siendo más prevalente en mujeres.
Especialistas coinciden en que se necesita un enfoque integral y libre de prejuicios. «Es fundamental que las personas con obesidad reciban un abordaje médico adecuado, que incluya el apoyo de especialistas en nutrición, psicología y medicina, para mejorar su calidad de vida», afirma el Dr. Fernando Pérez Galaz, cirujano bariatra.
La organización Obesidades destaca que la obesidad no es una elección, sino una enfermedad compleja que debe ser atendida con un enfoque basado en evidencia y libre de discriminación. «El estigma asociado a la obesidad impide que muchas personas busquen atención médica adecuada», señala Verónica Vázquez Velázquez, presidenta de la organización.
En el marco del Día Mundial de la Obesidad, expertos y organizaciones hacen un llamado urgente para replantear el abordaje de esta condición y garantizar que quienes la padecen reciban la atención médica que merecen.